El Banco de Inglaterra vuelve a subir tipos para frenar la escalada de la inflación
Los sitúa en el 0,5% y anuncia que empezará a no reinvertir los vencimientos de la deuda
El Banco de Inglaterra ha vuelto a repetir su estrategia. Dos meses después de que la institución que preside Andrew Bailey tomara la delantera y se convirtiera en el primer banco central importante en subir tipos tras el estallido de la pandemia, hoy el comité de política monetaria ha acordado elevar los tipos en 25 puntos básicos, hasta situarlos en el 0,5%, el segundo aumento consecutivo desde 2004. "Dada la estrechez actual del mercado laboral y las continuas señales de una mayor persistencia en las presiones de precios, todos los miembros del comité creen que está justificado un aumento de las tasas", señala el comunicado.
A diferencia de lo sucedido en diciembre la decisión no ha contado con el visto bueno de todos. Cuatro de los nueve miembros consideran que el ajuste es insuficiente y propusieron elevar las tasas en 50 puntos básicos, hasta el 0,75%. De haberse confirmado esta medida, se hubiera tratado del mayor incremento en 25 años. "La política monetaria debería endurecerse más para reducir el riesgo de que las tendencias en el crecimiento de los salarios y lograr llevar a la inflación de regreso al objetivo de manera sostenible en el corto plazo", señalaron.
El Banco de Inglaterra confirmó que la inflación cerró diciembre en el 5,4%. Aunque estos niveles son muy elevados, el alza de los precios aún no ha tocado techo y según sus proyecciones alcanzará el 7,25% en abril, máximos desde la recesión de la década de los 90 y muy por encima del objetivo del 2%. En contraste con el enfoque del BCE, la instución inglesa advirtió que se avecinan más ajustes moderados para evitar que el crecimiento se vea comprometido por los altos niveles de inflación derivados del aumento de los costes energéticos.
Pero los ajustes en política monetaria no quedan ahí. El organismo señaló que acelerará la reducción del balance, el primer gran banco que hace efectiva esta medida. Para lograrlo empleará dos estrategias, dejar de reinvertir los bonos de gobierno que vencen y proceder a la venta del stock de deuda corporativa. La reacción en el mercado no se ha hecho esperar. La rentabilidad del bono de Reino Unido a 10 ha acelerado su tendencia alcista y se sitúa en el 1,36%, máximos de tres años.