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Juntas de accionistas

El aumento en los sueldos de los banqueros eleva las críticas de los inversores

Los accionistas de Sabadell, Santander y BBVA, los más críticos

El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliú, en junta de accionistas.
El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliú, en junta de accionistas.EFE

Tres de los cinco bancos cotizados que integran el Ibex 35 han visto cómo el rechazo de sus accionistas a la retribución de sus consejeros en el ejercicio 2021 ha ido en aumento con respecto a un año antes. Los minoritarios han dado un tirón de orejas a Sabadell, Santander y BBVA por los sueldos de sus cúpulas en las votaciones consultivas sobre sus informes anuales de remuneraciones de los consejeros.

Los presidentes y consejeros delegados de la gran banca elevaron un 75% su asignación en 2021. Un ejercicio en el que las entidades lograron su mejor resultado en 14 años al ganar 20.000 millones frente a las pérdidas de 5.500 millones del ejercicio previo. Ganancias que permitieron a los grandes banqueros recuperar los bonus y retribuciones variables a los que renunciaron ese año, en parte o en su totalidad.

Ya las juntas de accionistas del año pasado fueron un aviso a navegantes para las cotizadas españolas de que los inversores estaban ojo avizor sobre la remuneración de las cúpulas directivas, y en especial sobre las de aquellas empresas afectadas por la pandemia. Un toque de atención que en el caso de la banca llegó a boca de la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, quien aseguró hace un año que "los salarios y bonus de los ejecutivos bancarios deben estar alineados con la evolución del sector y la economía en su conjunto". Quejas que, lejos de minorarse, se han agravado en el sector financiero a pesar de los buenos resultados obtenidos en 2021.

Las mayores críticas se han centrado en el sueldo de la cúpula de Sabadell. El 38,4% de los accionistas votaron en contra de los honorarios de su consejo en 2021 tras la recomendación que habían lanzado los asesores de voto (proxy advisors) a los inversores institucionales. Un año antes los votos críticos suponían solo el 10,1%.

El año pasado el presidente de Sabadell, Josep Oliu, recibió cerca de 9,4 millones en retribuciones, de los que 7,5 millones eran del plan de pensiones, que consolidó lo acumulado al dejar de ser presidente ejecutivo. César González-Bueno, consejero delegado del banco desde marzo de ese año, percibió 1,9 millones.

La entidad tuvo que elevar el monto de la retribución a su consejo por la salida de su anterior consejero, Jaime Guardiola, quien percibió 24,3 millones, de los que 23,9 millones provenían de la consolidación de su plan de pensiones –ejerció como consejero delegado de la entidad desde 2007–. También abonó 6,3 millones a María José García Beato, que dejó de ser consejera ejecutiva en marzo. De ellos, cerca de 4,7 millones provenían del plan de pensiones.

"Cualquier votación que tenga más del 20% de los votos en contra es un toque de atención a la empresa", reconoce Borja Miranda Johansson, head of M&A y activismo del proxy solicitor Morrow Sodali, quien apunta que es preciso tener en cuenta el capital flotante de una empresa y que es en aquellas con un mayor free float donde la situación puede ser más conflictiva.

Los accionistas de Santander y BBVA también han cuestionado más la remuneración de sus consejos de administración que hace un año. Un 12% de los inversores de la entidad presidida por Ana Botín se mostró contrario a ellos, frente al 8,4% registrado en la junta de 2021. Botín se embolsó 12,3 millones el año pasado, un 23% más que antes de la pandemia. Del total, 11,4 millones correspondieron a su sueldo y el resto, a una aportación diferida de 2017.

Por su parte, los minoritarios de BBVA han elevado su rechazo a la asignación de la cúpula desde el 8,4% registrado en la junta del ejercicio pasado al 11,1% en el encuentro que ha tenido lugar este año.

Bankinter y CaixaBank

El mayor porcentaje de aprobación se lo lleva la retribución de los consejeros de Bankinter, que recibió un respaldo del 89,5% de las acciones representadas en su junta. Los votos en contra a ese punto se redujeron desde del 12,7% de 2021 al 10,5%.

En el caso de CaixaBank, un año después de que el Estado votara en contra de la remuneración de José Ignacio Goirigolzarri como presidente de la entidad, el pasado viernes el FROB –que controla un 16% del capital tras su fusión con Bankia– optó por abstenerse. La junta votó a favor de la retribución del consejo, dado que votaron en contra menos del 2% de los accionistas representados– y aprobó la nueva política de honorarios del consejo de administración, aplicable hasta 2025, que amplía además de uno a tres años la obligación de retener las acciones que reciban.

Vincular la remuneración al negocio

Los grandes asesores de voto, entre los que están ISS y Glass Lewis, han incorporado entre sus recomendaciones para la actual temporada de resultados nuevas políticas sobre los sueldos de consejeros y directivos. ISS pide que se comparen los salarios con los que cobran los empleados rasos de la empresa, cómo influyen las cuestiones ESG en las remuneraciones y que se alineen los sueldos de los ejecutivos con los resultados financieros y no financieros, según Morrow Sodali.

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