El metaverso y el reto de una logística ‘multidimensional’
Aunque pueda parecer que lo que suceda en este entorno es ajeno al mundo físico, vamos a encontrarnos con productos que funcionan igual
Hace unos años nos hubiera sorprendido que la economía de un universo paralelo fuera algo presente en nuestras vidas. Aunque el metaverso suena como nuevo, ya esta presente en nuestras vidas sin habernos dado cuenta. Universos como Fortnite, World of Warcraft, Roblox son ejemplos dentro del mundo del 'gaming' en el que poder empezar a vislumbrar esta nueva realidad. Una realidad en la que compramos bienes para el mundo virtual o el mundo real indistintamente y que genera nuevos retos logísticos.
Existen muchas dudas en torno a la irrupción del metaverso, sobre su aplicación, su integración en el mundo que hoy conocemos como “convencional” o el proceso de transformación que tendrán que experimentar las empresas para subirse a la ola de la virtualidad. No obstante, una de las pocas certezas que existen en torno a este mundo paralelo es que ha llegado para quedarse y que abre una nueva vía de negocio o mercado, por el momento, desconocido y en proceso de exploración por las empresas.
No solo tendremos la posibilidad de adquirir los productos en la calle o en la web, sino que el metaverso supone la apertura de nuevas vías de interacción entre personas y marcas que cuestionan como serán esos hábitos de consumo y en la forma de operar de una logística adaptada a esa nueva realidad.
La irrupción de este nuevo mercado se espera que se provoque una nueva oferta, a la que el sector logístico tendrá que hacer frente con un nuevo modelo, basado en puntos capaces de producir o finalizar una personalización y de servir a una gran zona con rapidez. Una nueva oportunidad para la logística, como sector vertebrador y vinculador de las empresas.
El metaverso abre un nuevo canal de conexión entre empresas y sus clientes. Los usuarios serán seducidos por nuevas experiencias de compra, utilizarán criptomonedas para comprar y la logística tendrá que asegurar que reciban los productos en el universo que elijan.
Existirá una cadena de suministro puramente virtual, si bien ambos universos estarán conectados y serán permeables. Podremos comprar en el mundo físico bienes virtuales y habrá que gestionar los flujos entre el consumo y la producción virtual, así como podremos contratar en el mundo virtual bienes a consumir en el entorno real. Existen ya casos en ambos sentidos. Podemos comprar la camiseta virtual de nuestro equipo de futbol como un activo digital certificado único o encargar comida a domicilio que se paga con monedas virtuales… Cuál será el papel de los agentes logísticos en cualquiera de estos mundos es actualmente una incógnita, pero sin duda habrá una necesidad de asegurar el aprovisionamiento, el suministro y sobre todo la trazabilidad de los procesos en ambos entornos.
Aunque pudiera parecer que lo que sucede en el metaverso es una tarea ajena al mundo físico, actualmente nos vamos a encontrar productos en el mundo virtual que funcionan de la misma forma que el mundo real. Como ejemplo, ya existen obras de arte virtuales aseguradas, una práctica que podría ser extrapolada a otros productos y servicios en el metaverso. Otra de las grandes posibilidades que trae consigo este nuevo entorno es la hiperpersonalización. Las empresas no solo verán multiplicadas sus opciones en el mundo virtual, sino que sus usuarios tendrán la capacidad de personalizar sus productos y dar lugar a una infinidad de variaciones, incluso nuevos productos a través de experiencias muy cercanas a la realidad gracias a la evolución de la tecnología. De la capacidad de las marcas de dar respuesta a esa demanda ultrapersonalizada dependerá el aprovechamiento de ese nicho de negocio. Imaginemos que los amantes de las zapatillas de baloncesto las personalizaran y recibieran en sus casas, o pudieran compartir esos diseños con otros usuarios… las posibilidades que se abren son infinitas.
Otro de los importantes potenciales del multiverso es el uso de los gemelos digitales para analizar el comportamiento de aplicaciones industriales: hacer uso de datos del mundo real para recrear simulaciones que dan lugar a predicciones sobre productos o procesos. En este sentido, unido a la inteligencia artificial, en el sector logístico puede permitir la mejora del sistema u optimizar el funcionamiento del almacén y la cadena de suministro. Además, nuestra presencia en este mundo virtual puede ayudarnos a implementar de forma más eficaz cualquier mejora en las instalaciones, acelerar la formación de los usuarios, etc. aprovechando un entorno virtual idéntico al real sobre el que trabajar.
Trabajando en el metaverso no hay necesidad de desplazarse y podríamos llevar a cabo actividades como visitas virtuales de almacenes o jornadas de formación en el mundo virtual. Esto es importante para sectores como el nuestro, marcado por la estacionalidad y los picos de trabajo, donde los procesos de formación de los nuevos operarios suelen ser largos y costosos.
Después de afrontar una pandemia mundial, de distribuir vacunas en tiempo récord, garantizar el abastecimiento en tiempos de guerra, o convivir con la transformación digital, podemos tener cierta tranquilidad de que la logística estará preparada para adaptarse a la revolución que el metaverso supondrá en nuestra forma de vivir, de comprar y de abastecernos.
Ignacio García Vicente es Director de Ventas de Generix