Merlin cierra la venta de 659 oficinas bancarias a BBVA por 1.987 millones
Las oficinas vuelven al perímetro de la entidad financiera tras el visto bueno de la CNMC a la operación
La socimi Merlin Properties ha cerrado la operación de venta 659 oficinas de BBVA al banco presidido por Carlos Torres después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) haya autorizado la operación, según comunicó la inmobiliaria este miércoles en un documento remitido a la CNMV.
La venta se hace con el traspaso de la sociedad Tree Inversiones Inmobiliarias, dueña de esos activos alquilados a BBVA, a la entidad financiera. El banco se hace con 659 oficinas bancarias y tres edificios singulares por 1.987 millones de euros.
La socimi comunicó en abril el acuerdo que había alcanzado con el banco. Las oficinas vuelven al perímetro de BBVA después de haberlas traspasado hace más de una década. Esos activos estaban alquilados a la entidad financiera hasta 2040.
BBVA calcula que la operación tenga un consumo inicial de siete puntos básicos en su capital y genere un impacto neto negativo inicial en la cuenta de resultados de aproximadamente 200 millones, según informó cuando se conoció la operación. Pero el banco entiende que este impacto se verá más que compensado por los ahorros acumulados esperados tras la ejecución de esta transacción.
La operación genera ahorros económicos para la entidad financiera de aquí hasta la fecha en que terminaba el acuerdo, en 2040, en un contexto de creciente inflación (el contrato actual incluye una cláusula según la cual las rentas de alquiler se ajustan anualmente a 1,5 veces la inflación).
El destino fundamental de esos 1.987 millones que entrarán en la caja de Merlin se encamina a pagar deuda. Por un lado, la socimi utilizará 699 millones para cancelar el crédito hipotecario (667 millones) vinculado a estas oficinas bancarias e instrumentos derivados (22 millones). Además, 970 millones pasan a la caja con la intención de reducir el pasivo. Así, en conjunto, la deuda neta pasará de 5.247 millones a 3.610 millones. De esta forma, su loan to value (o ratio de apalancamiento respecto al valor de los activos) se reducirá drásticamente desde el 39,2% al 32%.
Los accionistas también se llevarán parte de los resultados de esta venta, ya que la inmobiliaria repartirá un dividendo extraordinario de 315 millones (0,67 euros por acción), obligada por la norma que regula a las socimis.
La compañía también verá reducidas sus rentas en 83,6 millones al año, al descontar los pagos por alquileres de BBVA. La cartera de la socimi generará 430 millones en alquileres, por lo que verá rebajado en un 15,5% su negocio.
Una de las consecuencias inmediatas de la operación –que está prevista que se cierre en junio– es que la compañía pierde volumen. De los 13.041 millones de valor de su cartera de propiedades a cierre de 2021, pasará a 11.268 millones. De esta forma, dejará de ser la mayor española por tamaño de su portfolio, ya que Inmobiliaria Colonial actualmente dispone de 12.436 millones en propiedades (gran parte en París a través de SFL)