Ferrovial, ACS y Sacyr, entre las más activas de 2022 en la gestión de la autocartera
La compañía de la familia Del Pino vacía la reserva de acciones al amortizar 22,4 millones de títulos, valorados en 560 millones, para retribuir a sus accionistas
Las grandes constructoras han movido millones de acciones propias en 2022, en el marco de sus planes de recompra, para retribuir unas veces a los accionistas y, otras, a directivos. Ferrovial ha sido la última en actuar con su habitual práctica de final de año para impulsar la remuneración a los partícipes: la amortización de autocartera. Favorece de este modo un incremento del beneficio por acción, lo que ha dejado la reserva prácticamente a cero.
La firma que preside Rafael del Pino anuló el 30 de diciembre, y excluye de cotización, 22,24 millones de títulos, valorados en 560 millones de euros a precios de mercado. Este paquete representaba un 3,05% del capital social y la autocartera baja al 0,161%.
Ferrovial no había tenido nunca, desde que hay constancia en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), un nivel superior al 3% de autocartera. Cada diciembre en los últimos ejercicios, la empresa procede a reducir capital por mandato de la junta de accionistas. En este caso, tal y como advirtió previamente, se ha actuado sobre 6,5 millones de títulos que ya obraban en manos de la compañía el 7 de abril, cuando el consejo de administración formuló la propuesta de amortización a la junta, y sobre otros 15,7 millones de acciones que ha ido adquiriendo a través de su programa de recompra.
El grupo de Florentino Pérez se ha dotado de autocartera hasta un 9,1% en las últimas semanas
Este último ha permanecido activo hasta el pasado 5 de diciembre y ha servido para la toma en el mercado de un 2,1%.
Con ello, el capital social de Ferrovial se reduce en 4,48 millones de euros, con cargo a reservas libres, y ha quedado fijado en 145,49 millones de euros (727,4 millones de acciones con un valor nominal de 0,20 euros cada una).
Además de estas operaciones, el gigante de las infraestructuras ha ejecutado dos dividendos flexibles en el año recién concluido, fórmula que viene utilizando desde 2014 dando opción a cobrar en efectivo, hacerlo en acciones de nueva emisión o con una mezcla de ambas fórmulas. El primero de los pagos, equivalente al dividendo complementario de 2021, se realizó en mayo con un precio de 0,278 euros (completaba un dividendo con cargo a 2021 de 0,583 euros por acción). Un 52,94% pidió el cobro en metálico a través de la venta de sus derechos a la compañía. La segunda entrega, dividendo a cuenta de 2022 aprobado a finales de octubre, alcanzó los 0,414 euros, siendo un 36% superior a la remuneración comparable entregada en noviembre de 2021. Un abrumador 92% del capital solicitó el cobro en acciones.
La estructura de capital de Ferrovial está encabezada por Rafael del Pino (a través de Rijn Capital) con un 20,44%. Le sigue María del Pino (sociedad Menosmares), con el 8,2%; el fondo The Children’s Investments atesora un 6,41%; Leopoldo del Pino (SiempreLara) cuenta con un paquete del 4,15%; BlackRock es titular de un 3,17%, y Lazard, entre los accionistas más relevantes, mantiene un 3,1% de las acciones.
Depósito en máximos
En las últimas semanas ha sido ACS la que se ha cargado de acciones propias, hasta un 9,1% de autocartera, para atender el pago de próximos dividendos. El depósito a final de noviembre estaba en un 8%. El conglomerado que lidera Florentino Pérez se ha hecho con tres millones de títulos entre el 22 de noviembre y el 2 de enero, tal y como informó este periódico, con una inversión cercana a los 80 millones de euros. El paquete total de acciones propias supera los 710 millones en valor de mercado.
ACS utiliza la amortización del papel para equilibrar el capital tras las ampliaciones motivadas por el dividendo flexible y, como Ferrovial, también lo usa para incrementar el beneficio por acción a través de amortizaciones.
El conglomerado de Carlos Slim complementa el dividendo con las reducciones de autocartera
Más modesto es el programa de recompra de FCC, que también está entre las que reduce capital como forma de crear valor para sus acionistas y acompañar al dividendo. Su última operación en este sentido, aprobada por la junta en el mes de junio, contempló una reducción del 0,4% o de 1,7 millones en el capital social. En la actualidad, la firma que controla Carlos Slim invierte de nuevo en el programa de recompra, como quedó ayer reflejado ante la CNMV con pequeñas operaciones.
OHLA o Acciona tomaron estrategias similares en el pasado para elevar el beneficio de sus accionistas, y Sacyr protagonizó a final de septiembre la adquisición de un paquete de cinco millones de títulos propios pasando por primera vez en su historia del 3% de autocartera. Se trataba, en este caso, de cumplir con los planes de retribución variable para la dirección en función del desempeño de la compañía entre 2021 y 2025, coincidiendo con plan estratégico.
Una política que va a más entre las cotizadas
Amortizaciones. Los datos que maneja Bolsas y Mercados (BME) al cierre de noviembre indican que en 2022 se habrán disparado las operaciones de amortización de autocartera entre las cotizadas españolas. El capital social reducido hasta entonces a través de esta vía alcanzaba los 1.050 millones de euros en valor nominal, no de mercado, frente a los 373 millones de 2019, 328 millones en amortizaciones en 2020 y los 336 millones de 2021. La clave está en la generalización de las políticas de autocartera con las que se premia a los inversores a través de reducciones de capital que incrementan el beneficio por acción.
Reinversión. Las acciones propias en las huchas de las firmas del Ibex ya superaban a mitad de 2022, y con creces, las de ejercicios anteriores. Si en 2020 la autocartera suponía un 0,63% de la capitalización total del Selectivo, y en 2021 la cota subía al 1,29%, en junio de 2022 la ponderación de la autocartera era ya del 1,35%.
Banca y más. Entidades financieras como Santander, BBVA y CaixaBank; la industrial Arcelor, o las constructoras ACS, Ferrovial y FCC están entre los exponentes españoles con programas de compra de papel propio.