Platinum y KPS se disputan Cepsa Química con ofertas a la baja
Las pujas se han reducido como consecuencia del alza del Brent y la guerra en Ucrania
La venta de la filial química de Cepsa es cosa de dos. Los fondos estadounidenses KPS y Platinum se han quedado solos en la puja y ya ultiman sus ofertas finales, según indican fuentes financieras. Las valoraciones, eso sí, están por debajo de las primeras tasaciones que manejaba Cepsa para este negocio, que superaban los 3.000 millones.
Cepsa encargó a finales del año pasado explorar soluciones por este negocio petroquímico. La petrolera pretende dejar atrás el lastre contaminante y virar su negocio a la energía verde, presionado por la decisión del mercado de financiar solo a las empresas no contaminantes.
Lanzó la venta de esta filial petroquímica –que en 2020 obtuvo un ebitda de 50 millones, un 45% superior a la cifra obtenida el año anterior– a principios de año. Y obtuvo ofertas de los fondos Platinum, KPS, Apollo, Lone Star y CVC, en alianza con Diamond Capital. También entró en la puja el gigante químico hindú Indorama.
En este proceso de venta se cruzó la guerra de Rusia en Ucrania. El conflicto ha disparado el precio del petróleo, que cotiza por encima de los 100 dólares. Y ha dado la vuelta el negocio de compañías que producen productos derivados del crudo, como este negocio de Cepsa. La compañía decidió entonces poner en suspenso la operación para tratar de recalcular el impacto de la guerra sobre las cuentas de la compañía.
Cuando lo reactivó, hace apenas unas semanas, el interés de los potenciales inversor era menor. De esta manera, solo los fondos KPS y Platinum se mantienen en la subasta. Y preparan sus ofertas vinculantes próximamente. Las valoraciones, eso sí, estarán considerablemente por debajo de los 3.000 millones que esperaba obtener Cepsa por esta filial, que en 2020 obtuvo unos ingresos de 2.547 millones, mientras que el beneficio neto fue de 157 millones.
Cepsa es uno de los líderes mundiales en la fabricación de productos químicos. Tiene una fuerte presencia internacional, en 16 países, y cuenta con siete plantas, ubicadas en España, Canadá, Brasil, Indonesia, Alemania y China.
Los dos fondos que siguen en liza están en plena expansión por España, tras años ajenos a este mercado. KPS adquirió el año pasado la antigua Mivisa, fabricante de latas para la alimentación con sede en Murcia. Platinum desembarcó en el mercado nacional en 2018, cuando adquirió a Portobello Iberconsa, la segunda pesquera española tras Pescanova. Pero realizó su gran operación el año pasado, cuando adquirió Urbaser al grupo chino CTNY por 3.500 millones. Recientemente también ha participado en importantes subastas de empresas españolas, como las del fabricante de motores para la aviación ITP o los satélites marítimos Satlink.
Papel de Cepsa
La operación se circunscribe en un giro de timón en el que se encuentra inmersa Cepsa. Su principal accionista, el fondo soberano de Abu Dabi Mubadala, trató de llevar de nuevo la petrolera a Bolsa en 2018, pero infructuosamente. Optó entonces por vender el 25% del capital al fondo de capital riesgo Carlyle.
Esta operación espoleó un cambio en la dirección de la compañía, comandada por el holandés Maarten Wetselaar desde el 1 de enero, en sustitución del francés Philippe Boisseau tras dos años en el cargo. El objetivo de este directivo, que proviene de la petrolera Shell, es apuntalar este giro verde. Su principal reto ahora es dar cuenta de él en la presentación del nuevo plan estratégico, previsto para este 2022. La opción de una salida a Bolsa, eso sí, sigue en liza, como así aseguró el propio Wetselaar en unas declaraciones recientes, si bien no puso una fecha concreta para abordar la operación.
“Cepsa y sus accionistas están revisando todas las opciones estratégicas del negocio de Química para acelerar su crecimiento y consolidar su posición de liderazgo global”, indica la compañía.