Boeing quiere construir su próximo avión en el metaverso
El fabricante aeronáutico pretende conectar réplicas virtuales tridimensionales, o “gemelas digitales”, con sus nuevas aeronaves
En la fábrica del futuro de Boeing, los diseños de ingeniería en 3D se unirán con robots que hablarán entre sí, mientras los mecánicos de todo el mundo estarán conectados por medio de auriculares HoloLens de Microsoft. Así es la fotografía que propone la nueva y ambiciosa estrategia de Boeing para unificar el diseño, producción y servicios aéreos en un único ecosistema digital. Y hacerlo en el plazo de dos años.
Los críticos aseguran que Boeing ha hecho repetidamente promesas audaces similares sobre revolución digital, con resultados dispares. Los objetivos de mejorar la calidad y la seguridad han adquirido mayor urgencia e importancia, ya que la empresa se enfrenta a múltiples amenazas y retos de producción.
El fabricante de aviones empieza 2022 luchando por reafirmar su dominio de ingeniería tras la crisis del 737 MAX, al tiempo que sienta las bases de un futuro programa de aviones para la próxima década, una apuesta de 15.000 millones de dólares. También se esmera en evitar futuros problemas de fabricación como los defectos estructurales que hicieron fracasar su 787 Dreamliner el año pasado.
“Se trata de reforzar la ingeniería”, dijo a Reuters el ingeniero jefe de Boeing
Greg Hyslop, en su primera entrevista en casi dos años.
“Estamos hablando de cambiar la forma de trabajar en toda la compañía”. Tras años de salvaje competencia con la europea Airbus, esta vez la rivalidad se traslada a las fábrica.
El director general de Airbus, Guillaume Faury, antiguo jefe de investigación de automóviles, se ha comprometido a “inventar nuevos sistemas de producción y poder de los datos” para optimizar su sistema industrial. El enfoque de Boeing por su parte se ha caracterizado hasta ahora por avances graduales en programas específicos, en lugar de la revisión de todo el sistema.
El impulso digital simultáneo de los dos gigantes de la aviación es un indicio de la revolución que se está produciendo en todo el mundo, en un momento en el que desde el fabricantes de automóviles como Ford Motor y a empresas de medios sociales como Facebook quieren trasladar el trabajo y el ocio a un mundo virtual inmersivo.
¿Cómo funciona el metaverso en la aviación? Al igual que Airbus, el objetivo de Boeing para su próximo avión es construir y conectar réplicas virtuales tridimensionales (“gemelas digitales”) del avión y el sistema de producción, capaces de realizar simulaciones.
Las maquetas digitales están respaldadas por un “hilo digital” que une cada pieza de información sobre el avión desde su inicio -desde los requisitos de las aerolíneas, a los millones de piezas y las miles de páginas de documentos de certificación- y extenderlo hasta lo más profundo de la cadena de suministro.
Boeing considera que estas nuevas herramientas digitales, si se usan desde los primeros diseños, serán fundamentales para llevar un nuevo avión desde su concepción hasta el mercado en tan solo cuatro o cinco años. “Se conseguirá más rapidez, se mejorará la calidad, la comunicación y una mayor capacidad de respuesta cuando se produzcan problemas”, dijo Hyslop. “Cuando la calidad de la base es mayor, cuando la construcción del avión es más fluida, cuando se minimizan las duplicidades del trabajo, el rendimiento financiero aumentará”, añadió.
Pero no todo es tan fácil. Los escépticos señalan los problemas técnicos del minijumbo 777X de Boeing y el avión de entrenamiento militar T-7A RedHawk, que ya se desarrollaron con herramientas digitales. Los analistas señalan también que Boeing puso demasiado el foco en el ahorro y la rentabilidad, y sigue recortando el gasto en I+D.
Gigantes como el fabricante de piezas de aviones Spirit AeroSystems ya han invertido en tecnología digital. Los principales fabricantes de aviones se han asociado con el con el grupo software francés Dassault Systèmes. Pero cientos de pequeños proveedores repartidos por todo el mundo carecen de capital o recursos humanos para aplicar grandes cambios. La propia Boeing se ha dado cuenta de que la tecnología digital por sí sola no es la panacea. Debe ir acompañada de cambios organizativos y culturales en toda la empresa, dicen fuentes del sector.