Ópticas Cottet, un histórico de las gafas que no renuncia a la moda
Planean expandirse con veinte centros propios en los próximos cinco años y diez franquicias en tres La compañía cumple 120 años de historia, en los que se han sobrepuesto a la Guerra Civil española y la crisis sanitaria
En una actividad como la óptica, donde cinco gigantes copan la amplia mayoría del mercado (Luxottica, Safilo, Marchon, Marcolin y De Rigo), mantener un negocio que destaca por su trato cercano y personalizado con el cliente es toda una rareza.
Este año se cumplen 120 años de la primera tienda Cottet, abierta en Portal del Ángel, Barcelona. En los últimos 15 años, la empresa decidió dividir su negocio mediante la apertura de 10 tiendas Cottet Sol y 15 centros Cottet Audio. Sin embargo, Cottet Sol fue vendido a SunglassHut en 2014, y Cottet Audio fue adquirido por el líder en audiología Demant en 2020. “Decidimos apostar al 100% por nuestro negocio de óptica y audiología. Nos gustaría volver a tener lo antes posible la misma facturación que teníamos antes de vender estas 25 tiendas”, cuenta Javier Cottet, presidente de la empresa.
En el mundo militar hay lentillas que toman los datos del ojo y se los envía a tu médico. Este tipo de avances llegarán pronto al mundo civil
Javier Cottet, presidente de ópticas cottet
Los resultados de la compañía ascendían entonces a 30 millones de euros anuales pero, tras la venta de las tiendas Cottet Sol y Cottet Audio y la crisis sanitaria, la cifra ha descendido a 20 millones en 2022. Pero, aunque la facturación global haya disminuido, las ventas por tienda son superiores a lo registrado en 2019. En el caso de los costes de producción, el sector de la óptica no ha sufrido especialmente, aunque están empezando a acusar el encarecimiento de los suministros eléctricos, el transporte y la subida del alquiler de los locales.
Además, la crisis inflacionista en ciernes dificulta realizar previsiones para el último trimestre: “Nosotros somos moderadamente optimistas. El turismo no deja de ser un 20%-25% del PIB nacional, por lo que creo que deberíamos intentar potenciarlo, y de eso tirará el resto de sectores”.
Planes de expansión
Cottet plantea expandirse con 20 centros propios en cinco años y con 10 franquicias en los próximos tres. Todos ellos están proyectados a escala nacional, a expensas de que lleguen a buen puerto las negociaciones para abrir centros en un futuro fuera de las fronteras de España. “Estamos en conversaciones desde hace un tiempo con empresarios de Portugal. A nivel de retail, tiene ciudades que están funcionando bastante bien”. En el pasado también trataron de llevar el negocio a Latinoamérica: “Hemos hablado con empresarios de diferentes países de Sudamérica, pero somos una empresa donde preferimos hacer pocas cosas, pero hacerlas bien, a hacer muchas y que alguna te salga mal”, señala. Mantienen la vista en el mercado latinoamericano, pero sin previsiones a corto plazo. Con los centros y franquicias nuevas, la familia Cottet pasará de 240 a 340 empleados, aproximadamente.
“Nuestro objetivo es que, cada vez que una persona entre en una tienda Cottet, le solucionemos sus problemas. Ya sea que necesite unas gafas de sol para sus vacaciones, o que le duela la cabeza cuando lleve un rato leyendo. Siempre intentamos ponernos en la situación del cliente”, explica Cottet.
Inicios
La historia de este negocio familiar se remonta al 1840 con la fábrica de monturas Cottet Frères. Situada en Morez du Jurá, Francia, diseñaban, producían y vendían monturas al canal multimarca. En 1888, Constantino Cottet decidió visitar la Exposición Universal de Barcelona para exponer su colección de monturas, pero se quedó prendado de la ciudad y decidió trasladar allí el negocio. Durante años, la tienda de Portal del Ángel fue una óptica de referencia en Europa. En 1930, abrieron la primera tienda en Madrid, en pleno corazón de la capital.
Sin embargo, la irrupción de la Guerra Civil casi termina con el legado que la familia había iniciado. Para poder sobrevivir, aprovecharon su experiencia en el mundo de la óptica y decidieron crear en Sevilla la Industria Nacional de Óptica en 1937, más conocida como INDO. En 2015, fue adquirida por un fondo de inversión privado. El pasado mes de mayo, INDO fue comprada por Rodenstock.
En los años cincuenta y sesenta, la mejora en el nivel de vida de la población y la evolución de la industria óptica permite a Cottet expandirse, alcanzando cuatro tiendas en Madrid y dos en Cataluña. Además, se introduce la moda en el sector, trayendo modelos de gafas novedosos y atrevidos.
Avances tecnológicos
La cifra
30 millones de euros anuales facturaba la empresa antes de la venta de sus tiendas Cottet Sol y Cottet Audio.Tras las desinversiones, la compañía ha bajado su facturación y la previsión para 2022 es de 20 millones de euros. Mediante sus planes de expansión buscan recuperar la misma cifra de negocio que tenían antes de deshacerse de estas tiendas. De momento, ya han conseguido sobreponerse a la pandemia, superando las ventas por tienda que ostentaban en el año 2019.
La producción oftalmológica no ha cambiado mucho desde entonces. “Son los mismos productos, aunque con diferentes formas y colores, pero se sigue fabricando igual que en aquellos años”.
El 95% de la fabricación mundial de lentes es realizada con plásticos de alta calidad: uno es el policarbonato, y otro es el CR-39, un plástico de mayor calidad óptica. En el caso de las monturas, suelen ser de metal, acero, titanio, plásticos, o acetato. Esto lleva siendo así desde los años sesenta y setenta.
Sin embargo, el sector prevé que en breve se incorporarán innovaciones tecnológicas. Avances ante los que la familia Cottet se mantiene atenta. “En el mundo militar ya se están viendo lentillas que permiten tomar los datos del paciente. Cuando las pones en un recipiente, envía tus datos a tu médico vía Bluetooth. O gafas de sol que tienen una lente fotocromática que en milésimas de segundo cambia de lente blanca a lente solar. En cuanto estos avances lleguen al mundo civil, las incorporaremos a nuestros productos”, espera.
Para diferenciar sus marcas de otras, apuestan por la calidad sin sacrificar la estética del producto. “La gente debe ver bien con nuestras gafas. Eso, por supuesto, combinado con un toque de moda. Siempre intentamos recordar a nuestros clientes que con las gafas tienes que sentirte guapo o guapa”, concluye.
Marcas propias
Cottet Barcelona. Es la marca icónica de la compañía. Alcanza a una amplia mayoría del público, con unos precios entre 60 y 140 euros.
Urban. Diseñada para el cliente infantil y juvenil. Sus modelos cuestan entre 20 y 40 euros. Son gafas con una calidad, diseño y precio correctos.
Lunnetier1840. Hace referencia a los orígenes franceses de Cottet de 1840. Son gafas de mayor calidad y estatus, para un público más maduro. Sus precios van entre 120 y 200 euros.