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La variante ómicron irrumpe en España sin un protocolo de restricciones acordado

Madrid detecta el primer positivo de la cepa sudafricana

Gabriela López Escalante
Europa ante la nueva variante ómicron del Covid

La irrupción de la nueva variante del Covid ómicron –detectada en Sudáfrica– ha obligado a los países europeos a rescatar in extremis las restricciones para contener la propagación del virus. Entre ellos España, que este lunes se sumó a la treintena de casos ya confirmados de esta cepa en Europa.

Aunque las alarmas comienzan a encenderse de nuevo en todo el planeta, España, con una de las incidencias más bajas del continente (199 casos), solo ha aprobado medidas que blindan al país de importar por vía aérea más contagios de esta variante. Así, el desembarco de la cepa coge al país sin definir aún cuáles serán las restricciones ligadas al nuevo semáforo de riesgo Covid para limitar la expansión de la variante ómicron dentro del territorio español.

El Consejo de Ministros aprobará este martes la suspensión de vuelos con destinos o salidas de los países de África austral afectados por esta mutación, como Sudáfrica o Botsuana, aunque ya desde ayer entró en vigor una orden que obliga a todos los viajeros procedentes de estos territorios a cumplir una cuarentena de diez días.

También estará restringido desde este miércoles el turismo británico. El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha anunciado este sábado que a partir del 1 de diciembre solo podrán entrar a España los vacunados con doble pauta, lo que deja fuera a 28 millones de viajeros de Reino Unido, el principal emisor de turistas a España.

Caos de medidas

Lo que todavía no ha decidido España es cómo enfrentar el virus con una voz común entre las comunidades autónomas. El último acuerdo entre el Ministerio de Sanidad y las regiones dio vida a un nuevo semáforo Covid, más laxo, por el impacto positivo de la vacunación en el país, que ya cubre a un 89,2% de la población diana.

En este, se eleva el umbral de riesgo alto a una incidencia acumulada a 14 días por encima de los 300 casos por 100.000 habitantes. Esta marca, según los datos publicados este lunes por Sanidad, ya se supera en tres comunidades: Aragón, Navarra y País Vasco.

Por ello preocupa que este nuevo termómetro está ausente de medidas asociadas a los niveles de alerta, a pesar de que las regiones han demandado un paraguas legislativo nacional que evite los varapalos judiciales locales a medidas como el pasaporte Covid.

Por ejemplo, este certificado ya se exige a unos 20 millones de españoles –un 42% de la población–, para acceder a establecimientos de hostelería, restauración y ocio en comunidades como Galicia, Cataluña o Navarra. Este martes, los tribunales autorizaron a aplicarlo en la Comunidad Valenciana.

Sin embargo, en otras como el País Vasco, que registra la segunda incidencia más alta de España, la Justicia vasca tumbó la petición. Este vacío ha hecho que la región advierta de que decretará la Emergencia Sanitaria si empeora la situación y aumenta la presión en las UCI.

Temor en Europa

Europa ha enfrentado el avance de la nueva ola de Covid con su receta de los meses más duros de la pandemia: cierre de fronteras, restricción de horarios y aforos y confinamientos. Los 27 del bloque comunitario han activado el freno de emergencia a petición de la presidenta de la Comisión Europea (CE), Úrsula von der Leyen, y han vetado los vuelos de África austral, un movimiento criticado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que pidió que las decisiones “se guíen por la ciencia, sin imponer una carga pesada en las vidas y en los medios” de los países vetados.

La Unión Europea confirmó hasta ayer 34 positivos con la variante ómicron. Holanda y Portugal son hasta ahora los países más afectados, cada uno con 13 contagios, según han informaron las autoridades sanitarias. También han detectado esta nueva cepa Alemania, Dinamarca, Italia y Bélgica; mientras que, próximo al territorio comunitario, Reino Unido ha informado sobre tres casos.

Ante la advertencia de la OMS sobre el riesgo “muy alto” que plantea globalmente la nueva variante ómicron del coronavirus, varios países, como Portugal y Reino Unido, han recuperado algunas restricciones como la obligatoriedad de la mascarilla o la exigencia de una prueba PCR además del pasaporte Covid, tanto para viajes aéreos, como para restaurantes o teatros.

Otros como Eslovaquia y Austria, que encabezan la incidencia acumulada en el continente, con 2.672 y 2.089 casos, han recurrido al confinamiento general de la población. Mientras que República Checa, entre los más afectados por la nueva ola, ha optado por el confinamiento nocturno.

El presidente de EE UU, Joe Biden, en una vídeoconferencia con el mantatario chino, Xi Jinping, en noviembre.
El presidente de EE UU, Joe Biden, en una vídeoconferencia con el mantatario chino, Xi Jinping, en noviembre.MANDEL NGAN (AFP)

Biden ultima un nuevo plan

 

 

Sin pánico. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró ayer que la nueva variante ómicron “es motivo de preocupación, pero no de pánico”, por lo que afirmó que el país norteamericano -que todavía no ha confirmado un caso de esta cepa- no impondrá medidas adicionales. “Si la gente se vacuna y utiliza mascarilla no hay necesidad de confinamiento”, agregó. Sí se ha impuesto, por el momento, restricciones a los viajeros procedentes de Sudáfrica y otros siete países del continente africano.

Más vacunas. Por otra parte, Biden insistió en la importancia de que la población mundial pueda acceder a las vacunas, sobre todo en los países con menos recursos, para superar la pandemia. “No podemos detenernos hasta que todo el mundo esté vacunado”, enfatizó. El presidente recordó que Estados Unidos ya ha emprendido una campaña de donación de dosis, la última en septiembre, por un total de 500 millones de dosis de la vacuna de Pfizer para enviar a países en vías de desarrollo, e instó a más Gobiernos a unirse a esta estrategia. Al respecto, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, reafirmó ayer el compromiso de España cin la donación de 50 millones de dosis de vacunas antes de que termine el primer trimestre de 2022, de las que ya se han donado unas 30 millones al Fondo de Acceso Global para Vacunas (Covax). Por su parte, China se comprometió ayer a donar 1.000 millones.

 

 

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