El Ibex corta con tres semanas al alza y retrocede un 2,34%
Wall Street cierra con bajas; el Ftsee 100 de Londres sigue cerrado por festivo
Los expertos ya lo advertían, la recuperación desde los mínimos de mayo, aunque era abrumadora tenía pocos visos de ser sostenible. Una idea que se confirmó a lo largo de la semana, un periodo marcado por la caída de los volúmenes de negociación tras los festivos en Wall Street y la Bolsa británica. Los buenos datos del mercado laboral estadounidense, una de las variables más tenidas en cuenta por la Reserva Federal, no ayudaron a prolongar las subidas. Si hace una semana era la posibilidad de que la Fed hiciera una pausa a la subida de tipos en septiembre lo que aceleró las ganancias, ahora un eventual sobrecalentamiento de la economía justificaría una normalización más prolongada. Esto acrecienta los temores a una desaceleración y los inversores optan por plegar velas.
La apertura bajista de Wall Street acelera las caídas en el Viejo Continente. El Ibex 35 firmó el viernes su quinta sesión consecutiva a la baja (-0,22%) y amplía los descensos en las últimas cinco jornadas al 2,34%. El selectivo español pone freno a tres semanas consecutivas al alza y se sitúa por debajo de los 8.800 puntos. Con estos recortes la Bolsa española se aproxima a las pérdidas en lo que va de año, algo que ha venido haciendo en gran parte de 2022, un año marcado por la volatilidad, las tensiones inflacionistas y las expectativas de normalización monetaria, las tres grandes amenazas para la estabilidad de los mercados.
Los descensos el viernes tuvieron como claros protagonistas a las cotizadas cíclicas. Aunque Acerinox (-3,12%) fue la más bajista después de confirmar que está en conversaciones con Aperam para su fusión, el sector bancario junto a Amadeus (-1,67%) y Telefónica (-1%) fueron las firmas que más puntos restaron al Ibex 35. Santander cedió un 0,54%; BBVA, un 0,62%; CaixaBank, un 0,5%; Bankinter, un 1,08% y Sabadell, un 0,96%. En el lado opuesto se situaron Merlin Properties (1,35%), Repsol (1,34%), Colonial (1,23%) y Naturgy (1,08%).
El comportamiento del Ibex 35 se mantuvo en línea con el registrado por el resto de Bolsa europeas tanto el viernes como en la semana. En las últimas cinco jornadas el Cac francés cede un 0,47%; el Mib italiano, un 1,91% y el Euro Stoxx 50, un 0,66%.
Al cierre de Wall Street, el Dow Jones retrocedió un 1,05% y el Nasdaq, un 2,47%, en una jornada marcada por los datos de empleo público. En sintonía con la moderación que experimentó la encuesta de empleo privado, en mayo la economía estadounidense creó 390.000 empleos, 46.000 puestos de trabajos menos que el mes anterior, pero por encima de los 318.000 empleos que preveía el consenso de Bloomberg. La tasa de paro se mantiene sin cambios en el 3,6%, una décima más de lo esperado.
Aunque se trata de la primera desaceleración del mercado laboral desde que comenzó la recuperación, los inversores consideran que resulta insuficiente para que el banco central estadounidense se replantee moderar el mensaje. La idea de un aterrizaje suave se desvanece y como señala Yves Bozon, economista jefe de Julius Baer, se deja la puerta abierta a una recesión leve porque lo más importante ahora es controlar la inflación.
Los expertos de Natixis IM señala que los factores de riesgo se han ido acumulando, añadiendo más estrés al entorno de mercado mientras los responsables de las políticas monetarias consideran que las medidas acomodaticias amenazan el objetivo de estabilidad de precios a medio plazo. “Esto ha suscitado dudas sobre la capacidad de los bancos centrales para recuperar la estabilidad de precios sin frenar el crecimiento económico de forma excesiva. El tan anhelado aterrizaje suave depende en última instancia de las expectativas de inflación, el ciclo económico y las condiciones monetarias actuales”, apunta. El problema es que una cosa es la teoría y otra muy distinta la práctica porque como señalan los expertos cada vez que la Fed ha subido los tipos para reducir la inflación más de cuatro puntos porcentuales, la economía ha entrado en recesión, una idea que empieza a cobrar protagonismo y que explicaría la reacción bajista en las últimas jornadas.
Si complicado es el escenario que tiene por delante la institución que preside Jerome Powell peor aún resulta el que tiene que afrontar el BCE. El repunte de la actividad que se esperaba en la eurozona se ha visto ensombrecido por la guerra en Ucrania. “La naturaleza de la inflación europea es lo que hace que los responsables del BCE se enfrenten a un reto más complicado. Creemos que las perspectivas económicas de la eurozona se han deteriorado definitivamente por las perturbaciones causadas por el conflicto y la depreciación del euro no está aportando ninguna ayuda”, subrayan desde Natixis IM. A pesar de la incertidumbre Christine Lagarde se muestra decidida a acabar con los tipos cero en marzo. Esto sirve de impulso a las rentabilidades de la deuda. El bono español a 10 años sube al 2,4% y marca máximos de agosto de 2014, mientras la deuda italiana al mismo plazo repunta al 3,4%, niveles de noviembre de 2018 y la alemana al 1,27%, cotas de junio de 2014.
Los precios del petróleo, una de las variables que más impacto está teniendo en la inflación, no ayuda a dar un respiro a las expectativas de normalización monetaria. Esta vez el acuerdo de la OPEP y sus aliados, entre los que todavía se encuentra Rusia, acordaron aumentar la producción en 648.000 barriles por día en julio y en agosto, frente a los 432.000 previstos anteriormente. Aunque este pacto debería ayudar a frenar las subidas del oro negro, desde Macroyield señala que los inversores están cotizando la idea de que la mayor parte de los países de la OPEP podrían no poder cumplir con este acuerdo. Solo la posibilidad de que Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos suplan el puesto dejado por otros ayudaría a insuflar algo optimismo a los inversores porque en el resto de los países, la gran mayoría está encontrando ya problemas para cumplir con los compromisos de producción adquiridos. El Brent sumó el viernes un 2,4% y alcanzó los 120,4 dólares. A pesa de las dudas, el crudo de referencia en Europa continúa estando un 6,5% por debajo de los máximos de 127,88 dólares que registró en las sesiones posteriores la invasión de Ucrania.