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Crónica de Bolsa

El Ibex sube un 1,2% semanal y recupera los 8.600 puntos gracias a la banca y las energéticas

El selectivo sube un 1,64% el viernes con el barril de Brent estable en 100 euros

Las principales Bolsas y las subidas y bajadas del Ibex en la semana a 8 de abril de 2022

El temor a que la escalada de los precios acelere la retirada de los estímulos económicos en Estados Unidos y la zona euro eleva la tensión de un mercado que trata de digerir un recorte de las previsiones de crecimiento globales para este año. Las Bolsas europeas arrancan abril así con las mismas dudas con las que cerró el primer trimestre del año y tratan de mirar a la próxima temporada de resultados en busca de señales sobre la evolución de las empresas.

Thomas Bucher, global equity strategist para DWS, cree que por ahora “las estimaciones de beneficios de las empresas globales han resistido notablemente bien hasta ahora, desafiando no solo la guerra de Putin sino, también, los patrones estacionales”.

Las Bolsas europeas han optado por las caídas generalizadas en la semana lastradas por el descenso de las tecnológicas, del sector automoción y de la banca. El Cac francés cierra el balance semanal con una caída del 2%, mientras que el Dax alemán cede un 1,13%, el Euro Stoxx 50 recorta un 1,54% y el Mib italiano, un 1,37%.

La excepción a los recortes lo firman la Bolsa británica, que suma un 1,75% y la española. Con un ascenso del 1,64% el viernes, el Ibex logra sobreponer de las idas y venidas y avanza un 1,21% en la semana. En el tiempo de descuento, el selectivo logra superar la barrera de los 8.600 puntos, nivel con el que llevaba varias sesiones coqueteando.

Aunque el viernes fue el sector bancario en compañía de Repsol (4,99%) e Iberdrola (3,05%) los impulsores de las ganancias, en las últimas cinco sesiones las energéticas y en mayor medida las renovables lideraron las ganancias. El tuit publicado por el fundador de Tesla, Elon Musk, en el que animaba que España y Portugal a realizar un despliegue masivo de energía solar para suministrar a toda Europa, sirvió de impulso a Solaria. La empresa se anota un 10,30% en la semana.

Pero el furor por las energías limpias no obedece en exclusiva a las declaraciones de Musk, figura sobre la que sobrevuela el mantra de la especulación. El estallido de la guerra en Ucrania ha revelado las debilidades que suponen para las economías la fuerte dependencia de los combustibles fósiles de regímenes políticos como el ruso. En un momento en el que Europa estudia con detenimiento el embargo de hidrocarburos rusos, la transición energética se hace ahora más necesaria. Esto está sirviendo de catalizador a las ganancias de las utilities, un sector defensivo goza además de unas rentabilidades por dividendos atractivas. Junto a Solaria, Acciona (9,22%), Iberdrola (9,09%) y Naturgy (8,86%) engrosan la lista de cotizadas más alcistas, un ranking que cierra Repsol (7,41%), compañía que se ve beneficiada por los elevados precios del crudo.

En el lado opuesto se situaron las cotizadas industriales y turísticas, dos sectores que se ven lastrados por las expectativas de deterioro macroeconómico y por el aumento de los costes de producción. Acerinox bajó un 6,93%; Meliá, un 6,69%; ArcelorMittal, un 5,06% mientras IAG y CIE Automotive retrocedieron un 5% y un 4,98%, respectivamente.

El bono alemán a 10 años

Aunque el estallido de la guerra en Ucrania y el incremento de las tensiones inflacionistas han servido de correctivo a las Bolsa, los expertos consideran que las caídas no han hecho más que empezar. Esa es la idea que defiende el departamento de análisis de Bank of America que temen que las Bolsas europeas no estén poniendo en precio un “próximo deterioro económico” en la zona euro dada la escalada de los precios energéticos y la retirada de las compras de deuda por parte del BCE. Algo que, explican, sí que se está reflejando ya en la fuerte caída de los valores cíclicos. Los expertos del banco estadounidense creen que los sectores más cíclicos a los tipos de interés, como la banca, o defensivos como el sector farmacéutico, “han dejado de responder al aumento en los rendimientos de los bonos, en lugar de alinearse con el debilitamiento de las perspectivas macroeconómicas”. De ahí que sobreponderen los servicios públicos, alimentos y bebidas y artículos personales y para el hogar.

Junto a las materias primas, las energías renovables y las tensiones diplomáticas, la política monetaria fue el otro protagonista de la semana. La publicación de las actas de las reuniones de la Reserva Federal y el BCE volvieron a demostrar cómo los bancos centrales están cada día más preocupados por las elevadas tasas de inflación. El estallido de la guerra ha tirado por tierra las expectativas de que el alza de los precios sea transitoria. Las tensiones inflacionistas aumentan día a día y los organismos encargados de la política monetaria consideran que es necesario acelerar la retirada de los estímulos.

El bono de EE UU a 10 años

La Fed empieza a preparar el terreno para acelerar la subida de los tipos y proceder a la reducción del balance, un camino que ya ha iniciado el Banco de Inglaterra. Según la información que se desprende de las actas, en la pasada reunión varios miembros se mostraron partidarios a una subida más agresiva de las tasas. La incertidumbre generada por la guerra llevó a la Fed a desechar la idea de subir los tipos en 50 puntos básicos, una medida que como ya adelantó su presidente, Jerome Powell se adoptara en la próxima cita. Junto a ello, la Fed empieza a preparar el terreno para reducir el balance a un ritmo de 95.000 millones al mes. Es decir, más rápido que en 2017. Esto sirvió de impulso a las rentabilidades de la deuda. El bono de EE UU a 10 años suma 34 puntos básicos en la semana, hasta el 2,72% mientras la deuda a cinco y dos años se sitúan en el 2,76% y 2,5%, respectivamente.

Los bonos de la zona euro se contagian de estos ascensos. Esto unido a la idea de que el BCE empiece a dejar de comprar deuda en junio y proceda al alza de las tasas en el segundo semestre del año, llevó al bono alemán a avanzar 15 puntos básicos y superar el 0,7%, máximos de febrero de 2018. Por su parte la deuda española con vencimiento en repunta hasta el 1,7%, niveles no vistos desde octubre de 2018. Con estos ascensos la prima de riesgo se acerca de nuevo a los 100 puntos básicos, barrera que ya logró superar a comienzos de marzo.

El tono más agresivo mostrado por el banco central de EE UU llevó al euro a corregir un 1,35%, hasta los 1,087, mínimos de hace mes y medio.

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