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La solvencia de la banca europea mejora y la rentabilidad empieza a repuntar

La Autoridad Bancaria Europea ha emitido su informe trimestral

José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (ABE).
José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (ABE).Efe

La solvencia de la banca europea, que apenas se resintió al comienzo de la crisis de la Covid gracias a una intervención pública masiva, ha seguido mejorando hasta la primera mitad de este año, mientras que la rentabilidad ha experimentado una rapidísima recuperación desde niveles históricamente bajos.

Estos son algunos de los elementos más destacados del ejercicio anual de transparencia publicado este viernes por la Agencia Bancaria Europea (EBA), que no obstante lanza varios mensajes de prudencia en dirección de los bancos, por ejemplo, a la hora de distribuir dividendos u otros mecanismos de remuneración.

En los 120 bancos de 25 países de la Unión Europea que toma como muestra la EBA en su informe (y que representan más del 80 % del sector), el nivel de solvencia en el primer trimestre de 2020, cuando llegó el choque del coronavirus, bajó cinco décimas al 14,3 %, pero desde entonces ya ascendió al 15,5 % a finales de ese año.

La ratio de capital de máxima calidad (CET1) y adelantando los futuros requerimientos normativos ("fully loaded") se mantuvo en ese 15,5 % en el segundo trimestre de 2021, a lo que contribuyeron los buenos resultados de la primera mitad del año, así como la disponibilidad de fondos en el mercado y la financiación que ha seguido ofreciendo el Banco Central Europeo (BCE).

Más marcado ha sido el avance en el ratio de liquidez, que no ha dejado de progresar rápidamente durante toda la crisis, al pasar del 149 % a finales de marzo de 2020 al 174,5 % a fecha del pasado 30 de junio.

En paralelo, el peso de los créditos morosos ha continuado su tendencia a la baja que se viene constatando desde la crisis financiera global, y ha pasado de representar un 2,9 % en el segundo trimestre de 2020 al 2,3 % un año después.

Esa evolución favorable queda, no obstante, matizada si se observa el comportamiento de los préstamos en vigilancia especial, es decir, aquellos que corren el riesgo de convertirse en créditos morosos. Su porcentaje pasó en esos mismos doce meses del 8,2 % al 8,8 %.

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