Ucrania, paro del transporte, inflación... La hostelería se queda sin margen
La patronal cree que la subida de precios es el hecho más preocupante
El refranero español está repleto de sentencias que sirven para definir la situación que atraviesa la hostelería en España. Aunque en estos momentos puede que la más acertada sea esa que dice que las desgracias nunca vienen solas.
Cuando la crisis del coronavirus remitía y daba un respiro a los hosteleros, una serie de circunstancias (reforma laboral, paro de los transportistas, guerra en Ucrania, subida de la energía y de los precios...) se han ido sucediendo hasta engrosar una larga lista que ha ido reduciendo su margen de beneficio.
Pero ¿cómo ordenar de menos a más el impacto que estos factores están teniendo sobre el negocio? José Luis Yzuel, presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, pone en la parte baja la reforma laboral y el aumento de los alquileres. En la zona media, el paro –“corto, pero intenso”– y la agresión rusa “han provocado mucho dolor, subida de los precios de la energía y han afectado al turismo”.
Los clientes pagan más por algunos productos debido al alza en energía y materias primas
La zona alta la reserva para dos aspectos: el encarecimiento de la energía, que “ha tenido un impacto sustancial sobre los negocios y lo llevamos sufriendo muchos meses”, y la temida inflación: “Es lo más preocupante. Afecta a las familias y a su consumo. Eso provoca que descienda el número de clientes y nos hace un roto”.
El alza de los precios fue en marzo del 9,8% en tasa anual, la mayor desde 1985, según datos del INE. El Banco de España calcula una inflación del 7,5% por término medio para 2022, reduce el crecimiento al 4,5% y no descarta una recesión.
Otros, como Emilio González, profesor de Economía en Comillas Icade, son más pesimistas: “Va a ir a más, con una inflación de dos dígitos, sobre el 12% o el 14% en primavera, y pendientes del impacto que los precios puedan tener en la subida de los salarios y la espiral que eso pueda provocar. Esto nos llevaría a índices del 18% o del 20%”.
Se suma el pago en abril de los ICO pedidos por el Covid en 2020
Y aunque el Gobierno ha aprobado un paquete de ayudas, la hostelería ha quedado fuera. Esto supone no poder ampliar seis meses el periodo de carencia de los créditos ICO (130.142 empresas del sector pidieron 13.694,4 millones de euros en avales).
Muchos de ellos se han empezado a pagar en abril. La patronal ha solicitado por carta a los principales bancos concederles “la misma suspensión de seis meses de las cuotas de amortización de los préstamos”.
A pie de calle
Leonardo Eiroa es uno de esos hosteleros que ha empezado a devolver un ICO de 75.000 euros que pidió en 2020. “Voy a intentar pagarlo primero. Luego, veremos”, afirma con preocupación. Dueño del restaurante Canedo de Lugo desde hace 15 años, con 12 empleados, dice que “la gente ha dejado de venir sobre todo entre semana. El consumo ha bajado un 50% desde Navidad”, apunta.
Ha subido los precios de algunos artículos por culpa de la energía, que “casi se ha duplicado y se ha convertido en el primer gasto con un 20% del total”, y de las materias primas. “Esto ha afectado al margen de beneficio. Calculo que ha descendido un 45%.
Si antes oscilaba entre un 15% y un 18%, ahora está entre un 7% y un 10%”, asevera. Ante una situación de “mucha incertidumbre”, Eiroa apuesta por “aguantar este año sin subir más los precios”.
Los hosteleros piden prudencia, aguantar y prepararse para la crisis que vendrá
Algo que ha tenido que hacer Francisco Martínez en la cafetería Ópera que regenta en Logroño desde hace 37 años: “He subido los refrescos y la bollería, pero no así el café, que es básico y sirve de enganche para el cliente”.
El también presidente de la Asociación de Hostelería Riojana señala que el alza de la energía y de las materias primas ha roto la regla de los tercios: uno para pagar gastos generales, otro para el personal y el local y el último para los impuestos y el margen de beneficios. “Los dos primeros subieron un 40% cada uno, con lo que el margen se estrecha. Ahora está por debajo del 12%. La gente está trabajando a pérdidas. Hay que medir mucho lo que uno hace”, comenta.
Es lo que se ha propuesto Jorge Chen, dueño del restaurante El Tomaté de Madrid. El incremento de la energía –“un 40%”–, de las materias primas –“una caja de 30 docenas de huevos costaba antes 42 euros y ahora vale 55 euros”– y con una facturación “aún por debajo respecto a antes de la pandemia” ha desembocado en “una caída del margen del beneficio por debajo del 10%”. No queda otro remedio que “prudencia y contención del gasto” por lo que pueda ocurrir, y que Chen cree que será “una crisis económica”.
Así que, tirando nuevamente del refranero, bien podría servir este otro dicho como recomendación ante lo que está aún por venir: “A la suerte hay que ayudarla con esfuerzo y sin dormirse”.
El ocio nocturno tiembla con una luz por las nubes
Datos. La Federación Nacional de Empresarios de Ocio Nocturno y Espectáculos (España de Noche) calcula que la subida de la luz “puede superar en marzo o abril los 4 millones de euros más al mes a repartir entre los 13.500 locales que han sobrevivido a la pandemia”. A esto suman otros 6 millones por el alza del IVA de los refrescos azucarados, la huelga, subidas de sueldos y del IPC de los alquileres.
Rumbo 144. El dueño de esta discoteca de Valencia, Jesús Alfonso, estima que el aumento del precio de la electricidad “ha supuesto un incremento del 200% al 300% en la factura”. “Hemos pasado de pagar 1.500 o 1.600 euros al mes a 2.500 o 2.600 euros”, confiesa preocupado.