La calificadora DBRS ve un mayor riesgo de desequilibrios de las cuentas públicas de España
La inflación y la guerra empañan las perspectivas de crecimiento
La inflación persistente y la guerra en Ucrania han elevado las posibilidades que España presente desequilibrios en las cuentas públicas, así lo ha advertido este viernes la agencia canadiense de calificación DBRS Morningstar, que asegura que el principal riesgo a la baja de esta trayectoria fiscal está relacionado con la crisis geopolítica, en concreto con una posible interrupción del suministro del petróleo y gas ruso a Europa. La pandemia, y en particular las posibles disrupciones en el mercado por la política de covid cero de China, añade incertidumbre al entorno.
En el corto plazo, DBRS considera que el mayor riesgo para el balance de las cuentas es la prolongación de la crisis energética, que podría obstaculizar aún más el crecimiento económico y obligar al Gobierno a aumentar las medidas de apoyo a la población. Aunque el crecimiento del PIB está ayudando a reequilibrar las finanzas públicas, la agencia considera que se necesita un plan a mediano plazo para abordar el déficit estructural. Esto ayudaría a mejorar el perfil crediticio del país.
La Administración proyecta que el índice de déficit fiscal caerá al 5% del PIB en 2022, hasta alcanzar un nivel por debajo del 3% para 2025. El fin de la mayor parte de las medidas de apoyo a la pandemia deberían ayudar a mejorar las cuentas fiscales de este año y permitir al Gobierno reorientar las políticas fiscales para acelerar la transición energética y digital. En cualquier caso, la agencia calificadora cree que controlar el gasto es crucial para que España mejore su posición fiscal subyacente.
Las proyecciones gubernamentales calculan que la deuda caerá al 115,2% del PIB al final de 2022 y alcanzará el 109,7% para 2025. Según DBRS, los riesgos asociados con esta estimación siguen siendo altos debido a la desventaja relacionada con los costos de financiamiento, que han estado aumentando; una mayor inflación; un tono más agresivo del BCE; y con un rendimiento de los bonos españoles a 10 años que está al 2% mientras hace seis memes estaba por debajo del 0,4%.
Pese a los riesgos, la calificadora valora positivamente el compromiso del Gobierno por sanear sus cuentas fiscales y considera que juega a su favor el impulso de los fondos europeos, la recuperación del turismo extranjero y la mejora del mercado laboral.