Sin Sandberg, Facebook es más concepto que empresa
Aunque con ella también sufría problemas, al menos tenía un modelo de negocio y alguien que lo vendía a los inversores
La salida de Sheryl Sandberg de Meta Platforms llega en un mal momento para la matriz de Facebook. Aunque la red social tenía problemas bajo su directora de operaciones saliente, al menos tenía un modelo de negocio y un ejecutivo de alto nivel que podía vendérselo a los inversores. Ambas cosas serán difíciles de reemplazar para el cofundador Mark Zuckerberg, cuyas ambiciones van en direcciones más abstractas.
Desde que Sandberg empezó a trabajar en la empresa en 2008, Facebook ha crecido de forma prodigiosa: de los 272 millones de dólares de ingresos de entonces a los 118.000 millones del año pasado. Ello se debe principalmente a la venta de publicidad. Antes de incorporarse a la empresa, Sandberg había estado a cargo de las ventas online en Google, de Alphabet. También ayudó a Facebook a sortear el boicot de grandes empresas como Ford Motor y Adidas en 2020 sin que los ingresos se redujeran, y el golpe del Covid-19. Facebook está ahora justo por detrás de Google en la cuota de mercado de la publicidad online en Estados Unidos, con un 24%, según eMarketer.
Pero los retos han aumentado bajo su mirada. En primer lugar, ese motor publicitario ya se está ralentizando. La firma de investigación MoffettNathanson calcula que las ventas de publicidad en línea de Google aumentarán un 16% este año, mientras que se espera que Facebook se quede en un 2%. La empresa ha ralentizado la contratación y la inversión, y se enfrenta a la creciente competencia –tanto de anuncios como de usuarios– de la empresa china TikTok.
Sandberg y Zuckerberg no consiguieron evitar que su plataforma se utilizara para la injerencia extranjera en las elecciones estadounidenses y la planificación de los disturbios del año pasado en el Capitolio. La base de usuarios de Facebook también se contrajo por primera vez en la historia a finales de 2021.
Sandberg se lleva dos cosas que Meta aún necesita. Una es la experiencia en Washington: fue jefa de personal del ex secretario del Tesoro Larry Summers y adoptó un enfoque práctico para relacionarse con los reguladores, aunque eso no impidió que Facebook fuera uno de sus objetivos.
La otra es la credibilidad financiera. La apuesta de Zuckerberg por las realidades aumentadas y virtuales es visionaria, pero muy incierta desde el punto de vista de los inversores. La compañía gastó 10.000 millones de dólares en el llamado metaverso en 2021 y dice que la unidad perderá dinero durante algún tiempo. El sustituto de Sandberg, Javier Oliván, es un experto en productos, no en finanzas.
Las acciones de Meta apenas se habían movido al final de la jornada del miércoles. Pero las acciones de la empresa ya han bajado más del 43% en el último año. El índice Nasdaq 100 ha bajado solo un 8% en ese tiempo, y las acciones de Alphabet solo la mitad. Eso demuestra que, aunque la salida de Sandberg no traiga consigo nuevos problemas, se marcha cuando la empresa aún carece de soluciones para los existentes.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías