Suecia estrena la semana de las subidas de tipos con un alza de 100 puntos
Los eleva al 1,75% en el mayor incremento desde 1992
El Riksbank, banco central de Suecia, ha subido tipos de interés en un punto porcentual, en el ajuste más agresivo en casi tres décadas, dando comienzo a una semana donde varias de las primeras economías del mundo endurecerán su política monetaria como respuesta a la inflación global.
El banco central sueco, así, elevó su tipo de interés al 1,75%, más de lo previsto por la mayoría de los economistas. "El riesgo de que la inflación se consolide sigue siendo grande y es muy importante que la política monetaria actúe para asegurar que la inflación retroceda y se estabilice", dijeron los responsables de la entidad en Estocolmo. "La política monetaria debe actuar ahora más de lo previsto en junio", explicó la institución.
Las nuevas previsiones del Riskbank apuntan a que los tipos subirán otros tres cuartos de punto de aquí a un año. En todo caso, la subida de hoy coloca al Riksbank, junto con el Banco de Canadá, como los dos únicos bancos centrales del G-10 (las diez divisas más negociadas del mundo) que han subido tanto este año.
La decisión es el preludio del plato fuerte de la semana, donde se prevé que los responsables de la política de la Reserva Federal de EE UU mantengan sus planes de subir 75 puntos básicos, en medio de algunas especulaciones de los inversores de los inversores de que podrían ir a por un incremento mayor, como han hecho los suecos.
También se prevé que otros organismos suban tipos esta semana: el Banco de Inglaterra, el Banco Nacional Suizo y el Banco Central de Noruega celebran reuniones de política monetaria. En todos los casos se espera que apliquen las subidas previstas o, incluso, las aceleren.
En agosto, la inflación sueca volvió a alcanzar un máximo de tres décadas, situándose en el 9%, después de haber sido durante mucho tiempo una de las economías occidentales con mayores estímulos monetarios. El Gobernador Stefan Ingves, tras un máximo de la inflación del 9%, ya adelantó medidas agresivas a principios mes, al afirmar que la política monetaria debe ir más allá de dar pequeños pasos. Dejará el cargo a finales de este año.
El Riksbank se enfrenta a un dilema de cómo frenar la inflación sin perjudicar demasiado a la economía. Esto es especialmente grave en Suecia, donde el endeudamiento de los hogares es elevado y más del 40% de las de las hipotecas pendientes tienen tipos de interés que se fijan para periodos de no más de tres meses.
El aumento de los costes de los préstamos ha provocado hasta ahora un descenso del 8% en los precios de la vivienda desde el máximo alcanzado a principios de año, y un aumento simultáneo de los precios de la energía y las hipotecas. El Riksbank recortó todas sus previsiones de crecimiento, y ahora espera que la economía sueca se contraiga un 0,7% el próximo año en lugar de en lugar de expandirse en esa proporción.