Pelosi desoye la amenaza de China y se disparan las tensiones con EE UU
La presidenta del Congreso visita Taiwán y Pekín lanza una respuesta militar
“Los que juegan con fuego se acaban quemando”, fue la advertencia del presidente chino, Xi Jinping, a Estados Unidos, ante su intención de estrechar relaciones con Taiwán, cuya soberanía reclama Pekín. Pero, desoyendo las amenazas, la presidenta de la Cámara de Representantes de EE UU, Nancy Pelosi, aterrizó ayer en la isla, en una visita que, aunque calificada de no oficial por la Administración Biden, tuvo una bienvenida de altura. Desde lo más alto de la capital, el rascacielos Taipei 101 se iluminó con un mensaje claro: “La amistad entre Estados Unidos y Taiwán siempre será firme”.
La de Pelosi es la visita de mayor nivel por parte de un representante estadounidense desde 1997, un movimiento que ha sido recibido por el Gobierno chino como “una gran provocación política”, según aseguró ayer en un comunicado.
La respuesta de Pekín fue inmediata. Prohibió desde ayer la importación de cientos de productos alimentarios taiwaneses y anunció un despliegue militar que incluye el cierre de áreas marítimas por maniobras navales en el Mar de China Meridional y en el de Bohai.
It is my great and humble privilege to accept on behalf of the Congress the Order of Propitious Clouds with Special Grand Cordon: a symbol of America’s strong and enduring friendship with Taiwan.
— Nancy Pelosi (@SpeakerPelosi) August 3, 2022
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El Gobierno chino califica la visita de “gran provocación política”
En concreto, minutos después del aterrizaje de la segunda en la línea de sucesión a la Casa Blanca en tierras taiwanesas, el Ministerio de Defensa de China lanzó un aviso sobre una serie de “maniobras militares dirigidas” con el objetivo de “defender decididamente la soberanía nacional y la integridad territorial del país”.
El Teatro de Operaciones del Este del Ejército Popular de Liberación (Ejército chino), notificó a su vez la organización de maniobras militares marítimas y aéreas en el norte, suroeste y sureste de Taiwán que comenzaron ayer por la noche.
Según la agencia estatal Xinhua, las maniobras comprenden prácticas con fuego real e incluyen el cierre del espacio marítimo y aéreo en dichas zonas.
Además, la página web de la Presidencia de Taiwán sufrió un ataque informático externo que la dejó fuera de servicio durante unos veinte minutos, aunque su funcionamiento pudo ser recuperado horas después, según el portavoz de la Oficina Presidencial, Xavier Chang, citado por la agencia oficial taiwanesa CNA.
El Gobierno estadounidense también sugirió a Pelosi sacar a Taiwán de su gira por Asía-Pacífico, pero su esfuerzo infructuoso no fue bien visto por China. Al contrario, la Cancillería china interpretó la visita como una decisión abierta de Estados Unidos de romper su compromiso de limitar a “relaciones no oficiales” sus contactos con Taiwán y reiteró que China “siempre se ha opuesto a que congresistas estadounidenses visiten Taiwán”, acciones que, según Pekín, “el ejecutivo estadounidense tiene la responsabilidad de impedir”.
Pekín reclama la soberanía de la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949.