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Las Bolsas se mueven al son de las materias primas: el Ibex sube un 1,8%

El selectivo español se aproxima a los 7.800 puntos

Mapa de las principales Bolsas

Sin avances en las negociaciones para cesar el ataque, la atención de los inversores se dirige a las materias primas. A medida que el petróleo y el gas marcan nuevos máximos, el temor a la estanflación aumenta. En este contexto las Bolsas acentúan la volatilidad que impera desde el estallido de la guerra. No obstante, aunque los movimientos de la renta variable se han agudizado en las últimas sesiones, el Ibex 35 logró poner freno a tres sesiones consecutivas a la baja y sumó un 1,82%.

El selectivo español, que en niveles intradía llegó a subir un 3,65%, osciló entre los 7.566 y los 7,923,7 puntos, para concluir finalmente en los 7.783,4. En una sola jornada la Bolsa varió más de 357 puntos, una buena muestra de las dudas que existen sobre la evolución de los acontecimientos y el impacto en la economía. A pesar de la recuperación, las pérdidas siguen siendo la tendencia imperante y en las últimas nueve sesiones el Ibex 35 retrocede un 7,77%, descensos que en lo que va de 2022 alcanzan el 10,68%.

En un momento en el que los precios del gas y el petróleo están disparados, los estados se afanan por reducir su dependencia energética de Rusia. La búsqueda de energías alternativas gana fuerza. Esto unido a la aversión al riesgo sirvieron de impulso a las cotizaciones de Solaria y Siemens Gamesa. Con un ascenso del 9% y el 7,41% ambas compañías lideraron las subidas del selectivo por segunda jornada consecutiva. Fuera del Ibex, Soltec y Audax,

A las renovables se sumaron Inditex (6,64%) y los bancos, cotizadas que en las últimas jornadas habían centrado el castigo de los inversores. El aumento de la inestabilidad geopolítica amenaza las perspectivas de crecimiento del grupo textil y el deterioro de las condiciones económicas pone contra las cuerdas al sector financiero, un negocio que en los últimos meses se había beneficiado de las expectativas de subida de tipos. Los descuentos acumulados en las últimas jornadas llevan a los inversores a tomar posiciones en CaixaBank (3,97%), Bankinter (3,11%), Santander (2,51%), BBVA (2,47%) y Banco Sabadell (2%).

En el lado de los descensos se situaron Grifols (-6,2%) y Fluidra (-4,35%). Es decir, cotizadas de perfil defensivo que en las sesiones de mayores caídas se habían visto favorecidas por la caída de las rentabilidades de la deuda y la búsqueda de refugio de los inversores. Junto a ellas Acerinox bajó un 3,91% afectada por el precio de las materias primas.

El resto de Bolsas europeas cotizaron con signo mixto. El Mib italiano avanzó un 0,8%, el FTSE británico y el Dax alemán concluyeron en tablas, mientras el Cac francés bajó un 0,32%. Al cierre de los mercados europeos Wall Street prolongaba los recortes. El S&P 500 que el lunes firmó su mayor caída desde octubre de 2020, cedía un 0,91% mientras el Dow Jones caía un 0,2% y el Nasdaq, 0,57%. “El retroceso de las rentabilidades reales y el aumento de la aversión al riesgo favorecerían a las grandes tecnológicas de EEUU, pero no ha sido así en las últimas semanas”, señalan desde Macroyield.

Aunque las Bolsas vivieron un intento de remontada, la guerra y la incertidumbre que en semanas previas estaba generando el proceso de normalización monetaria han sido ingredientes suficientes para corregir el rally que vivían las Bolsas en el último año y medio. Los principales índices occidentales dejan atrás los récords y se adentran en una tendencia bajista. Es decir, retrocede un 20% desde sus recientes máximos. Juan José Fernández Figares, director de análisis de Link Securities, explica que detrás de este negativo comportamiento está el temor de los inversores a que el fuerte incremento que están experimentando los precios de la energía y de los alimentos desde el inicio de la guerra de Ucrania impulse aún más la inflación al alza. Los expertos consideran que tarde o temprano el repunte de los precios acabará pasando factura al crecimiento económico.

El fantasma de la estanflación (bajo crecimiento económico y alta inflación) vuelve a cobrar fuerza. “No es un escenario que en estos momentos se pueda descartar”, señala Figares. El repunte de las materias primas socava las previsiones de que en el segundo semestre del año el repunte de los precios se modere.

De momento es pronto para poder confirmarlo, pero el jueves la publicación de la tasa en EE UU puede dar algunas pistas. Las previsiones del consenso de Bloomberg apuntan a que la tasa interanual escale al XX% y continúe profundizando los máximos de 40 años. A diferencia de momentos anteriores en los que los bancos centrales combatieron los altos precios con subida de los tipos, en la actualidad las instituciones encargadas de la política monetaria tienen las manos atadas. “Las presiones inflacionistas vienen del lado de la oferta y no de la demanda, por lo que subir los tipos no lograría en un principio el objetivo de reducir la inflación si no es a costa de penalizar con fuerza la demanda y provocar una recesión”, explican desde Link Securities.

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