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Tribuna
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Una estrategia clara para la industria de Defensa

España afronta un momento clave para invertir más en un sector de nuestra economía con presencia en todo el mundo

En la jornada de ayer, 12 de octubre, celebramos nuestra Fiesta Nacional y la conmemoramos con un desfile militar presidido por el Rey. Un desfile que refleja la importancia de nuestra Defensa y de las Fuerzas Armadas en la sociedad española como garantes de convivencia, de seguridad y, en última instancia, de las libertades que inspiran nuestro sistema democrático.

La industria de Defensa tiene un carácter estratégico y dual. En el ámbito civil, cada vez son más los desarrollos que tienen aplicación en nuestro día a día, como los sistemas de geolocalicación o internet. Más de 17 aplicaciones de nuestros teléfonos móviles tienen su origen en utilidades desarrolladas para el mundo de la defensa.

Nuestra industria es una industria de alta tecnología, que nos permite tener autonomía estratégica en seguridad y salvaguardar el modelo de convivencia del que disfrutamos. Todo ello hace imprescindible que debamos seguir invirtiendo e investigando para mantener nuestro nivel de excelencia.

El pasado 4 de octubre el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado por los que la inversión en Defensa aumentará hasta el 1,2 % en 2023 y, de forma consecutiva, la inversión se incrementará hasta alcanzar el 2 % de nuestro PIB en 2029. Es una respuesta coherente a las necesidades de la industria para lograr una estabilidad presupuestaria, y permitirá a nuestras empresas tener certidumbre sobre su futuro a corto y medio plazo.

Este aumento de la inversión en defensa, que va a ascender en 2023 hasta 12.317 millones de euros, porporcionará la puesta en marcha de nuevos programas tecnológicos, lo que otorgará a nuestras empresas, unas 500 entre pymes y grandes compañías, la oportunidad de seguir invirtiendo en tecnología puntera, crear y mantener empleo de calidad y generar y fortalecer alianzas internacionales. Necesitamos tener claro qué debemos ser y dónde debemos estar como país miembro de la OTAN y garante de la seguridad de Europa.

Todo esto, indiscutiblemente, tendrá unas consecuencias muy positivas para cientos de empresas que conforman las diferentes cadenas de suministros que, gracias a su presencia en toda la geografía nacional, vertebran España y aportarán robustez a nuestro tejido industrial.

La defensa es cuestión de Estado y debe tener continuidad más allá de legislaturas y de ideologías. Y, en este momento, la industria valora muy positivamente este incremento, pero no queremos perder la oportunidad de abogar por una estabilidad presupuestaria que permita establecer planes estratégicos a largo plazo, mantener los compromisos adquiridos y favorecer nuevas inversiones. En este sentido, debemos disponer de criterios claros de financiación de la defensa para lograr una mayor operatividad y potenciar una industria tecnológica con un relevante efecto tractor, dual y transversal en nuestra economía.

Nuestra industria realiza importantes esfuerzos para desarrollar tecnología puntera. De este modo, las empresas de defensa, seguridad, aeronáutica y espacio destinaron en 2021 una inversión de 1.177 millones de euros en I+D+i, lo que supone un 14% superior respecto al año anterior. Desarrollamos productos altamente competitivos de producción propia, fabricada en España, para su consumo doméstico y para su exportación, lo que nos posiciona como referentes mundiales: España es el séptimo exportador del mundo de material de defensa y nuestras empresas vendieron fuera de nuestras fronteras en 2021 un 45% sobre la facturación consolidada, tanto a socios europeos, como a países miembros de la OTAN y a otros aliados estratégicos.

Es también necesario avanzar en la digitalización de nuestra industria, que nos permitirá liderar tecnologías que trascenderán al resto de sectores industriales, pero necesitamos seguir investigando aprovechando el talento de nuestros ingenieros y la importancia de nuestras patentes.

Tenemos motivos para estar orgullosos de nuestro sector. Nuestra tecnología está presente en tierra, mar y aire a lo largo de todo el mundo. Por ese motivo, vivimos un momento clave para invertir más y mejor, conectar todos los recursos financieros disponibles y empezar a construir una estrategia clara con el objetivo de garantizar la continuidad y evolución de nuestra industria.

Por primera vez un presidente del Gobierno de España ha anunciado que se van a duplicar los presupuestos de defensa en un periodo de cuatro o cinco años. Esto supone para nuestra industria un futuro alentador, que permitirá a nuestro sector continuar en la vanguardia.

Es un momento clave para conectar todos los recursos disponibles y empezar a construir un pensamiento estratégico y político que garantice la continuidad y el desarrollo de nuestra industria, así como para generar una cultura estratégica común, compartiendo los retos y amenazas a los que la Unión Europea se enfrenta, como base para profundizar en el desarrollo de una Política Exterior y de Seguridad Común.

Ricardo Martí Fluxá es Presidente de la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE)

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