La CNMV extrema el marcaje a los 'hedge funds' bajistas para proteger el mercado
La UE rebaja para siempre el umbral desde el actual, situado en el 0,2% El objetivo es mejorar la transparencia en el mercado
El marcaje a los hedge funds bajistas se corrige y se aumenta de una vez y para siempre. Los inversores con posiciones cortas que supongan al menos el 0,1% del capital de una empresa cotizada deberán comunicarlas a la CNMV desde inicios de febrero, según una regulación europea que rebaja el umbral desde el 0,2% actual. La decisión de la UE se debe a que la situación actual ha puesto de relieve “la importancia de recabar información adicional con carácter permanente sobre las posiciones cortas netas significativas en acciones”.
Que los inversores se lucren con apuestas bajistas es legal. Esta práctica, incluso, contribuye a impulsar la liquidez del mercado. Pero todo debe realizarse dentro de un orden. Y la Comisión Europea ha decidido ser muy estricta a la hora de controlar este tipo de apuestas, que en ocasiones han provocado desórdenes significativos en las Bolsas. No en vano, el estallido del Covid en marzo de 2020 desató una oleada de prohibiciones por parte de los supervisores europeos, que bloquearon la creación de nuevas apuestas bajistas casi en bloque para evitar perturbaciones de mercado.
El coordinador de las comisiones europeas de valores, ESMA, hizo uso de sus poderes y ese mismo mes decretó que debían comunicarse todas las posiciones bajistas que supusieran el 0,1% del capital de un valor, la mitad del 0,2%, el umbral que se había aplicado desde 2012, tras la Gran Crisis Financiera y tras los problemas derivados con la deuda soberana de la zona euro.
Pero esa obligación expiró en marzo del año pasado, después de haber sido prorrogada tres veces. Ahora, en un reglamento delegado publicado en el Boletín Oficial de la Unión Europea (DO) el pasado 11 de enero se reactiva esa obligación a perpetuidad, con efectos desde inicios del próximo mes.
La UE afirma que este control es clave “a efectos de vigilancia del mercado”
Fuentes regulatorias señalan que este régimen es un poco más justo, puesto que el anterior penalizaba sobremanera a las empresas de pequeño tamaño. Obviamente, es más accesible tener un 0,2% de PharmaMar, con un valor de poco más de 1.000 millones, que de Inditex, con una capitalización que ronda los 90.000 millones. La desventaja sigue presente, pero se aminora, al rebajar el umbral de comunicación a la mitad.
Vigilar mejor
En el reglamento delegado, que puede consultarse en la edición online de CincoDías, se explica que “la evolución reciente de los mercados financieros observada por la Comisión, como la inestabilidad provocada por la pandemia mundial del Covid-19 (...), así como el riesgo creciente de que los inversores minoristas se vean inmersos en estrangulamientos de posiciones cortas, han puesto de relieve la importancia de recabar información adicional con carácter permanente sobre las posiciones cortas netas significativas en acciones”.
Este tipo de posiciones exacerba tanto los movimientos bajistas, en el momento en el que los inversores se posicionan a favor de la caída de una acción, como los alcistas, cuando los mencionados deciden cerrar sus posiciones con una operación de compra. El texto de la Comisión Europea añade que este control “es fundamental a efectos de vigilancia del mercado”.
La Comisión Europea considera que la inestabilidad de la Bolsa exige contar con toda la información posible
Cierto es que la comunicación de las posiciones bajistas del 0,1% o superiores, pero inferiores al 0,5%, quedarán solo bajo el conocimiento del supervisor correspondiente. En el caso español, de la CNMV. No se harán públicas. Sí se dan a conocer, y con el nombre del inversor bajista, las posiciones que supongan al menos el 0,5% del capital de una empresa cotizada.
Una herramienta para detectar riesgos sistémicos
Mejor control. Las posiciones cortas se controlan más que las “largas” (las adquisiciones, en el argot bursátil). Estas últimas solo se comunican, de forma pública, eso sí, cuando se consideran significativas. Es decir, cuando suponen al menos el 3% del capital o el 1% en caso de que el inversor tenga su sede en un paraíso fiscal. Pero esta diferencia de trato tiene una razón, según explica ESMA en un documento. “La notificación de las posiciones cortas netas a las autoridades competentes les permite supervisar y, en su caso, investigar las ventas en corto que puedan generar riesgos sistémicos, ser abusivas o crear desórdenes en los mercados”, indica.
Acciones específicas. En la práctica, la notificación de las posiciones cortas netas permite a la CNMV y al resto de los supervisores europeos vigilar la acumulación de posiciones bajistas en acciones específicas. “Las autoridades competentes utilizan como indicador precoz de acciones posiblemente sobrevaloradas o volátiles”, sentencia ESMA.