La gestora estrella de Wall Street pierde parte de su brillo
Su fondo Ark Innovation cede casi un 40% desde máximos
La Reina de la Bolsa en 2020, Cathie Wood, perdió el año pasado parte de su magia. La gestora creó la firma Ark Invest de la nada, en 2014, con una vocación muy centrada en compañías tecnológicas. Hace dos años aún tenía solo 3.500 millones de dólares bajo gestión, pero su gran éxito al invertir atrajo muchísimo dinero y para comienzos de 2021 llegó a superar los 60.000 millones de dólares en activos. Sin embargo, el pasado ejercicio las rentabilidades no acompañaron, y la valoración del fondo cayó cerca de un 40% desde máximos.
Realmente, mantener las rentabilidades conseguidas en 2020 era poco menos que imposible. Su fondo estrella, el Ark Disruptive Innovation, había rentado casi un 150%. Los estudios académicos han demostrado sobradamente que en casos así siempre hay una “reversión a la media”, y que el fondo que ha rentado mucho un ejercicio tiende hacerlo peor que el mercado en fechas posteriores.
Además del Ark Disruptive Innovation (con fuertes apuestas por Tesla, Zoom -la compañía de videollamadas-, además de proveedores de servicios para monedas virtuales...), Cathie Wood ha lanzado fondos especializados en compañías de exploración espacial, fondos de compañías de tecnología financiera, fondos especializados en firmas de impresión en 3D...
Las cosas empezaron a torcerse en noviembre de 2020. Después de lograr rentabilidades estratosféricas, algunas de sus apuestas empezaron a flojear y en solo seis meses el fondo estrella perdió un 32% de su valor. Justo en el momento que más dinero estaba llegando.
Las últimas entradas en su cartera
- Coinbase. El proveedor de servicios de intermediación y custodia de activos digitales (fundamentalmente, criptomonedas) debutó en Bolsa en abril, y muy pronto se convirtió en uno de los valores favoritos de Cathie Wood. Ahora es la cuarta mayor posición de su fondo Ark Disruptive Innovation. La primera posición la sigue ocupando Tesla, el fabricante de coches eléctricos.
- Roku. Ark Invest también ha hecho una apuesta muy decidida por esta compañía, dedicada a fabricar dispositivos que reproducen vídeos de plataformas de contenidos (se conectan a la televisión para poder ver el contenido de Netflix, HBO, Prime Video, Disney). En la actualidad es la tercera mayor posición del fondo bandera de la gestora, con el 5,6% de la cartera. Las acciones se han depreciado un 50% desde el verano.
Al ganar tamaño habían llegado los problemas. Encontrar firmas tecnológicas con un gran potencial era más difícil. Cuando el fondo tocó máximos, algunos inversores salieron para realizar las fuertes plusvalías logradas y la gestora se vio obligada a vender posiciones para devolver el dinero a los clientes. Las acciones más fáciles de vender eran las más líquidas, las más grandes (como Apple o Google) que, al mismo tiempo, fueron las que mejor siguieron comportándose. Esas ventas forzadas han acabado desequilibrando la cartera.
Además, Wood se convirtió en la musa del mercado alcista, en el que muchas compañías tecnológicas cotizan a precios muy altos. Esto la situó como diana de los inversores bajistas. Michael Burry, el gestor que inspiró la película La Gran Apuesta (por su acertada inversión en contra de las hipotecas subprime, en 2007), llegó a hacer apuestas bajistas contra las principales posiciones del fondo de Wood. Aunque luego deshizo estas apuestas, situó a la gestora como el mejor ejemplo de un mercado supuestamente recalentado.
Incluso la firma Tuttle Capital creó un vehículo específico para apostar contra el mundo de las compañías disruptivas (el fondo se llama SARK, en una clara referencia a la gestora de Cathie Wood). Este fondo, creado hace tres meses, ha logrado ya una rentabilidad del 15%.
No solo Ark Disruptive Innovation cerró 2021 con fuertes caídas. También su vehículo de nuevas firmas de internet perdió cerca de un 20% de su valor. Otros, como el de robótica, consiguieron acabar el ejercicio en positivo, pero con una revalorización mínima.
Pese al mal ejercicio, el fuerte flujo de salida de inversores terminó en abril. Desde entonces, el número de accionistas de sus fondos cotizados se ha mantenido estable, y Wood ha seguido defendiendo con uñas y dientes el valor de la inversión en tecnologías disruptivas.
Una de las últimas apuestas de la musa tecnológica de Wall Street ha sido todo el mundo de las criptomonedas y todos los mercados y proveedores que dan servicio a esta nueva industria. A su juicio, monedas virtuales como el Ethereum están “tremendamente infravalorados”