El veto a los ‘hedge funds’ bajistas daña la liquidez de los grandes valores
Las empresas con derivados cotizados fueron las más penalizadas. Las ‘small cap’ sintieron menos el impacto
El pánico desatado en los mercados por el estallido de la pandemia hace dos años forzó a varios de los supervisores de los mercados europeos a vetar las posiciones cortas en las Bolsas para contener la sangría de la renta variable. La autoridad europea de los Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) ha puesto ahora de relieve las consecuencias de esta decisión y concluye que la prohibición de la operativa –bajo la que los inversores logran arañar plusvalías apostando por la caída de las cotizaciones– implicó un deterioro de la liquidez de los valores afectados y un menor grado de volatilidad de los mismos.
La ESMA apunta en concreto que la medida tuvo un mayor impacto entre los valores con mayor capitalización bursátil y, especialmente, entre las firmas que cuentan con derivados cotizados, como opciones, futuros y warrants, lo que apunta a que los efectos son mayores para las acciones consideradas más líquidas. El estudio sugiere que los mayores diferenciales entre oferta y demanda se vieron en los valores de gran capitalización en comparación con los small caps y que la liquidez mermó para los grandes valores, mientras que se elevó ligeramente entre los de pequeña capitalización.
De la misma forma, las empresas con una negociación más fragmentada en los diferentes mercados de negociación –en España, además de BME operan plataformas alternativas como Turquoise, BATS o Chi-X– también se vieron más presionadas.
Ahora bien, el supervisor de los mercados europeos aclara que no ha podido identificar "ninguna correlación estadísticamente significativa con los rendimientos anormales, lo que sugiere que las prohibiciones no perjudicaron ni sostuvieron los precios del mercado".
El 13 de marzo de 2020, la CNMV española vetó las apuestas bajistas sobre 69 compañías muy penalizadas para evitar que los fondos oportunistas agravaran el problema. Medida que después optó por ampliar a todas las cotizadas y que se alargó durante dos meses, entre marzo y mayo de 2020, y que también aplicaron los supervisores de Francia, Bélgica, Austria, Grecia e Italia. A esta iniciativa adoptada en bloque se sumó la ESMA al obligar a comunicar todas las posiciones bajistas que supusieran el 0,1% del capital de cualquier cotizada, frente al 0,2% que regía desde 2012. Una decisión que finalizó hace un año pero que la Comisión Europea ha optado por reactivar a perpetuidad.
La CNMV presidida entonces por Sebastián Albella ya analizó en julio de 2020 el veto de los bajistas y vislumbró un impacto en la liquidez de los valores, pero no apreció efecto alguno en la contratación, los precios o la profundidad del mercado español, llegando a asegurar que sus efectos prácticos habían sido "limitada".
Otra de las conclusiones de ESMA es que el veto a los bajistas en estos seis mercados no provocó una salida sustancial de los bajistas a otras jurisdicciones donde se pudiera seguir operando con las posiciones cortas. El supervisor de los mercados apunta además que durante ese periodo bajaron las posiciones cortas de los fondos oportunistas tanto en los mercados con prohibición como en el resto. Así, el número de bajistas –aquellos con una posición corta en una cotizada mayor del 0,5% del capital– en los países con veto se redujo de 99 a 86, con una caída del 13%, mientras que en los países que no prohibieron esta operativa su número pasó de 174 a 170.
El veto a los bajistas tampoco afectó a sectores concretos, según un estudio que distinguió entre el comportamiento del sector bancario y las firmas industriales. El supervisor, en este caso, apunta además que frente al impacto provocado por la crisis de las subprime en 2008, en esta ocasión las entidades financieras no se comportaron de forma distinta al resto de industrias. Una circunstancia que explica por el "apoyo de políticas monetarias acomodaticias por parte de los bancos centrales y el apoyo fiscal a nivel europeo y nacional" realizado durante la pandemia.
Los cortos salen en masa de las cotizadas españolas
Huir de la volatilidad. Los fuertes vaivenes del mercado y la incertidumbre provocada por la guerra de Rusia contra Ucrania, así como el avance de la temporada de resultados empresariales han mermado el peso de los bajistas dentro del Ibex 35 y solo están presentes en nueve de sus miembros, con al menos el 0,5% del capital, porcentaje mínimo para que sea visibles en el registro de la CNMV. Las posiciones bajistas en los valores del selectivo están valoradas a precios de mercado en 838,4 millones de euros, un 27,5% menos que hace tan solo un mes.
Energéticas. La exposición de los bajistas se limita ahora a empresas energéticas y farmacéuticas y han desaparecido del sector bancario. Solaria es la empresa con mayor exposición a los oportunistas, el 3,86%. Le sigue Enagás, con el 3,31%.