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Deuda

Iberdrola reabre el mercado de bonos en plena crisis de Ucrania

La eléctrica coloca 1.000 millones al 1,37%

Doce días después de que Rusia lanzase el ataque sobre Ucrania, el mercado de bonos se despertó del letargo. En toda esta temporada, los inversores se han replegado btras el periodo de bloqueo impuesto por la presentación de cuentas anuales. Los títulos han visto cómo la incertidumbre elevaba sus rentabilidades, con un efecto especial sobre los que no tienen grado de inversión. En España ha sido Iberdrola la encargada de abrir camino y romper este contexto.

La eléctrica ha vendido 1.000 millones, que pagan un cupón del 1,375%, 60 puntos básicos por encima del midswuap, y un vencimiento en 2032. La demanda ha alcanzado los 3.000 millones de euros y el bono se ha colocado entre 181 inversores, principalmente europeos y de Reino Unido. El 69% de ellos son inversores socialmente responsables. Bank of America ha trabajado como coordinador de la operación. Y completan el sindicato colocador Citibank, BNP, HSBC, BBVA, Santander, Sumitomo, Intesa San Paolo e ING. BBVA ha sido el asesor sostenible.

La nueva deuda tendrá la vitola de bono verde. La compañía asegura que los fondos se utilizarán para financiar instalaciones de eólica marina en Francia y Alemania. El objetivo de Iberdrola es alcanzar los 39.000 millones en emisiones vivas, de las cuales 16.000 millones sean verdes.

A Iberdrola se le unieron ayer otras dos empresas europeas, BASF y Vestas, y una estadounidense, Berkshire Hattaway. En el panorama de las emisiones de instituciones financieras es Commerzbank la que ha tomado la delantera. El banco alemán ha encargado a Natixis, Crédit Agricole, Helaba, Commerzbank, ING y LBBW la venta de 1.000 millones en cédulas hipotecarias, con un vencimiento a cinco años. Las primeras estimaciones de precio son del euríbor y un diferencial de entre los 4 y 6 puntos básicos.

Con el BCE en el radar

El conflicto bélico, además de sembrar las ventas y elevar la volatilidad en todo el mercado, ha dado un giro radical a las previsiones de empresas, analistas y bancos de inversión. Primero la Fed y después el BCE habían dado claras señales al mercado de que durante 2022 subirían por primera vez los tipos de interés tras el estallido de la pandemia para atajar el despegue de la inflación.

Esto aceleró las operaciones previstas para los próximos meses y llenó el mercado tanto de bonos como de préstamos durante el mes de enero. En ese tiempo, las compañías lanzaron operaciones de refinanciación por más de 14.000 millones, con emisiones de bonos de Acciona Energía, Abertis o Amadeus y grandes créditos para Telefónica, Cellnex o Fluidra. Pero esta avalancha se secó pocas semanas después, primero por el periodo de 15 días de bloqueo previo a la presentación de reusltados (black-out, en la jerga) y después por el shock por la invasión de Ucrania.

Con una guerra abierta en Europa y la batería de sanciones sobre Rusia, todo se ha dado la vuelta. Se prevé que esta misma semana el BCE imprima un tono más cauteloso en el discurso, temeroso de que una subida de tipos añada un sufrimiento extra al crecimiento económico, maltrecho por la guerra.

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