El Gobierno estudia una bajada de impuestos a las rentas bajas junto a la subida fiscal a los ricos
La medida se uniría a alzas en el ahorro y el capital a las rentas altas y a un nuevo impuesto sobre el patrimonio
El Gobierno de coalición, que prepara el paquete de medidas fiscales para gravar más a las rentas altas y a los grandes patrimonios, estudia en paralelo la posibilidad de incluir una rebaja de impuestos que beneficiaría a los contribuyentes de menores ingresos. Se barajan dos opciones, o bajadas quirúrgicas y selectivas muy focalizadas en determinadas figuras, o una modificación eventual del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), según fuentes conocedoras. De producirse, esta última podría consistir en una pequeña bajada del tipo marginal a las rentas de menos de 35.200 euros, que hoy tributan al 30% a partir de los 20.200 euros, o en una rebaja de la tasa aplicable hasta los 60.000 euros anuales, que tienen una carga fiscal del 37%.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha avanzado tan solo que las eventuales rebajas a las rentas bajas serán "selectivas, quirúrgicas", en línea con lo que vienen defendiendo organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) o el Fondo Monetario Internacional (FMI). La premisa, por ello, será que "los que más tienen, más aporten". En la misma línea se posicionó la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, al rechazar bajadas masivas y generalizadas que supongan un menoscabo a la recaudación que permite sufragar el Estado del bienestar.
Desde Hacienda, por ahora, se limitan a señalar que el paquete incluirá medidas que hagan efectivo un "reparto justo de las cargas", lo que deja la puerta abierta a una eventual bajada impositiva a las rentas bajas junto a la subida fiscal a los grandes patrimonios, si bien todavía no hay nada cerrado. Además, las conversaciones, que transcurren paralelas a la negociación para dar forma a los Presupuestos Generales del Estado, amenazan con prolongarse más de lo previsto. Inicialmente, Montero avanzó que el paquete se presentaría este jueves, pero desde su departamento matizan ahora que la fecha podría retrasarse a la semana que viene.
El Ejecutivo de coalición formado por PSOE y Unidas Podemos tiene varias opciones sobre la mesa junto a la posible rebaja de impuestos a los contribuyentes de menos ingresos, impulsada en parte por el reciente giro fiscal del presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, al anunciar que deflactará el IRPF en la región para los tramos de hasta 60.000 euros.
Se contempla crear un nuevo tramo en el IRPF para las rentas superiores a los 130.000 euros, que hoy están sujetas a un tipo del 45%, la tasa marginal vigente para los ingresos que oscilan entre los 60.000 y los 300.000 euros anuales. A partir de los 300.000 euros el tipo asciende al 47%.
De crearse, este nuevo tramo tendría que tener un tipo marginal mayor que el inmediatamente anterior, por lo que, aparentemente, también tendría que aumentar el gravamen al que están sujetos las mayores rentas. Es decir, las rentas de entre 130.000 y 300.000 euros pasarían a gravase al 47%, mientras que las más altas llegarían al 49%, dos puntos porcentuales más en ambos casos.
Lo que sí parece claro es que se gravarán más las rentas del ahorro El Gobierno de coalición también estudia aumentar la fiscalidad en el IRPF de los rendimientos más elevados del capital. A día de hoy, los que superan los 200.000 euros soportan un tipo impositivo de únicamente el 26%. Sobre la mesa también está la fiscalidad empresarial con cambios en el impuesto sobre sociedades y una reducción del IVA desde el 10% al 4% para los productos de higiene femenina.
En paralelo, PSOE y Unidas Podemos barajan una nueva figura tributaria para gravar a todas las grandes fortunas de España, incluyendo a las que tienen su residencia fiscal en comunidades autónomas que bonifican el impuesto sobre el patrimonio. Históricamente ha sido Madrid la única región que lo bonifica al 100%. Sin embargo, a partir del año próximo, se unirán Andalucía, que lo bonificará en su totalidad, y Galicia, que lo hará en 25 puntos porcentuales más que la bonificación ahora vigente, hasta el 50%. El diseño de este nuevo gravamen sobre la riqueza funcionaría con deducciones totales en aquellas regiones en las que sí funciona el impuesto sobre el patrimonio, de cara a evitar la doble imposición.