El severo ajuste en la Bolsa y la deuda en agosto revela el temor a la recesión
El índice se deja un 1,17% al cierre y encadena once sesiones en rojo, la racha más larga de la historia
No hay tregua en los mercados. Las advertencias lanzadas por el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de que no van a andarse con remilgos a la hora de subir los tipos de interés para aplacar la inflación aunque con ello frenen las economías han añadido presión a los mercados de renta variable, deuda y divisas, que se preparan para un otoño de alto voltaje. Las Bolsas cierran agosto con caídas de entre el 5% y el 1,9%, la deuda alemana registra su peor mes en décadas y el euro ha perdido su paridad contra el dólar y acumula ya una corrección del 7% en los últimos tres meses frente a la divisa estadounidense.
En el mercado de renta variable las mayores caídas de agosto se registraron en la Bolsa europea. El Euro Stoxx 50 cierra el mes con un recorte del 5,6% lastrado por las caídas del consumo y por el real estate. Le sigue la Bolsa francesa, que cede un 5%, mientras que el Dax alemán recorta un 4,8% y el Mib un 3,8%. El Ibex logró suavizar la fuerte caída en Europa y se dejó un 3,3% en el cómputo mensual, caída que lo sitúa en los 7.880 puntos. El selectivo español acumula 11 jornadas consecutivas de recortes. Un periodo en el que se deja un 7,3% y firma la peor racha bajista de su historia.
En la jornada de ayer, las Bolsas se dejaron llevar por las dudas: el Ibex restó un 1,17% lastrado por los valores energéticos castigados por la tensión derivada de la guerra en Ucrania, con Redeia a la cabeza al ceder un 3,5%, seguido por Enagás, Iberdrola y Naturgy. Inditex se sumó a los recortes y cedió un 2,7%. La mayor subida correspondió a Meliá, que se anotó un 3% seguida, por CaixaBank, Sabadell y Bankinter.
Con una inflación que continúa al alza –el IPC de la zona euro se situó en agosto en el 9,1%–, la agencia de calificación Moody’s considera que será difícil que los bancos centrales logren reducir la inflación sin que la economía caiga en una profunda recesión. Por el momento, Moody’s ha rebajado su estimación de PIB para 2022 al 2,5%, frente al 3,1% previo, y ha recortado del 2,9% al 2,1% su cálculo para 2023.
Silvia Dall’Angelo, economista sénior de Federated Hermes, considera que la subida de la inflación en la zona euro “refuerza los argumentos a favor de una subida de tipos de 75 puntos básicos –en lugar de 50– en la reunión del BCE de la semana que viene”.
Inversores y analistas tienen subrayada en rojo la cita del consejo de gobierno del BCE del día 8 y la reunión del FOMC de la Fed de los próximos 20 y 21.
Las dudas sobre la evolución de la economía de la zona euro ha tenido al bono alemán como protagonista en agosto por su papel de activo refugio. La rentabilidad del bund a diez años ha registrado su peor mes desde 1981 al sumar 72 puntos básicos y situarse en el 1,5%. Una tensión de la que tampoco se han librado duraciones inferiores: el bono a dos años alemán ha escalado desde el 0,28% al 1,2% y el cinco años se sitúa en el 1,39%.
Por su parte, la rentabilidad del bono español con vencimiento en 2032 se sitúa ya en el 2,7%, mientras que el italiano alcanza el 3,9%.
En Barclays creen que se va a acelerar la rotación de liquidez desde la renta variable hacia la renta fija y el efectivo ante la aceptación por parte de los bancos centrales de que será preciso el precio de un “dolor económico” a cambio de controlar la inflación y apuntan que los flujos mensuales hacia bonos de renta fija superan a los de Bolsa por primera vez desde el pasado verano.
Las dudas que sobrevuelan el mercado han seguido presionando al euro, que en el mes recorta un 1,6%, tras haber llegado a situarse por debajo de la paridad frente al dólar. La divisa europea encadena así su tercer mes consecutivo de caídas y recorta ya un 6,3%. Por su parte, el Brent cede un 12,28% en el mes hasta situarse sobre los 96 dólares por barril.