Cirsa reduce sus pérdidas un 41%, hasta los 151 millones, y dispara su ebitda
La compañía prevé rebajar su ratio de apalancamiento por debajo de cinco veces el ebitda a finales de año
La compañía de juego Cirsa, propiedad de Blackstone, ha publicado este miércoles sus resultados correspondientes a 2021, con una mejora de la última línea, que ha pasado a unos números rojos de 151 millones de euros. La mejora es del 41% respecto a los 254,6 millones de 2020. La buena noticia es que su ebitda se disparó un 163%, hasta los 331,4 millones de euros, gracias a la progresiva recuperación de la actividad previa al estallido de la pandemia, según una nota de la empresa.
El endeudamiento es uno de los puntos que de la compañía de juego tiene que mejorar de cara al futuro inmediato. Su pasivo neto se situó en 2.362 millones de euros, un 1% inferior al del cierre de septiembre, con una ratio de apalancamiento respecto al ebitda en los últimos 12 meses de 7,1 veces. El objetivo es que se sitúe por debajo de las cinco veces a finales del presente ejercicio.
La facturación, a medida que fue recuperándose la actividad tras las restricciones del Covid, alcanzó los 1.337,3 millones de euros, un 33% superiores, con un fuerte crecimiento en el último trimestre del año pasado, cuando la facturación se disparó un 78% y el ebitda, un 137%. Cirsa explica que este desempeño se debe a que la mayoría de sus operaciones tenía restricciones o cierres temporales, a la fuerte recuperación y alas medidas de eficiencia en sus negocios y mercados.
Por países, España se llevó la mayor parte del ebitda, con el 62% del total, seguido de Panamá (13,4%), Colombia (12,4%), Italia y Perú (un 0,8% en ambos casos), así como el resto de países (5,5%). La compañía pone el acento en el avance de los ingresos provenientes de su actividad digital, con la aportación de la división con sede en España del 13% del ebitda total de España.
Otro de sus puntos fuertes es la elevada conversión del ebitda en flujo libre de caja (la disponibilidad de efectivo tras el pago de los gastos derivados de seguir abiertos si incluir los gastos financieros) de 182,8 millones de euros. Es decir, ya por encima de los niveles previos a la pandemia.
De hecho, la caja se mantiene elevada, con 280,2 millones disponibles en cuenta, con la posibilidad de llegar a los 299,5 millones si se emplean líneas de crédito no dispuestas. El gran caballo de batalla continúa siendo el gasto financiero, de 163,2 millones de euros (154,3 millones en 2020), si bien la compañía ya empieza a notar los efectos de la refinanciación que efectuó en septiembre de 2021, cuando colocó 615 millones de euros en bonos a un tipo de interés del 4,5% y vencimiento en 2027.