ACS toma el control de la autopista SH288 de Texas por 900 millones
Adquiere un 44,65% de manos de tres fondos y sube al 66% del capital
El grupo ACS se consolida al frente de la autopista estadounidense SH-288, en la ciudad de Houston (Texas). La filial concesionaria Iridium ha firmado la toma de un 44,65% de manos de los fondos InfraRed, Northleaf y Star America, subiendo a una posición de control del 66,27%.
La inversión ha ascendido a 900 millones de euros y el periodo de operación alcanza los 52 años. ACS entró en esta concesión en febrero de 2015.
La empresa que preside Florentino Pérez reafirma su interés estratégico por EE UU, donde reúne seis concesiones con una inversión gestionada de 6.000 millones. Su foco está en la operación de autopistas tras la venta del área de Servicios Industriales a la francesa Vinci.
El cierre de la operación está sujeto al visto bueno del Departamento de Transportes de Texas (TxDOT), así como de los financiadores del proyecto. El activo contó con aportaciones del estado de Texas y un préstamo Tifia del Gobierno Federal.
El contrato de concesión incluyó siete años atrás el diseño, financiación, construcción, explotación y mantenimiento de una infraestructura de pago anexa a la SH-288, ejecutada en la mediana, con Iridium y la constructora Dragados USA como representantes del grupo ACS.
La inversión fue realizada sobre un trazado de 16,5 kilómetros y dos carriles adicionales por sentido en una de las vías más congestionadas de Texas. Tras ello, ACS se puso al frente de la vía de pago y de los cuatro carriles libres de tarificación que ya prestaban servicio en cada sentido de la circulación y que tuvo que remodelar.
La firma ha destacado este proyecto como una de las obras más relevantes en el entorno de Houston. La apertura al tráfico de los carriles de pago se produjo en 2020 y hoy captan unos 14.000 vehículos de los 160.000 que transitan el corredor a diario. Quienes optan por los carriles rápidos pagan una tarifa dinámica que se establece en función del nivel de congestión.
La recaudación del peaje se realiza a través de un sistema de cobro electrónico tipo Free Flow, con el que se evita la parada ante una barrera.