Marta Ortega toma las riendas de un purasangre
Asume la presidencia de Inditex para gobernar la etapa de madurez y dar continuidad al éxito de Pablo Isla
Marta Ortega Pérez (Vigo, 1984) mantiene parte la discreción de su padre. No apareció en la presentación de resultados de Inditex del pasado día 15, la última presidida por Pablo Isla, a quien sustituirá a partir del viernes 1 de abril.
Su nombramiento al frente del gigante textil de Arteixo (La Coruña) se esperaba tarde o temprano, aunque el momento exacto en que se produjo, en diciembre pasado, provocó cierta sorpresa. La cotización del grupo sigue bajando desde el anuncio, que estuvo acompañado del de Óscar García Maceiras como consejero delegado. El listón que deja Isla es alto, y el dúo tiene la compleja tarea de dirigir la etapa de madurez de la matriz de Zara.
Marta Ortega estudió en el Aiglon College, un exclusivo internado de los Alpes suizos, y se licenció en International Business en Londres, en la European Business School, facultad del Regent’s College, ahora Regent’s University London.
Empezó a trabajar en Inditex, primero como dependienta en la tienda londinense de Zara en King’s Road, en el barrio de Chelsea. Luego colaboró en varios departamentos de la empresa: ventas, diseño, finanzas... Aunque no ha tenido cargos ejecutivos, sí es muy influyente en el área creativa, en la que está bajo la dirección de Beatriz Padín, jefa del departamento de mujer de Zara. Mantendrá esa ocupación en la nueva etapa.
Gracias al trabajo de Marta Ortega, la marca señera de Inditex ha desarrollado campañas con diseñadores como Steven Meisel, Fabien Baron, Karl Templer o Luca Guadagnino. Y ha lanzado colecciones prémium como Zara SRPLS y Charlotte Gainsbourg by Zara. Su objetivo, ha dicho, es unir las pasarelas y la moda de alta calidad con la calle.
Ahora será presidenta no ejecutiva, con un puesto dominical en el consejo, y con responsabilidad sobre las áreas de comunicación, auditoría interna y secretaría general. En una entrevista en el Wall Street Journal publicada el verano pasado (prácticamente la única que ha dado en su carrera), afirmaba que intentará estar cerca del producto, como su padre.
Isla ha destacado de ella su humildad, pero también que tiene opiniones firmes. Ortega cobrará un millón de euros anuales: 900.000 euros como presidenta, y otros 100.000 por ser consejera. Para fijar su salario, el grupo ha tenido en cuenta referencias de otras empresas europeas, y el conocimiento de la próxima presidenta sobre “el negocio retail en el sector de la moda y del Grupo Inditex, donde ha desarrollado distintos roles y funciones, y su importancia desde una perspectiva institucional”. En concreto, destaca su participación en “el reforzamiento de la imagen de marca y propuesta de moda de Zara, área que seguirá supervisando”. Y tendrá dedicación exclusiva, a diferencia de otros miembros del consejo.
El viernes se anunció que entrará como consejera en Pontegadea Inversiones y Pontegadea GB 2020, del holding familiar, que controla el 50,01% de Inditex. Ya era vicepresidenta de Partler, sociedad que posee un 9,284% de la textil. Desde 2015, es vocal del patronato de la Fundación Amancio Ortega. Fue hace años vicepresidenta de Caroada y Inversiones Menlle, sociedades patrimoniales dedicadas a la tenencia de inmuebles o valores mobiliarios, y que ya no existen como tales.
Vida personal
Es muy aficionada a la hípica, pasión que contagió a su padre: a edades más tempranas participó en numerosos concursos. Forma parte de la dirección del Centro Hípico Casas Novas que puso en marcha su padre en Arteixo en 2000, que dispone de cuadras para caballos y que ha celebrado varios concursos de saltos internacionales. En ese mundo ha hecho amigas como Jessica Springsteen, hija del cantante Bruce Springsteen, o Athina Onassis, nieta de Aristóteles Onassis.
En los últimos años, se ha vuelto más habitual en las fiestas y las bodas de la alta sociedad, así como en los desfiles de alta costura. Su cuenta (privada) de Instagram tiene 1.672 seguidores. Vive en La Coruña, donde se encuentra más cómoda respecto a la prensa del corazón.
Esta semana se cierra en la ciudad gallega, tras cuatro meses de éxito, una exposición sobre la obra del fotógrafo Peter Lindbergh, uno de los más influyentes de la historia de la moda, impulsada por Marta Ortega y que él mismo preparó antes de morir en 2019. Ambos se conocieron por motivos profesionales y se hicieron buenos amigos, y él hizo las fotos de la boda de ella con Carlos Torretta, empleado de relaciones públicas de Inditex e hijo del diseñador Roberto Torretta. Tienen una hija, Matilda. Antes estuvo casada con Sergio Álvarez Moya, con el que tiene otro vástago, Amancio.
Marta es la pequeña de los tres hijos de Amancio Ortega, y fruto de su relación con su esposa desde 2001, Flora Pérez, que vicepreside la Fundación Amancio Ortega y la sociedad de inversiones familiar Pontegadea. Sus medio hermanos, hijos de la fallecida Rosalía Mera, son Marcos y Sandra Ortega Mera. Sandra es la segunda mayor accionista de Inditex, con el 5%, y está centrada en su cartera de inversiones, Rosp Corunna, y su trabajo en la Fundación Paideia, dedicada a la integración de personas con distintas capacidades en el empleo.
Entre los retos de la nueva presidenta y el nuevo consejero delegado (que se estrenó ya en diciembre) están mejorar la sostenibilidad ambiental de la producción y continuar con el desarrollo de la venta digital y de las sinergias con el comercio físico, en el que la apuesta ahora es reducir el número de tiendas, y que las que quedan sean de mayor tamaño.
La inflación y la presencia en Rusia son los problemas más urgentes, que por el momento no están afectando demasiado al grupo. Marta Ortega conoce de toda la vida el caballo y los obstáculos: ahora le toca manejarlo.
El viernes se anunció que entrará como consejera en Pontegadea Inversiones y Pontegadea GB 2020, del holding familiar, que controla el 50,01% de Inditex. Ya era vicepresidenta de Partler, sociedad que posee un 9,284% de la textil.
Las últimas cifras
En el balance anual (que incluye enero de 2022) presentado hace 10 días, Inditex anunció unas ventas de 27.716 millones, un 2% por debajo de los niveles prepandemia.
La ganancia neta fue de 3.243 millones, un 11% menos que en 2019. La venta online supone el 25,5% del total, y el objetivo es superar el 30% en 2024.