Caídas en los mercados: ¿cómo evitamos tomar malas decisiones?
Trazar un plan, pensar en nuestros objetivos y asesorarnos bien es fundamental
Continúan las fuertes caídas en las bolsas. Este viernes los principales índices europeos se mueven con pérdidas cercanas al 3% -la bolsa de Milán ha llegado a retroceder un 5%-, mientras los futuros en Estados Unidos vienen con ligeras pérdidas. Ayer jueves vivimos también una jornada de caídas, después de haber terminado el miércoles en positivo y tras los números rojos de los primeros días de la semana.
El recrudecimiento de la guerra en Ucrania está dotando de más tensión a los mercados. La incertidumbre entre inversores y analistas va en aumento, con la volatilidad como la principal protagonista de estas jornadas.
¿Qué podemos esperar de los mercados?
Como explica Marta Campello, socia y gestora de fondos en Abante, el mercado ha virado clarísimamente a modo risk off: “Hay que tener en cuenta que estamos ante un conflicto cuyas consecuencias son difícil de estimar”.
¿Y qué puede hacer el inversor? Si hay algo que hemos aprendido de otras crisis y sucesos geopolíticos en los que los mercados han sufrido es que las emociones nunca son buenas compañeras de viaje.
Muchas veces, en momentos de caídas de los mercados y de tensión, el inversor tiende a ponerse nervioso y a tomar decisiones irracionales, dejándose llevar por sus emociones. Como explica siempre Belén Alarcón, socia y directora de Asesoramiento patrimonial de Abante, tenemos estructuras cerebrales de millones de años diseñadas para pensar en el corto plazo y ver el futuro en tercera persona. Y esta situación se agrava en momentos de incertidumbre.
Los sesgos y experiencias que arrastramos del pasado nos llevan a repetir este comportamiento, sin que nos demos cuenta. El inversor suele tender a infravalorar las subidas y a sobrevalorar las pérdidas, es decir, le duele mucho más perde dinero que lo que le alegra ganarlo.
¿Cómo evitamos este comportamiento cortoplacista?
Recordar siempre por qué invertimos es fundamental. En momentos de incertidumbre y antes de tomar decisiones, el inversor debe hacer un ejercicio de reflexión personal y financiera que le lleve a tener presente los motivos por los que decidió poner su dinero a trabajar. Recordar sus objetivos y su horizonte temporal de inversión le va a ayudar a contextualizar las caídas de los mercados y a ver si, dentro de su perfil de riesgo, puede aprovechar estas caídas para comprar más o si, por el contrario, necesita ir reduciendo riesgo porque sus circunstancias han cambiado.
Si su inversión es el resultado de haber hecho un ejercicio de planificación financiera previa, con la ayuda de un asesor financiero, puede estar tranquilo porque sabrá que está bien invertido, según sus necesidades personales, sus objetivos, su plazo y su perfil de riesgo. Y, si necesita ajustar su cartera, o volver a reflexionar sobre sus metas y sus circunstancias personales, el asesor financiero siempre va a estar a su lado para ayudarle a estar bien invertido para que pueda cumplir sus objetivos.