Alerta, nueva estafa: roban el perfil del LinkedIn de directores y jefes para ordenar transferencias de 500 euros
Los presuntos estafadores suplantan a los jefes para ganarse la confianza del subordinado y piden que compren tarjetas de Google Play o similares
La comunidad de LinkedIn en guardia ante una nueva forma de estafa detectada estos días. Los delincuentes roban los datos personales (nombre, foto, cargo, teléfono..) del perfil de LinkedIn de directores y jefes de distintas empresas para suplantarles y mandar mensajes a algún subordinado con el fin de que compren una cantidad elevada (aproximadamente 500 euros) de tarjetas de Google Play, Amazon, etcétera. Una vez activadas las tarjetas, les piden que remitan los códigos correspondientes para canjearlas y hacerse con el botín.
Una de las personas afectadas, Laura Justo, fundadora de una empresa de selección de personal y formación especializada en tecnología y ubicada en Mallorca, ha abierto un hilo en LinkedIn para alertar a sus contactos: “Hay un número de teléfono que se está haciendo pasar por mí y actúa en nombre de la empresa para pedir a la gente que compren unas tarjetas de Google Play”. La empresaria relata que pudo ponerse inmediatamente en contacto con los presuntos estafadores y “automáticamente quitaron mi nombre”. Sin embargo, lograron contactar con una de sus trabajadoras y “le engañaron para que comprase tarjetas por valor de 500 euros”. Justo afirma que, después de subir el hilo en su perfil, la han llegado muchos mensajes comentando que la estafa está "muy de moda".
Los presuntos estafadores urgen a la persona en cuestión para que no le de tiempo a comprobar la orden de su superior y reaccionar en consecuencia. Así lo relata otra de las afectadas que prefiere no dar su nombre. “Engañaron a mi compañero haciéndose pasar por mí. Le dijeron que estaba reunida y que necesitaba urgentemente que fuese a comprar 10 tarjetas de 50 euros de Google Play para una presentación con un cliente. Afortunadamente, pude parar la operación antes de que les enviase los códigos de confirmación, pero ahora hay que solucionar el problema con la tienda, porque las tarjetas estaban ya activadas”. La víctima ha podido reunir pantallazos de las conversaciones y los datos que aparecen en los móviles (seguramente de prepago) desde los que se mandaron los mensajes. "La estafa está empezando a ser masiva", asegura.
Cómo actuar
Para poder recuperar el dinero estafado, es necesario presentar una denuncia en el puesto de la Guardia Civil, comisaría de Policía o juzgado más próximo al domicilio del afectado. Conforme lo establecido en la Ley de Enjuiciamiento Criminal (en los artículos 264 y siguientes), el mencionado trámite requiere la personación física del denunciante en el centro policial o judicial para firmar y rubricar la denuncia.
En el momento de formular la denuncia debe presentarse, si es posible, informan desde la Guardia Civil, una copia impresa de todos los documentos que puedan servir para acreditar los hechos y, además, guardar una copia en formato digital, “por si pudiera serle requerida en el futuro”.
“Respecto a la devolución de las tarjetas de Google Play activadas pero que no han llegado a canjearse, es muy probable que una vez presentada la denuncia puedan ser reembolsadas en el punto de venta”, explican.
Castigo
Estas conductas pueden ser consideradas un tipo de estafa. El Código Penal castiga en el artículo 248 con pena de prisión de seis meses a tres años a quienes "con ánimo de lucro utilizaren engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno" siempre que la cuantía de lo estafado supere la cantidad de 400 euros. Si es inferior a esta cuantía, el responsable se enfrenta a una multa de entre uno y tres meses.
Por otro lado, el engaño descrito por los afectados por la estafa de LinkedIn se lleva a cabo gracias a la usurpación de la identidad de determinadas personas con poder para disponer u ordenar compras. El artículo 401 de la norma penal tipifica como delito la usurpación del estado civil o de la identidad para obtener un beneficio económico ilícito. La responsabilidad penal por estas acciones puede ir de los seis meses hasta los tres años de prisión.