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Tribuna
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Inflación, incertidumbre y consumo, mala combinación para el M&A

Venimos observando de un tiempo a esta parte una mayor cautela por parte de los compradores industriales

Getty Images

Una inflación desbocada y la perspectiva de un crecimiento económico mucho más modesto que el que anticipábamos a principios de año, han sido el golpe de realidad con el que se ha despedido el primer trimestre de 2022. Y es que el famoso ahorro que las familias habían acumulado durante los meses de confinamiento en los peores momentos de la pandemia parece haberse evaporado tanto por un alza de los precios descontrolado como por un entorno de incertidumbre que cada vez más se confirma como una nueva realidad que está aquí para quedarse.

Desafortunadamente, estas circunstancias no son buenas noticias para los consumidores que además observan cómo la perspectiva fiscal sigue sin ofrecer alivios en el corto y medio plazo. Con Gobiernos centrales especialmente endeudados y unas políticas de gasto que olvidan la eficiencia en el uso de los recursos favoreciendo el mantenimiento –cuando no el incremento– de la presión recaudatoria, son pocos los segmentos del sector consumo capaces de afrontar el futuro inmediato con cierto optimismo.

Es esta la realidad a la que se enfrentan no solamente las familias, sino también los inversores, que cada vez más buscan en el mercado nichos de actividad capaces de esquivar las circunstancias coyunturales impulsados por tendencias macro que responden a cambios de carácter estructural. Así pues, seguimos observando corrientes inversoras en la industria del consumo que apuestan por la sostenibilidad, por el bienestar, así como por el ocio y entretenimiento responsables, facilitando con ello una transición progresiva de los modelos de consumo más tradicionales hacia otros más relacionados con la salud, las experiencias y la tecnología. Pero esto es compatible con el desarrollo de estrategias de inversión que siguen apostando por sectores primarios o tradicionales, como así lo acredita el abultado número de fondos de capital privado que han apostado por el mundo agro y que contribuyen a un proceso de consolidación y tecnificación de una industria en la que España es y debe seguir siendo protagonista.

Si pensamos en los próximos meses, la inflación y la incertidumbre geopolítica no son lamentablemente los únicos elementos que empeñan las perspectivas. Continuamos anticipando disrupciones en las cadenas de suministro para el corto plazo bajo la amenaza además de un alza de tipos de interés para contener la inflación que, al mismo tiempo, impactará en la renta disponible de los hogares y en la capacidad de financiación tanto de empresas como de inversores. Ante este panorama, todo hace pensare que la actividad de fusiones y adquisiciones se concentrará en sectores que muestren una mayor resiliencia que el consumo como pueden ser las industrias de la sanidad y la tecnología. Así lo estamos viendo ya en el mercado de las operaciones corporativas, que sigue mostrando unos niveles de actividad altos a pesar del contexto económico y geopolítico, ya que muchas variables están ya factorizadas dentro del marco de decisión de los inversores financieros.

No obstante, sí venimos observando de un tiempo a esta parte una mayor cautela por parte de los compradores industriales, que abordan los procesos de fusiones y adquisiciones con una mayor prudencia que hace seis meses y que, a su vez, se traduce en menor apetito inversor y una mayor aversión al riesgo. Son estos operadores industriales, especialmente en el sector consumo, los que además viven en primera línea el alza de los precios de las materias primas, el incremento de los costes logísticos y la imposibilidad de subir precios que les permita mantener sus márgenes.

Por todo ello, esperamos tanto unos trimestres en los que la actividad de fusiones y adquisiciones en el sector consumo registrará unos niveles más bajos que los observados en 2021 como una mayor concentración de dicha actividad en nichos o segmentos de la industria que logren capear el temporal mientras esperamos a que escampe.

Jose A. Zarzalejos, socio de Corporate Finance de KPMG en España.

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