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Tribuna
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Finanzas sociales: una oportunidad para generar desarrollo económico sostenible

Siguiendo análisis realizados por la CEPAL, las múltiples brechas sociales presentes hoy en nuestra sociedad y que han sido exacerbadas por una profunda desigualdad en regiones como América Latina (LATAM), han llevado a que millones de personas cuenten con necesidades básicas insatisfechas (agua potable, educación, electricidad, productos financieros, vivienda, medicamentos) que, entre otros efectos, obstaculizan el progreso económico y el crecimiento social de la humanidad.

Por su parte, la ONU ha señalado que el 10% de la población mundial, (cerca de 700 millones de personas) se encuentra en situación de pobreza extrema con dificultades para acceder a la alimentación, educación, agua y saneamiento. Esta situación se encuentra en riesgo de un mayor deterioro debido a los efectos de la pandemia todavía presentes y a las tensiones geopolíticas internacionales que afectan a un mundo cada vez más globalizado. En América Latina, esta realidad se traduce al 13,8% de la población de la región, es decir, 86 millones de personas (ONU) y en Colombia en el 12,2% de los habitantes del país, es decir, 6,11 millones de personas (DANE).

El problema con la desigualdad es que desacelera el proceso general de desarrollo, además de que afecta el avance de la calidad de vida en aspectos como el acceso a la salud, la educación, el empleo y el sistema legal. Siendo sus efectos multisectoriales y de gran magnitud, el origen del problema solo se puede resolver con soluciones en las que colaboren tanto el gobierno como el sector privado y, sobre todo, se generen con una visión a futuro.

De manera particular en LATAM, la desigualdad social provoca que los gobiernos no cuenten con la fortaleza financiera necesaria para poder emprender obras que promuevan el desarrollo sostenible, lo que hace de vital importancia que las instituciones financieras tengan un papel más activo en la batalla contra la desigualdad, haciendo lo que saben hacer bien: financiar proyectos sostenibles de largo plazo y alto impacto.

Uno de los productos financieros que contribuyen al desarrollo de esta solución son los bonos sociales. Son instrumentos que permiten financiar proyectos de infraestructura básica como agua y saneamiento, vivienda para personas de bajos y medianos ingresos, transporte sostenible; entre otros o de acceso a servicios de primera necesidad como la sanidad, la educación y la seguridad alimentaria.

Estos bonos también facilitan la financiación y el asesoramiento empresarial con especial enfoque en las pequeñas y medianas empresas, que aportan al desarrollo del tejido empresarial al brindarle apoyo a las empresas en la toma de decisiones que los lleven a cumplir con sus objetivos de negocio y a generar oportunidades dignas de empleabilidad; o las microfinanzas, que promueven la inclusión financiera a través del ahorro, el acceso al crédito, la igualdad de género y empoderamiento de la mujer, la reducción de la pobreza, y el crecimiento económico inclusivo.

Solo como ejemplo, en el año 2021, Citi emitió por primera vez uno de estos bonos sociales por valor de mil millones de dólares para fondear sus operaciones, enfocados en los sectores previamente mencionados en países emergentes.

Como es sabido, las empresas españolas tienen una fuerte presencia en LATAM y uno de los objetivos de la banca comercial con presencia en la región es explorar oportunidades para trabajar juntos y brindar soluciones a sus clientes que posibiliten hacer transacciones en estos sectores y en moneda local.

Si bien generar oportunidades en igualdad de condiciones es uno de los mayores desafíos en la actualidad, podemos avanzar de manera contundente en esta tarea a través de esfuerzos multisectoriales, contribuyendo de manera específica con iniciativas como las aportadas por la banca, que permiten mejorar la calidad de vida de la población y construir comunidades con condiciones equitativas, pero, sobre todo, sostenibles, colocando de esta forma los cimientos para un mejor futuro de la región.

Sabemos que nos queda un largo camino por recorrer para resolver muchos de los retos que enfrentamos, sin embargo, consideramos que las instituciones financieras estamos en el centro de la transformación ambiental y social, y estamos listos para apoyar a nuestros clientes y demás grupos de interés en este proceso. El camino de sostenibilidad que hemos recorrido nos enseña que solo un esfuerzo conjunto nos permitirá alcanzar las metas ambientales y sociales. Es por eso que, la estrategia del sector financiero, debería continuar siendo apoyar a sus clientes brindando soluciones innovadoras que generen un impacto positivo en la sociedad.

Borja Garcia Fernández, responsable de Estructuración y Líder para América Latina y el Caribe en Citi Social Finance

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