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Análisis
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Un año de Gónzalez-Bueno como CEO de Sabadell, un año de cambio total

El banco ha dado un giro de 180 grados a su cúpula, estrategia y gobernanza

Josep Oliu junto a César González-Bueno
Josep Oliu junto a César González-Bueno

Los resultados de Banco Sabadell correspondientes a 2021 han sorprendio al mercado al ser más elevados de los que preveían los analistas. Ganó 530 millones, frente a los menos de 400 millones que estimaban los expertos. Aunque la mejora de los resultados se debe en parte, a las menores provisiones y a la buena marcha de la filial británica TSB. Lógico, si se tiene en cuenta que en 2020 Sabadell decidió hacer fuertes dotaciones extras por el Covid, como el resto de la banca, y siguiendo las directrices del Banco de España, han optado por no meter mano a la hucha para liberar dotaciones hasta que se despejen todas las incertidumbres que todavía planean sobre el futuro próximo de la economía. Bueno, solo han metido la mano, aunque ligeramente, en la hucha de las provisiones de TSB, con unos parámetros económicos distintos, y siguiendo la tendencia de las entidades financieras en Reino Unido.

El banco, no obstante, arrastra el sambenito de firma en espera de pareja para su fusión. Como también hay apuestas sobre la fecha de la venta de su filial británica. En parte herencia de las negociaciones que llevó a cabo el banco con BBVA para su fusión, y de haber colgado el cartel de en venta en TSB y en México. Pero estos proyectos, según ha vuelto a insistir el consejero delegado y primer ejecutivo del banco, César González-Bueno, han quedado enterrados. Ahora, el mandato del consejo de admistración, que por cierto está presidido por Josep Oliu, quien abandonó sus funciones ejecutivas en febrero del pasado año, es mantener la independencia de Sabadell sine die y seguir con TSB bajo el paraguas de la entidad de origen catalán.

Sabadell durante 2021, ha experimentado todo un cambio de estrategia, que ha estado acompañada en menos de un año por un giro en la gobernanza, con un CEO como primer ejecutivo, y con una vuelta de tuerca al organigrama de la entidad. Este es el primer ejercicio de González-Bueno en el banco y el primero como CEO. Y parece que está logrando sacar el juego que llevaba dentro el grupo, pero que estaba sin esprimir.

De momento, además de mejorar los beneficios sobre lo estimado por el mercado, el banco ha logrado adelantar en un año uno de los principales baremos que mide un inversor, la rentabilidad. A cierre de 2021, la entidad logró una rentabilidad (medida en ROTE) del 5% y prevé un ROTE por encima del 6% en 2022, con lo que “alcanza un año antes los objetivos de rentabilidad del plan estratégico”, explica el grupo.

Por cierto, en la rueda de prensa de presentación de resultados ha sorprendido la ausencia de Oliu como presidente. Normalmente en las citas anuales suelen acudir los presidentes, aunque en este caso el cambio de funciones ha provocado esta ausencia, o eso dicen. Será así, pero también es cierto, que hace unos dos meses un conocido banquero de inversión que ha trabajado para Sabadell, asegura que Oliuy manda y mucho en la estrategia del banco, aunque no en el día a día.

Curiosamente ahora la estrategia de Sabadell es defender su independencia. Hace un año era su fusión. Los directivos cambian, como cambian las estrategias.

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