La casa futurista para ahorrar tiempo y dinero que ya tiene lista de espera
CyberHut es una vivienda inteligente y sostenible que incluye sistemas de telemedicina para prevenir enfermedades
A la gente del barrio le parece un ovni que acaba de aterrizar en pleno distrito madrileño de Ciudad Lineal, pero en realidad se trata de CyberHut Casa de Marte. Este prototipo de vivienda futurista, desarrollada por Astroland a partir de sus investigaciones sobre la vida en hábitats extremos como Marte, está pensada para responder a todas las necesidades de las nuevas generaciones.
Una vez dentro, se enciende una pantalla y una mujer con pelo rosa da la bienvenida al usuario. Es CYBI, la asistente virtual de la casa, diseñada para ofrecer la mejor experiencia personalizada al inquilino. “Os voy a enseñar de lo que soy capaz. Me crearon para haceros la vida más fácil”, advierte mientras comenta parámetros como la calidad del aire, la temperatura, la humedad relativa o los niveles de dióxido de carbono. Además, la casa es capaz de generar y almacenar su propia energía, producir alimentos y reciclar agua.
Lo que más sorprende a quienes visitan la instalación, sin embargo, es la capacidad de CYBI de preparar “la caña perfecta”, según comenta el CEO de Astroland, David Ceballos. “Estas viviendas están pensadas para gente joven que tiene un nuevo estilo de vida. Gracias a la inteligencia artificial te va conociendo y ofrece la mejor experiencia de usuario: dietas personalizadas, rutinas de entrenamiento, estrategia de longevidad personalizada. El hogar a partir de ahora estará donde tu estés porque está personalizado para ti”, defiende.
Pero más allá de las cañas, la gran preocupación común actualmente es la salud y, en ese sentido, la casa también está preparada, ya que cuenta con un servicio de telemedicina con aplicaciones que, simplemente apoyando un dedo en un sensor, monitorizan hasta 14 parámetros como las constantes vitales, el nivel de colesterol o la presión arterial. Estos datos se comparten con un médico para adelantarse a cualquier posible enfermedad. Además, la vivienda incluye filtros HEPA, tratamiento de choque mediante ozono y sistemas de desionización del ambiente y de purificación del aire.
CyberHut incluye más de 400 sensores que la convierten en una vivienda con un alto grado de automatización. Así, es capaz, por ejemplo, de organizar pedidos y recibir paquetes, preparar el café cada mañana para que esté listo al levantarse o hacer la compra en base a lo que falte en la despensa. “Te ahorra horas de vida”, asegura Ceballos. La otra gran ventaja, dice, es el ahorro de dinero: “Conectarte al gimnasio desde casa sale mucho más barato que un entrenador personal de 150 euros. El sistema de telemedicina cuesta mucho menos que un seguro médico privado. Va a permitir vivir como millonarios sin tener que serlo”.
En total, el espacio apenas tiene 50 m2, pero las mesas, los electrodomésticos y los muebles rotan a gusto del inquilino adaptándose a la actividad de cada momento (gimnasio, bar, cine), consiguiendo así la funcionalidad de un piso de 200 m2. De media, la vivienda cuesta 200.000 euros, pero Astroland quiere plantear el pago por uso. “Está orientada a cambiar el paradigma de disfrutar vs. poseer”, afirma.
De momento, ya hay más de 1.200 personas interesadas en vivir en ella y podrán hacerlo próximamente en la colonia que Astroland está gestionando en suelo madrileño. “Nos han llamado dos futbolistas que la quieren. No sabíamos que iba a haber tanta demanda”, reconoce Ceballos.
Para los que no puedan permitírsela, también está la posibilidad de comprar solo una parte, ya que la idea es que la vivienda esté tokenizada. “Tradicionalmente, las casas se han comprado para disfrutar o para invertir. Para disfrutar tenemos más de 1.200 personas en lista de espera, pero para invertir unas 700. Ahí damos entrada a otro perfil de inversor que también se puede beneficiar de esto”, explica el CEO.
La estructura de la casa es antisísmica y antihuracanes, hecha a partir de materiales no contaminantes, duraderos, reutilizables, reciclables y reparables. Podrá visitarse durante el mes de enero en la calle del Doctor Cirajas, 1, adonde muchos se acercan con curiosidad. “Me preguntan que cuándo será una realidad”, admite Ceballos, “parece que no se dan cuenta de que ya están dentro”.