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Energía

Perú sopesa retirar a Repsol la licencia para operar la mayor refinería del país

Mirtha Vásquez, primera ministra de Perú.
Mirtha Vásquez, primera ministra de Perú.

La primera ministra de Perú, Mirtha Vásquez, ha asegurado  que su gobierno busca sancionar a una importante refinería local, propiedad de Repsol tras un derrame de petróleo la semana pasada. Vásquez no descartó suspender las operaciones en la instalación.

Vásquez dijo que algunos partidos políticos estaban pidiendo al gobierno que cancelara el contrato de la refinería de Pampilla o incluso que la expropiara por el desastre, pero dijo que aún se estaban analizando opciones.

"Estamos evaluando los aspectos legales, todavía no podemos decir si se va a suspender una licencia o no", dijo a la radio local. RPP.

“Eso dependerá mucho de la evaluación que hagamos de los términos legales bajo los cuales está operando la empresa y qué tipo de sanciones o infracciones se cometieron”. El derrame de petróleo, atribuido a olas inusuales provocadas por una erupción volcánica en Tonga hace más de una semana, ha afectado un área de hasta 9 millones de metros cuadrados, dijo el gobierno. Se ha denominado un "desastre ecológico".

La refinería Pampilla de Repsol representa más de la mitad de la capacidad de refino de Perú.

Vásquez dijo que además de las sanciones contra Repsol y las demandas de restauración de las áreas afectadas, la fiscalía investiga el caso por presuntos delitos ambientales y el Estado evalúa indemnizar a los afectados. “No pueden argumentar que no son responsables. Lo son y, por lo tanto, tienen que pensar en las consecuencias”, dijo.

El presidente de Repsol Perú, Jaime Fernández-Cuesta, dijo el domingo por la noche que la refinería podría haber reaccionado más rápido y que recién al día siguiente del derrame se conoció la magnitud total del desastre.

Cientos de personas marcharon este domingo pasado en protesta contra Repsol por el derrame, llegando hasta las inmediaciones de la refinería en el distrito de Ventanilla, ubicado al norte de la ciudad de Lima.

Ayer, el  presidente de Repsol en Perú, Jaime Fernández-Cuesta, admitió que la compañía tuvo un "error de percepción" sobre la magnitud del derrame de petróleo en el mar peruano el pasado día 15 y que recién conoció el impacto del "desastre ambiental" al día siguiente del suceso.

Fernández Cuesta ofreció una entrevista al programa televisivo Punto Final en el que reconoció que "hasta el día siguiente no fuimos conscientes de la magnitud" del derrame de crudo, que fue extendiéndose con la corriente marina.

"Seguro hemos cometido errores, el tema de la cantidad reportada en un informe preliminar, el no haber sido capaces de ver que habían manchas de petróleo en el mar hasta el día siguiente", indicó Fernández-Cuesta en alusión al reporte inicial de siete galones de petróleo vertido, que con el paso de las horas se convirtieron en 6.000 barriles.

Según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), la extensión del área afectada en la playa y litoral es de 180 hectáreas, y en el mar de 713 hectáreas, de acuerdo a la última medición realizada este domingo.

El titular de Repsol agregó que "no fuimos conscientes de la magnitud, hasta que empezó a llegar el petróleo a las playas" de Lima y la vecina provincia del Callao, pero aseguró que la labor de limpieza de las mismas estará terminada a finales de febrero próximo.

ATRIBUYE DESASTRE A FUERZA SÚBITA

Fernández-Cuesta explicó que han demostrado "que algo raro estaba sucediendo en el mar del Callao, pues nunca una fuerza súbita, extraordinaria, ha sido capaz de arrancar de cuajo dos tuberías" de la refinería de La Pampilla, cuando era abastecida de crudo por un barco.

La empresa sostiene que un oleaje anómalo provocó que las tuberías de suministro del petróleo se desconectaran y generaron el derrame, precisamente el día que una erupción volcánica estalló en la remota isla de Tonga y motivó alertas de tsunami en Ecuador y Chile.

"El trabajo de contención se ha hecho cuando se fue consciente de la magnitud del evento, no hemos parado, (...) sobrevolamos las playas cada día para controlar las posibles manchas, (...) pero hay zonas de difícil acceso en rocas y acantilados", expresó el presidente de Repsol en Perú.

Sobre la labor de limpieza del mar y las playas, el representante detalló que no repararán en gastos "para remediar lo más pronto posible este desastre" y que el crudo recuperado en el agua y la arena los están llevando de vuelta a la refinería para su tratamiento.

"Estamos demostrando desde el primer momento que vamos a asumir todas las responsabilidades que acarrea y asumiremos aquellas responsabilidades que los órganos civiles y judiciales determinen", afirmó Fernández-Cuesta.

GOBIERNO NO VIO RESPUESTA INMEDIATA

A su turno, la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, entrevistada por el mismo programa, declaró que el gobierno verificó que, al segundo o tercer día después del derrame, "el plan de contingencia no se había desplegado".

"Trajimos dos skimmer (máquinas para recoger crudo en el mar) con los que se empezó a limpiar porque al principio no tenían nada. No había suficiente personal y hemos desplegado a las fuerzas armadas. No hemos visto una reacción diligente de la empresa", indicó Vásquez.

La primera ministra añadió que "nos toca hacer una valoración del daño porque todavía se sigue expandiendo hacia las playas, identificar cuánta gente vivía de la pesca en estas playas, el daño ecológico", al ser consultada sobre las sanciones e indemnizaciones que se impondrán a la compañía.

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