Aprobada una línea de avales para autónomos y pymes afectados por la guerra
El Gobierno ha dado luz verde a una nueva línea de avales de 5.000 millones
El Gobierno ha aprobado una línea de avales para los autónomos y las pymes afectados por los efectos de la guerra entre Ucrania y Rusia. La línea de avales, que contará con 5.000 millones de euros, forma parte del Plan de medidas de respuesta a la guerra que ha puesto en marcha el Gobierno.
El primer tramo de ayudas, esto es, los 5.000 millones de euros, los gestionará el Instituto de Crédito Oficial en colaboración con las Entidades Financieras. Los avales los pueden solicitar las empresas y autónomos afectados por la situación que se está viviendo en Ucrania. No obstante, la medida veta de poder solicitar la ayuda a los sectores financiero y de seguros.
Importes máximos a avalar
Los avales podrán solicitarse hasta el 1 de diciembre. Para ello tanto pymes como autónomos no deberán encontrarse en situación de morosidad en el momento de la solicitud. Además, los avales garantizarán el 80% de los nuevos préstamos de las operaciones solicitadas siendo el importe máximo a avalar de hasta 400.000 euros.
Por su parte, las empresas del sector primario, acuicultura y pesca podrán solicitar avales por valor de 35.000 euros. La vigencia de estos avales tendrá un plazo máximo de 10 años.
En el caso de que los préstamos que se soliciten sean de importes superiores, el aval deberá garantizar el 80% del importe del crédito para pymes y autónomos, mientras que para el resto de las empresas deberá garantizar hasta el 70% del importe. No obstante, según lo anunciado por el Gobierno el importe solicitado no podrá ser superior al 15% del volumen de negocios anual medio del beneficiario durante los tres últimos ejercicios o del 50% de los costes de la energía durante el año anterior a la solicitud del préstamo.
Los avales coincidirán también con el plazo de amortización de la operación que es de hasta ocho años.
Las operaciones tendrán un periodo de carencia de 12 meses. Asimismo, las entidades financieras tendrán que mantener abiertas las líneas de activo circulante de sus clientes hasta el 31 de diciembre de este año.