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Truss, en el alambre: Goldman Sachs prevé una recesión más profunda en Reino Unido

Los analistas del banco de inversión rebajan la perspectiva económica del país tras los cambio en el plan fiscal . La primera ministra, asediada por los miembros de su partido que quieren su renuncia

La primera ministra británica, Liz Truss.
La primera ministra británica, Liz Truss.GETTY
CINCO DÍAS

Los analistas de Goldman Sachs han rebajado la perspectiva económica de Gran Bretaña tras la destitución del ministro de Economía y Finanzas, Kwasi Kwarteng, y la decisión de Liz Truss de seguir adelante con un aumento del 25% en el impuesto de Sociedades tras la promesa de congelarlo al 19%.

"Recurriendo a un impulso de crecimiento más débil, condiciones financieras significativamente más estrictas y el impuesto corporativo más alto a partir del próximo abril, rebajamos aún más nuestra perspectiva de crecimiento en el Reino Unido y ahora esperamos una recesión más significativa", se recoge en un informe del banco de inversión citado por Bloomberg.

Goldman Sachs revisó su pronóstico de producción económica del Reino Unido para 2023 a una contracción del 1% desde un pronóstico anterior de una caída de la producción del 0,4%, con una inflación subyacente del 3,1% a fines de 2023, frente al 3,3% anterior.

La destitución de Kwarteng y la rectificación del plan fiscal que preveía un drástico recorte de impuestos sin renunciar al gasto público se suman a la calamitosa gestión de la líder tory desde que fue designada nueva jefa del Gobierno el 6 de septiembre en sustitución de Boris Johnson. Los conservadores británicos estrechan el cerco en torno a Truss, cuyo mandato parece tambalearse y a quien sus compañeros de partido buscan ya un recambio.

El veterano diputado conservador Crispin Blunt ha sido el primero, este domingo, que ha pedido la renuncia de la primera ministra, aunque asegura que decena de sus compañeros de bancada comparten la misma idea. “Creo que se acabó el juego para ella. Ahora se trata de (decidir) cómo se gestiona su sucesión. Si hay una opinión de peso dentro del grupo parlamentario de que debe haber un relevo, este se llevará a cabo”, ha dicho Blunt en declaraciones adelantadas por Channel 4 y recogidas por Efe. Las reglas internas del grupo parlamentario tory conceden una tregua de un año hasta poder convocar una moción de censura interna contra un nuevo líder, pero todo podría saltar por los aires si el clamor es unánime.

Dentro del ambiente conspirativo en el que se mueven recientemente los diputados conservadores, que ya empujaron a la salida de Boris Johnson el pasado julio, destaca la reunión que dirigentes del partido mantendrán este lunes para abordar una misión de rescate que obligue a dimitir a Truss, según publica hoy The Guardian.

Entre 15 y 20 antiguos ministros y legisladores han sido invitados a una cena en la que se abordará la forma de hacer caer el actual Gobierno. Esa cita ha sido organizada, según el periódico, por aliados del exministro de Economía Rishi Sunak, cuyo nombre aparece en todas las quinielas como posible candidato de consenso para sacar a los tories del atolladero. También se baraja la opción de un dirigente respetado como el ministro de Defensa, Ben Wallace, aunque no son pocos quienes consideran que la única posibilidad viable sería aguantar con Truss hasta la celebración de elecciones generales.

Si finalmente deja Downing Street y es reemplazada por otro miembro de su partido, los conservadores habrán tenido cinco primeros ministros en solo seis años, tras David Cameron, Theresa May, Boris Johnson y la propia Truss.

Reunión con Hunt

Mientras se urde una rebelión a sus espaldas, la primera ministra ha convocado este domingo a su nuevo titular de Economía, Jemery Hunt, en la residencia campestre de Chequers para preparar el nuevo plan fiscal que este deberá presentar a la nación el 31 de octubre. De esa hoja de ruta desaparecerán buena parte de las masivas bajadas de impuestos que su predecesor, Kwasi Kwarteng, había prometido hace tres semanas y que desataron una tormenta financiera y la inestabilidad en los mercados.

El propio Hunt ha reconocido en una entrevista con la BBC que "no descarta nada" en ese nuevo "mini Presupuesto", ni siquiera renunciar a la bajada de un punto porcentual en el impuesto sobre la renta de los ingresos más bajos anunciada por Truss. El ministro ha reiterado que va a adoptar "algunas decisiones muy difíciles" para controlar la deuda pública y "mostrar al mundo que podemos responder de cada penique gastado".

"El gasto público no va a aumentar tanto como esperaba la gente y vamos a pedir a todos los departamentos que busquen cómo ahorrar. Y los impuestos no bajarán tan rápido como se preveía", ha señalado. Pese a ello, ha arguido que trabaja en un "Gobierno conservador compasivo" que "hará todo lo que pueda para proteger a las familias más vulnerables". Y frente a las voces que dicen que es él quien ha tomado el control a efectos prácticos del Ejecutivo, tras desmontar el armazón económico con el que Truss ganó las primarias conservadoras, ha dicho que sigue siendo Truss quien "está al mando".

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