El alza del precio de la energía dispara el déficit comercial y lo devuelve a niveles de 2008
El saldo negativo se quintuplicó en doce meses y diluye el récord exportador
La economía española sigue profundizando en la paradoja que vive el sector exterior desde hace varios trimestres. Las exportaciones de bienes baten cada mes un récord histórico que se diluye en el contexto inflacionista de los últimos meses y que penaliza fundamentalmente a España frente a otras naciones por su mayor dependencia del exterior para autoabastecerse de energía. Una tendencia que ya se venía palpando en los últimos meses y que ha despuntado con fuerza en abril.
Las importaciones de energía (petróleo, gas, carbón y electricidad) casi se triplicaron en el primer cuatrimestre de 2022, pasando de 11.390 a 27.550 millones de euros en doce meses, mientras que las exportaciones fueron de 11.395 millones de euros, lo que arrojó un déficit comercial de 16.155 millones y supuso el 74% del total del saldo negativo acumulado. La carestía no se ha limitado al petróleo, cuyas importaciones se duplicaron hasta los 17.239 millones, si no que ha sido todavía más exagerada en el gas, al multiplicarse 4,5 veces el coste de las compras al exterior, pasando de 1.780 a 8.132 millones, mientras que las importaciones de carbón y electricidad también se multiplicaron por 3 veces.
En total, la diferencia negativa entre exportaciones e importaciones de España se quintuplicó en el primer cuatrimestre desde los 4.560 millones de 2021 a los 21.810 millones de euros, lo que supone volver a niveles de 2008 y es una señal de desaceleración por la tormenta perfecta en la que han confluído la carestía de las materias primas y las dificultades de financiación para las empresas.
Todo ello pese a que las exportaciones tocaron máximos históricos en el primer cuatrimestre. Las ventas de bienes superaron los 120.000 millones de euros, con la química y los alimentos tirando con fuerza y anotándose los dos primeros puestos por exportaciones, con una cuota del 18,7% sobre el total (22.659 millones) para la química y del 17,4% para la alimentación (21.602 millones). Por partidas, la más importante en química fue la de los medicamentos, con 8.130 millones en ventas al exterior, un 6,7% del total de España, mientras que en la alimentación sobresalieron frutas, legumbres y hortalizas, con un 6,8% del total.
Declive de la automoción
El sector que no levanta cabeza es el de automoción, que en el primer cuatrimestre quedó relegado a la quinta posición, con 13.944 millones de euros, lo que supuso un 11,5% del total, por detrás de productos químicos (18,7%), alimentación (17,4%), bienes de equipo (16,4%) y semimanufacturas no químicas (11,6%). Los datos que maneja la patronal Anfac revelan que en el primer cuatrimestre la producción de vehículos registró una significativa caída del 15,4% hasta las 718.850 unidades fabricadas. Por su parte, las exportaciones retrocedieron un 16,1% anual, con 609.369 vehículos enviados a otro país. Desde Anfac subrayan que los grandes mercados compradores “siguen registrando unas cifras de ventas muy bajas y continúan sin recuperar los niveles de matriculación previos a la pandemia”.
Alimentación y química concentran sus ventas en la UE
Los dos sectores más exportadores de España (alimentación y química) en el primer cuatrimestre optaron por refugiarse en la Unión Europea en un escenario de inestabilidad internacional.
Las exportaciones de alimentación, bebidas y tabaco crecieron un 10,9% interanual, debido al aumento en las ventas de frutas, hortalizas y legumbres a Países Bajos, Italia y, en menor medida, Francia y Polonia; y de aceites y grasas (0,5 puntos) a Italia, Países Bajos, Francia y EE UU.
Por su parte, las exportaciones de productos químicos se dispararon un 45,2% interanual, debido fundamentalmente a las mayores ventas de medicamentos, sobre todo a Bélgica y, a gran distancia, Suiza, Alemania y Países Bajos. También contribuyó la mayor venta de plástico a Francia, Italia, Portugal y Alemania.