La presión de los gobiernos para desplegar fibra amenaza al rating de las telecos
El capex supondrá este año en torno al 18% de los ingresos de las operadoras Las necesidades de inversión frenan la mejora de su calidad crediticia
Las telecos europeas vuelven a enfrentarse a un desafío estratégico: elevar la inversión en nuevas infraestructuras sin que se vea penalizada su calificación crediticia. En un informe reciente, la agencia Moody’s ha advertido de que las necesidades de alto capex ha frenado la mejora de la calidad crediticia de las operadoras.
Según la agencia de calificación, muchas compañías del sector acumulan ya una alta deuda y los incrementos previstos de la inversión en despliegue de redes de fibra óptica y telefonía móvil 5G podrían erosionar su calidad crediticia. Sin embargo, el despliegue de redes es un objetivo clave para Gobiernos y reguladores, que están buscando vías para impulsar la implantación de las infraestructuras de nueva generación.
Esta situación ha acelerado la tendencia de creación de vehículos de inversión en fibra, en los que las operadoras han dado entrada a socios financieros. Entre ellas figuran Telefónica, Orange, KPN, Proximus, Telia, Iliad y Altice, entre otras. Estas sociedades quedan fueran del balance de las operadoras, que pueden dar un impulso a los despliegues sin que se apalancamiento se incremente.
En términos generales, Moody’s señala que las telecos necesitan mantener un alto capex durante 2022, en torno al 18% de sus ingresos, ante la aceleración de las inversiones en los despliegues de fibra y 5G. La agencia vuelve a destacar que la pandemia ha demostrado la necesidad de que los países cuenten con robustas redes de banda ancha para respaldar el trabajo en remoto y las economías digitales.
Planes
Las grandes compañías tienen ambiciosos planes. Deutsche Telekom tiene como objetivo alcanzar los 10 millones de unidades inmobiliarias con fibra óptica hasta el hogar (FTTH) en 2024 y el 60% de la población en 2030, frente al 5% actual, A su vez, su capex deberá mantenerse para cumplir con los compromisos de despliegue de 5G, contraídos en la subasta de espectro.
Vodafone también prevé invertir en 5G, enfocándose en las redes, espectro y pagos por licencia. La teleco elevará su deuda neta en los próximos 18 meses, mientras aplica estas estrategias de crecimiento. Orange, por su parte, planea seguir extendiendo sus redes de FTTH en Francia, en línea con el objetivo del Gobierno de llevar la banda ancha de alta velocidad a todos los hogares, empresas y edificios de la administración en 2022.
BT, por su parte, prevé un capex de 4.900 millones de libras en el ejercicio fiscal de 2022, y de 4.800 millones en los años siguiente, frente a los 4.200 millones de 2021. La teleco prevé desplegar fibra hasta las centrales más próximas a los hogares (FTTP) para llegar a 25 millones de hogares en 2026.
Frente a estos planes, Telefónica ya ha alcanzado una cobertura de FTTH cercana al 80% de los hogares en España tras las fuertes inversiones de los últimos años.
Aumento de las inversiones durante 2022
Según las previsiones de la agencia Moody’s, el capex de las empresas no financieras en Europa, Oriente Medio y África (EMEA) alcanzará este año los 920.000 millones de dólares (unos 816.000 millones de euros), un 20% más que en el ejercicio anterior. De ellos, en torno a la mitad será absorbido por tres sectores, utilities, telecomunicaciones y energía. A continuación, según el ranking de Moody’s, se situarán la automoción, el transporte y los productos de consumo.
Las telecomunicaciones supondrán cerca del 10,8% del total del capex de las empresas no financieras en la zona, es decir, más de 99.000 millones de dólares, que tendrán como destino los despliegues de redes de fibra óptica y de telefonía móvil 5G.