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La CNMV europea urge a estrechar el control de costes ocultos en fondos de inversión

Algunas gestoras cargan gastos indebidos a los clientes

Costes fondos de inversión
Infografía: Belén Trincado
Miguel Moreno Mendieta

El supervisor europeo de los mercados financieros (ESMA, por sus siglas en inglés) reclama la necesidad de aumentar los controles sobre los costes ocultos e indebidos en los que incurren algunos fondos de inversión. ESMA ha pedido a las autoridades nacionales que tomen medidas específicas para atajar este problema.

Los fondos son vehículos de inversión colectiva cuya administración realiza una gestora. Los dueños del fondo (ya sean pequeños clientes o institucionales) pagan diferentes comisiones: de contratación, de reembolso, de depositaría... y, sobre todo, de gestión. Estos cargos no se abonan explícitamente, sino que la gestora los va descontando diariamente del patrimonio del fondo. A mayores comisiones, menor rentabilidad.

Además de estos gastos, los fondos tienen otros costes que también asume el propio vehículo y que son menos evidentes. Es el caso de los gastos de corretaje (lo que tiene que pagar a los brókers por comprar y vender acciones, bonos o derivados financieros); los costes por cambio de divisas; los costes administrativos (auditorías, tasas de la CNMV...).

Ahora bien, las gestoras tienen un cierto margen para aplicar a los fondos algunos gastos que están más ligados al funcionamiento de la entidad. Un claro ejemplo son los costes de análisis (lo que se paga a empresas que analizan sectores o que proveen datos para analizar países). Hasta hace unos años, estos costes los asumía la propia gestora, pero ahora cada vez más se distribuyen entre los diferentes fondos de la firma.

Lo que deben controlar las autoridades

 

Análisis. Los grandes bancos británicos, suizos y estadounidenses tienen importantes departamentos de análisis. Emiten informes sobre compañías, sectores, situaciones políticas, mercados... para ayudar a los gestores a tomar sus decisiones de inversión. El problema es cómo se calcula el coste de estos servicios. Muy a menudo están vinculados con la operativa que tiene la gestora en la compraventa de valores, en la contratación de coberturas o en la inversión en fondos de estas firmas. Para poder cargar los costes directamente a los fondos, las gestoras deben justificar bien el precio y demostrar que esos análisis son valiosos para la gestión.

Operativa. Es también frecuente que haya denuncias dentro del sector porque los gestores de fondos realizan unos movimientos excesivos dentro de sus carteras para así aportar más negocio a los brókers con los que tienen más relación, sin que esa compraventa de títulos aporte un valor añadido a los partícipes del vehículo.

 

La ESMA recuerda en un informe publicado recientemente que “es fundamental que los supervisores nacionales monitoricen la prohibición de no cargar en los fondos costes indebidos”, un ámbito en el que considera que hay un importante espacio para mejorar las prácticas.

El supervisor europeo de los mercados ha constatado que hay una importante dispersión entre países a la hora de tasar claramente que gastos puede o no puede cargar directamente el fondo de inversión contra su patrimonio.

En su informe, también señala que una de las situaciones que genera más conflictos son las delegaciones de fondos. Con este sistema, la gestora encargada de administrar el vehículo firma un contrato con otra firma (que puede ser una agencia de valores) para que se haga cargo de gestionar el fondo. “En estos casos hemos visto que la tercera entidad acaba teniendo una gran discrecionalidad en los costes que llega a aplicar al fondo”.

Otro de los problemas señalados por ESMA son los conflictos de interés que se generan con algunos gastos, especialmente en las relaciones entre diversas empresas de un grupo bancario. Los bancos tienen sus propias gestoras de activos que administran los fondos, pero quienes se encargan de venderlos son las redes comerciales, por lo que acaban pagándoles una parte de las comisiones de gestión. Además, pueden tener unidades de análisis que proveen informes para los gestores, o áreas de negociación de valores... lo que acaba generando situaciones delicadas sobre quién debe pagar la factura y cuál es su importe.

En cuanto a qué tipo de entidades suele tener mayores cargos de gastos indebidos, la ESMA ha concluido que suelen tratarse de gestoras de pequeño y mediano tamaño. Este tipo de entidades tienen que hacer cargo, proporcionalmente, a mayores gastos fijos, por lo que tienen mayores incentivos para pasar parte de estos costes a los fondos que gestionan. En las grandes firmas, tienen unos protocolos de gastos más establecidos y no están tan apuradas.

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.

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