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Crónica de Bolsa

La decisión del BCE dispara las rentabilidades de la deuda y acelera las pérdidas de las Bolsas

El selectivo español retrocede un 1,49% y se despide de los 8.800 puntos

La nueva hoja de ruta dada a conocer por el BCE ayuda a despejar las dudas. Aunque el endurecimiento del tono no era lo que más ansiaban los inversores, fue suficiente para acabar con la inactividad que vivían los mercados en las últimas jornadas. Las ventas se apoderaron de las Bolsa y la renta fija. En sintonía con el resto de índices europeos, el Ibex 35 retrocedió un 1,49%. El selectivo español pierde los 8.800 puntos y dice adiós a las ganancias en el año.

Además de numerosos, algunos de los recortes registrados por los integrantes del Ibex 35 fueron abultados. Aunque los bancos llevan clamando años por el fin de los tipos cero, hoy pesaron más los temores a una recesión. Con una caída del 4,69%, BBVA se erigió como la cotizada con peor desempeño. Santander no escapó a las ventas, pero el descenso fue más moderado (-2,65%). Por contra las entidades domésticas, más dependientes de los tipos de interés, recibieron los mensajes con alivio. Sabadell sumó un 1,1%; Bankinter, un 1% y CaixaBank concluyó en tablas.

Junto a las dos grandes entidades españolas, ArcerlorMittal (-4,42%), ACS (-4,36%) y Fluidra (-4,13%) fueron los valores con peor desempaño, unas caídas que obedecen a los temores de recesión, el aumento de los costes de financiación y el caso de la firma que preside Florentino Pérez, a los descensos de Hochtief. La filial alemana bajó un 5,59% tras anunciar una ampliación de capital de 425 millones.

Las Bolsas aceleran las pérdidas

Las caídas de las Bolsas y en especial de los índices de la zona euro fueron generalizados. El Cac francés bajó un 1,4%; el Dax alemán, un 1,71% con el Mib italiano como el peor índice (-1,9%). Las subidas de tipos amenazan con disparar los costes de financiación y acelerar la fragmentación entre los países. De nuevo, la periferia vuelve a situarse en la diana. Los desequilibrios económicos que siguen acumulando los países del sur de Europa, con la abultada deuda como uno de los grandes problemas, amenazan con socavar la delicada estabilidad financiera.

Como sucedió en las Bolsas, en el mercado deuda los grandes perjudicados fueron los bonos soberanos periféricos. Con un alza de 14 puntos básicos, la mayor subida diaria en abril, la deuda española a 10 años cerró en 2,62%, máximos de agosto de 2014. Por su parte, el bono italiano al mismo plazo avanzó 23 puntos básicos, hasta el 3,6%, niveles de noviembre de 2018 cuando la comisión europea tumbó por segunda vez los presupuestos del país para 2019. Ni siquiera los países catalogados como core escaparon al repunte de los rendimientos. El bono alemán subió al 1,43%, máximos de mayo de 2014.

Más acusados fueron los ascensos en los plazos cortos, los más sensibles a la subida de tipos. La deuda germana a dos años repuntó al 0,83%, niveles de 2011. Los mayores repuntes de la deuda periférica se traducen en una ampliación de las primas de riesgo. La española se sitúa al filo de los 120 puntos básicos, con la italiana en los 217.

Silvia Dall’Angelo, economista senior de Federated Hermes Limited, cree que tiene sentido que Lagarde se embarque en una normalización gradual, pero el proceso no “será un camino de rosas”. El BCE tendrá que caminar por una línea muy fina ante una disyuntiva de crecimiento-inflación adversa. “Si bien la inflación podría resultar más sólida y generalizada de lo previsto, lo que exigiría una respuesta más agresiva, los riesgos a la baja siguen dominando las perspectivas económicas. A medida que aumenten los tipos de interés, es probable que surja una fragmentación del mercado y que los bonos soberanos periféricos sufran una presión adicional”, remarca.

El endurecimiento del mensaje por parte del BCE sirvió para que el euro repuntase a los 1,077 dólares intradía. No obstante, al cierre de los mercados europeos corrigió a los 1,0637 billetes verdes. Desde Ebury señalan que la venta del euro que ha sucedido a la declaración del BCE tiene mucho que ver con “otra actuación poco convincente de la presidenta Lagarde, que durante su rueda de prensa no ha aclarado cómo piensa el BCE evitar la fragmentación de los mercados de bonos europeos”. A pesar de este recorte, los expertos creen que la moneda única se puede mantener en una buena posición en los próximos días, ya que los inversores aumentan las apuestas a favor de unos tipos más altos hasta finales de año.

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