Sercotel prevé duplicar beneficio y facturación precovid en 2022
Contará con 130 hoteles este año cuando se cumplan dos años y medio de la compra por parte de la familia Gallardo, dueña de Almirall
Sercotel afronta la salida de la crisis con los deberes hechos. La familia Gallardo, dueña de la farmacéutica Almirall, tomó el control del 100% de la compañía hotelera en junio de 2020, en lo peor de la crisis del coronavirus, y puso al frente de la misma a José Rodríguez Pousa, que ya acumulaba quince años como representante de la patrimonial Landon en el consejo de administración de la hotelera.
Año y medio después, el consejero delegado de Sercotel confiesa que han puesto a punto a la compañía para afrontar la salida de la crisis. “Hemos tenido un 2021 muy complejo, pero estamos muy contentos con el resultado. Hemos aprendido a soplar y sorber. Hemos incorporado talento, hemos acelerado la ruptura tecnológica y hemos ganado tamaño con un crecimiento contenido de la deuda”, recalca en una entrevista con Cinco Días.
Rodríguez Pousa asegura que la prioridad del modelo financiero previo al covid era no tener deuda. “Teníamos más caja que deuda. La crisis nos obligó a recurrir a la financiación a través de los créditos ICO, pero el saneamiento de la compañía nos va a llevar muy rápido al punto de partida”. El consejero delegado prevé que la facturación de este año duplicará la obtenida en 2019 (76 millones de euros), que fue la mejor de la historia de la compañía, mientras que el beneficio también se duplicará (de 4,6 a 9 millones de euros), aunque reconoce que esa posibilidad dependerá de más factores. Por su parte, la deuda en 2022 solo representará una vez ebitda
En cuanto al crecimiento, Sercotel incorporó 15 hoteles en 2021 hasta completar una cartera de 115 activos, de los que 49 eran directamente operado por la compañía, 30 franquiciados (Sercotel) y el resto pertenecía al modelo de comercialización, en el que la hotelera apoya con la plataforma de ventas. “Somos una cadena urbana muy especialista en corporativo y ocio y seguimos creyendo en el éxito de esta formula”. En su opinión, el mantra de que los viajes de negocios han desaparecido o van a desaparecer es una leyenda urbana. “España es un país de pymes y autónomos. Ambos colectivos han estado viajando durante toda la pandemia, mientras que las grandes corporaciones no han anulado los grandes eventos, simplemente los están posponiendo a la espera de que pase la crisis sanitaria”.En cuanto al ocio reconoce que el segundo semestre ha sido muy bueno. “Hay muchas ganas de viajar y hay muchas personas que llevan ahorrando varios trimestres. Estamos convencidos de que todo volverá a la normalidad cuando pase la crisis sanitaria”.
Para este año prevé incorporar otros 15 hoteles. En cuanto a ubicaciones, Rodríguez Pousa señala a Madrid y Barcelona como prioridades, aunque confiesa que los precios siguen muy altos, por lo que se decanta por ciudades medianas como Sevilla, Málaga o incluso pequeñas como Salamanca o Logroño. “Estamos muy cómodos en estas ubicaciones porque son muy resilientes y funcionan muy bien”.