Los supervisores comatosos evocan el recuerdo de la Gran Recesión
El criptoprestamista Celsius se escabulló del control y las SPAC se desmoronan. Pero la policía financiera duerme.
Los vigilantes de la regulación están fallando en su ronda. El prestamista de criptomonedas Celsius Network se ha declarado en bancarrota, después de colarse por las grietas regulatorias federales y estatales. Los fracasos aislados no son lo suficientemente grandes como para ser sistémicos. Pero las empresas de adquisiciones especiales también se están viniendo abajo, y la gente sale perjudicada. En conjunto, estas quiebras traen recuerdos de la Gran Recesión.
En torno a 2 billones de dólares de valor de mercado se han borrado de las criptodivisas desde noviembre, y Celsius anunció el miércoles que se había declarado en bancarrota tras congelar las retiradas de los clientes en junio. La empresa que presta contra activos digitales creció rápidamente ofreciendo rendimientos de dos dígitos a los depositantes. Pero los préstamos tenían una garantía inestable detrás, como el volátil bitcóin.
Las dudas sobre la jurisdicción reguladora han entorpecido el proceso de implantación de cualquier barrera de protección real. La Comisión del Mercado de Valores estadounidense (SEC por sus siglas en inglés) ha sido la más agresiva con las criptomonedas, pero probablemente necesitará que el Congreso le otorgue más poderes para supervisar, por ejemplo, los intercambios de activos digitales. Los legisladores discuten sobre qué agencia debe regular el sector, y algunos se inclinan por la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas.
Las criptodivisas no son la única clase de activo especulativo que está resquebrajándose. El minorista de telefonía móvil Enjoy Technology se declaró en bancarrota el mes pasado después de salir a bolsa por medio de una empresa de cheque en blanco. La SEC tiene propuestas para controlar el mercado, pero no se han concretado.
Los bancos que se estrellaron durante la crisis financiera también tuvieron una supervisión irregular. Lehman Brothers y Bear Stearns estaban entre las empresas que no estaban reguladas por la Reserva Federal porque no se consideraban bancos comerciales, mientras que la supervisión por parte de la SEC era muy leve.
Y sin embargo hubo múltiples avisos, desde las calificaciones crediticias defectuosas hasta el apalancamiento mal gestionado y los incentivos mal alineados, lo que provocó que varios organismos de control señalaran con el dedo. Al igual que entonces, los problemas en el sector de las criptomonedas y en otros sectores se amontonan, pero nadie se hace cargo.