Telefónica inicia la revisión del plan estratégico ante la presión de los inversores
El consejo de administración analizará todas las opciones La dura caída en Bolsa de los últimos meses aumenta la presión sobre el grupo
Telefónica ha lanzado una revisión de su actual plan estratégico ante el agravamiento del actual escenario macroeconómico, que podría desembocar en la presentación de un nuevo plan. La operadora cuenta con el asesoramiento de McKinsey, según señalan fuentes del sector, que recuerdan que la consultora es un socio clásico de la teleco desde hace años, y de la que han salido numerosos directivos con destino a la empresa. Fuentes oficiales de la compañía no han querido hacer comentarios.
La renovación estratégica puede acelerarse ante el deterioro de Telefónica en Bolsa, en medio de la tormenta que viven los mercados en los últimos meses, bajo la presión de los inversores. La acción se deja más de un 30% desde su máximo anual por encima de cinco euros, registrado a principios de mayo, y cotizan ahora en 3,36 euros, ligeramente por encima del mínimo anual de 3,24 euros. Cuando se lanzó el plan de acción, en noviembre de 2019, la acción cotizaba ligeramente por debajo de los siete euros. El precio objetivo medio de los analistas que siguen a la teleco es de 4,84 euros, según Bloomberg. También Telefónica Brasil registró ayer un nuevo mínimo anual en Bolsa, mientras que Telefónica Alemania lo hizo el pasado jueves.
Esta evolución ha penalizado la apuesta realizada por inversores como Criteria que, desde julio, ha realizado numerosas compras de acciones de la teleco, incluso por encima de los cuatro euros, y el precio no ha dejado de bajar. A su vez, dentro de esta reorganización, Caixabank acaba de reducir su participación en la operadora del 4,495% al 3,495%. En diciembre pasado, Caixabank y BBVA, claves en el núcleo duro del accionariado, redujeron de dos a uno el número de representantes en el consejo.
La decisión de Telefónica sobre un nuevo plan estratégico se encuadra en el actual escenario económico, marcado por factores como la pandemia, la guerra en Ucrania o la subida de la inflación, con cotas cercanas al 10%, que se ha dejado sentir en mercados claves como España o Reino Unido, y que va a obligar a la empresa a fuertes revisiones salariales para los empleados. En España, tal y como está acordado con los sindicatos, podría rondar el 10%.
La teleco entiende que hay que ajustar y actualizar el actual plan. La cuestión se centra en si se decide lanzar una nueva ruta estratégica o se revisa el actual. Otras fuentes del sector explican que en el consejo ya se han presentado distintas iniciativas estratégicas, pero, de momento, ninguna ha sido aprobada.
El plan de acción aprobado en 2019 establecía líneas de trabajo como el enfoque en España, Brasil, Reino Unido y Alemania como mercados clave; creación de Tech e Infra; el spin-off de Hispanoamérica, y la redefinición del centro corporativo.
En este contexto, la firma ha ejecutado numerosas operaciones corporativas. En Infra, ha vendido las torres de Telxius por 7.700 millones de euros a American Tower; en Tech se han realizado adquisiciones en el último año por más de 1.000 millones de euros como Cancom, Incremental Group o Be-terna, entre otras; en Hispam se han creado distintos vehículos de inversión en fibra en los que se ha dado entrada a fondos como KKR.
Además, ha cerrado la fusión en Reino Unido de O2 con Virgin Media, filial de Liberty Global, para crear un operador integrado con una amplia capacidad de generación de caja; la adquisición de los activos de móvil de Oi en Brasil, o la compra del 50% de Prosegur Alarmas en España y la venta de un 45% de Bluevía en España.
La implementación de estas medidas, según dijo Telefónica en 2019, permitiría, entre otros efectos, más de 2.000 millones de ingresos adicionales, y dos puntos porcentuales de mejora del margen de flujo de caja operativo (OpCF) en 2022. En el primer semestre, Tech registró unos ingresos de 634 millones, un 72% más.
Uno de los objetivos que no se han alcanzado todavía en Tech es la entrada de inversores, tal y como se estableció en 2019, si bien la teleco ha centrado sus esfuerzos en reforzar esta división con adquisiciones.
Deuda
La deuda de la empresa se situó en 28.800 millones de euros al cierre del primer semestre, frente a 26.000 millones a la conclusión de 2021, como consecuencia de la adquisición de Oi (pasaría a 27.800 millones con la venta de la citada Bluevía). En el mismo periodo de tiempo, el ratio de apalancamiento ha aumentado desde 2,59 a 2,81 veces el oibda. A final de 2019, coincidiendo con el lanzamiento del plan, la deuda era de 37.800 millones de euros, con un apalancamiento de 2,46 veces.
El coste medio de la deuda ha pasado en este periodo del 3,49% al 4,40%, en este caso, por la subida de los tipos.
Entre 2019 y 2022, Telefónica ha reducido el dividendo de 0,40 a 0,30 euros por acción. En 2020, ante el impacto de la pandemia y los pagos derivados de las subastas de 5G, la compañía optó por aplicar la fórmula del scrip y reducir la salida de caja. A partir del próximo pago de dividendos, en diciembre, el dividendo volverá a ser en efectivo en su totalidad.