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Gestor renta variable

Felix Odey (Schroder):“No vemos un shock energético como el de los años setenta”

Defiende que la transición energética se acelerará pese a la urgencia de romper con Rusia incluso con más carbón

Felix Odey, cogestor del fondo Schroder ISF Global Energy Transition
Felix Odey, cogestor del fondo Schroder ISF Global Energy Transition
Nuria Salobral

El fondo que Felix Odey cogestiona disfrutó en sus primeros pasos de la revalorización fulgurante de las energías renovables. El Schroder ISF Global Energy Transition fue lanzado en octubre de 2019 y acumula desde entonces una ganancia de más del 90%, que incluye un rendimiento negativo en 2021 que podría volver a repetirse este año. Con un patrimonio de casi 1.500 millones de dólares, sufre una pérdida en lo que va de 2022 del 6,2%. Odey reconoce que las compañías de energía renovable o centradas en el coche eléctrico por las que apuesta el fondo principalmente sufrirán en el corto plazo las dificultades que imponen unas materias primas mucho más caras, pero defiende la oportunidad que ofrecen en el largo plazo.

R.  ¿Han hecho cambios en la cartera a raíz de la guerra en Ucrania?
R. Sí, hemos hecho algún cambio. Ya el año pasado el sector de las renovables estaba en el ojo del huracán por los problemas de suministro y el encarecimiento de las materias primas industriales, pero el fondo está ahora en cualquier caso aún más posicionado en renovables. Hay mucha volatilidad, muchas compañías han subido con mucha fuerza. Hemos analizado la situación, recogido beneficios y añadido áreas de actividad que podían estar vendidas en exceso y hemos reforzado.
R. ¿Qué han añadido en concreto a la cartera del fondo?
R. Compañías relacionadas con equipamientos eléctricos e incluso con el coche eléctrico. El alza del precio del acero y otras materias primas ha sido dramática y va a tener un impacto negativo a corto plazo. Las empresas ligadas a la transición energética afrontarán un periodo difícil en los dos próximos años, pero una vez digieran el impacto de los costes de producción, la oportunidad está ahí. Ahora las renovables son alrededor del 25% del mix energético y serán el 85% en 2050. No hemos visto aún la rentabilidad de la que pueden ser capaces.
R. ¿Este año esperan una rentabilidad negativa para el fondo?
R. No hemos revisado a la baja los riesgos a corto plazo. Es cierto que están influyendo los problemas de suministro y el encarecimiento de las materias primas, pero pensamos que estas dificultades están más que reflejadas en las cotizaciones. En el corto plazo, las cifras puede que sean negativas. Es probable que veamos más revisiones a la baja de previsiones de beneficios, por lo que nos enfocaremos en los nombres de más calidad, en compañías bien gestionadas y con un balance sólido. Es difícil saber cuándo el mercado va a ir más allá de las dificultades del corto plazo y enfocarse en el potencial a largo. Los movimientos de mercado tienen su lógica y se explican en que la seguridad en la energía es ahora más importante que hace tan solo unos meses. Y hay que reconocer que llevará un tiempo, no es algo que vaya a cambiar en este año ni en 2023.
R. ¿Cuáles son esos nombres de más calidad? ¿Incluyen a Siemens Gamesa? Suponía el 5,1% de la cartera del fondo a cierre de 2021 y ahora es el 3,9%.
R. Probablemente no sea uno de esos nombres en el actual escenario, después de los últimos cambios en la gestión. No está entre nuestras principales posiciones en el fondo, aunque su valoración es atractiva. Nuestra principal posición sigue siendo Vestas, con el 6,9%, junto con la estadounidense SolarEdge (4,9%) y la británica Johnson Matthey (4%).
R. ¿Cree que está en riesgo el calendario para la transición energética? La urgencia de Europa para reducir la dependencia del petróleo y el gas de Rusia podría reactivar el uso del carbón en países como Alemania.
R. Cierto que la UE está muy enfocada ahora en reducir su dependencia energética de Rusia. Y eso llevará tiempo, requerirá la construcción de más plantas de regasificación de gas natural licuado. Pero la transición hacia las renovables irá más rápido en los próximos años por su interés económico. Además, ya hemos visto a países como Alemania que en otros momentos de alza de precios de la energía han relajado su regulación y eso puede ayudar a que la transición energética vaya más rápido. Un ejemplo han sido las últimas subastas de eólica offshore en Reino Unido. Si se mira su precio, no creo que el carbón salga beneficiado.
R. Pero en el corto plazo el carbón sí es una alternativa real.
R. Obviamente va a depender de las prioridades de cada país. Si nos fijamos en Alemania, pese a su tradición de minas de carbón ha hecho una apuesta por la transición energética. Sería muy sorprendente para nosotros que el Ejecutivo alemán diera un giro en ese sentido, incluso en el corto plazo.
R. ¿Estamos en una situación parecida a la crisis energética de los años setenta?
R. Hay un par de factores que la hacen diferente. La economía actual es menos dependiente del petróleo de lo que era entonces, cuando además la disrupción del suministro estaba en el origen, en la OPEP. Ahora se trata de un productor concreto, Rusia, que genera alrededor del 10% de la producción mundial de crudo y exporta el 4%. Hay que distinguir si se trata de una crisis de escasez de energía o de disrupción. Y parece más esto último, que sea energía difícil de vender si cada vez hay más sanciones.
R. ¿Está más desencantado ahora el inversor en renovables ante el tirón de las petroleras?
R. Puede ser. Hay que pensar si las compañías integradas de gas y petróleo pueden ser parte de la solución o del problema. Su transición hacia lo renovable puede que sea ahora más gradual que lo previsto hace unos meses por el riesgo a un shock en el suministro de gas y petróleo que pueda disparar aún más los precios. Pero la transición energética es algo que va a suceder en los próximos 30 años y con precios de la energía más altos, las renovables son más atractivas. Y si se mira con un horizonte de más de un año, hay muchas oportunidades.
R. ¿Las renovables de EE UU pueden ser ahora más atractivas que las europeas, ya que en Europa el impacto económico del conflicto va a ser mayor?
R. Es cierto que Estados Unidos está menos expuesto. El interés de las renovables puede ser mayor en Europa, donde los precios del gas son superiores a los de Estados Unidos, donde el gas es más barato. También sucede que muchas de las compañías estadounidenses que tenemos en cartera cotizan con prima respecto a las europeas. Creemos, en todo caso, que las renovables europeas son más atractivas.

Sobre la firma

Nuria Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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