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Coyuntura

El sector exterior acelera el PIB, que creció un 1,5% en el segundo trimestre

El INE revisa al alza el crecimiento en cuatro décimas; la economía crece un 6,8% interanual

Empleados en una fábrica.
Empleados en una fábrica.
CINCO DÍAS

La economía española aceleró su crecimiento en el segundo trimestre del año, una etapa marcada por la guerra de Ucrania (que empezó a finales de febrero) pero en la que las familias han aumentado el gasto, ha crecido la inversión en vivienda y las empresas han mantenido su ritmo de formación de capital. Además, el sector exterior ha registrado sus mejores 12 meses en al menos 22 años, aportando 4,9 puntos a la economía nacional.

El INE ha publicado esta mañana las cifras de contabilidad nacional, donde ha revisado al alza cuatro décimas el dato de PIB intertrimestral, del 1,1% al 1,5%, y cinco el interanual, del 6,3% previsto anteriormente hasta el 6,8%. En ambos casos la economía acelera, tras cerrar el primer trimestre del año, ya muy marcado por la carestía de los productos energéticos, con crecimientos del -0,2 (en términos trimestrales) y del 6,7% interanual.

Evolución del PIB
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El gasto de los hogares, principal factor en el dinamismo de la economía, se ha visto resentido por la crisis energética, al crecer un 0,5% en tasa trimestral. En el segundo trimestre el proceso inflacionista se agudizó, y el IPC terminó junio con una variación del 10,2%. Aun así, la cifra de consumo de las familias mejora la del cuarto trimestre de 2021 y el primero de 2022 (-0,3% y -0,9%), periodos en los que el precio de la electricidad ya había empezado a castigar a las cuentas de los hogares. En variación interanual la factura inflacionista aflora, pero su peso es limitado: el alza del 2,5% es un punto inferior al dato del primer trimestre (sesgado al alza por la tormenta Filomena en 2021) y está más de dos puntos porcentuales por debajo del de finales del 21.

Ello se ha visto compensado con la capacidad exportadora de la economía española, un comportamiento habitual en momentos complicados. De hecho, la demanda doméstica ha aportado apenas 1,9 puntos al crecimiento interanual, menos de una tercera parte, mientras que las exportaciones han acelerado su crecimiento (hasta un 23% interanual) y las importaciones se han frenado, creciendo a una tasa del 8,8%. El dato está soportado por el gasto de los turistas, que se multiplica por más de cuatro veces, por las exportaciones de servicios (duplican) y también por las exportaciones de bienes, que crecen el 1,8% tras bajar levemente en el trimestre anterior. La demanda externa pasa de aportar 1,7 puntos al PIB a 4,9. Es el mejor dato de la serie de contabilidad nacional, que arrancó en 2000.

La crisis energética, en paralelo, tampoco ahuyentó la inversión. Las empresas aumentaron la compra de bienes de equipo en un 4,4% respecto al año pasado (dos puntos más que entre enero y marzo) y un 2,9% sobre el primer trimestre. Y arroja muy buenas cifras la inversión en vivienda, con crecimiento del 6,5% trimestral y un 4,4% interanual. En términos de valor añadido por sectores, la industria crece el 4,5% sobre 2021 y la construcción, el 5,1%. Las cifras son coherentes con los buenos datos de creación de empleo y de ventas de viviendas publicados durante los meses precedentes. El factor diferencial para la mejora del PIB ha sido, en todo caso, el exterior.

En términos de empleo, el empleo equivalente a tiempo completo crece un 5,2%, que supone 939.000 contratos a tiempo completo, 1,7 puntos menos que el PIB. Así, la productividad, que cayó de forma significativa, se recupera: la productividad por puesto de trabajo aumenta el 1.5% sobre el año pasado, y la productividad por hora, el 3,4%. Los costes laborales unitarios (el coste laboral por unidad de producción) aumentan el 0,3%, muy por debajo del 3,6% que arroja el deflactor del PIB (medida del impacto de la inflación en la creación de valor). El empleo crece con fuera en la industria, un 3,7%, y en los servicios, un 6,2%.

La remuneración total que cobran los asalariados españoles creció un 7,6% dado que el número de empleados crece el 5,8% y la remuneración media aumenta el 1,8%. Las empresas, mientras, elevan sus márgenes en un 12,5%.

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