Deutsche Bank tendrá que seguir en la cinta de correr
La prodigiosa generación de ingresos de este año será difícil de repetir el año que viene, y más aún en 2023
Dirigir un banco se parece más a una cinta de correr que a una pista. El consejero delegado de Deutsche Bank, Christian Sewing, puede alcanzar su objetivo del 8% de rentabilidad sobre el capital tangible (ROTE) el año que viene. Pero tendrá que seguir avanzando. Su próximo reto será mantener esos rendimientos y, finalmente, acercarlos al probable coste de capital del 10% del prestamista.
El objetivo de ROTE para 2022 de Sewing es la pieza central de su estrategia de cambio para el antiguo caso perdido, que era deficitario cuando asumió el cargo en 2018. El banco calcula que alcanzar el objetivo requiere 25.000 millones de euros de ingresos anuales, lo que siempre pareció una exageración.
Los resultados del miércoles muestran que ya no es imposible. Deutsche alcanzó el nivel de ingresos requerido en los 12 meses hasta el tercer trimestre de este año. Eso significa que Sewing solo tiene que mantener la línea superior estable, mientras se asegura de que los recortes de costes se producen según lo previsto, para declarar la misión cumplida.
Sin embargo, la prodigiosa generación de ingresos de este año será difícil de repetir. Los banqueros de inversión de Sewing obtuvieron 9.600 millones de euros de ingresos en los últimos 12 meses, gracias a un auge vinculado a la pandemia en el trading de deuda, las fusiones y adquisiciones y las emisiones de deuda y acciones corporativas. Si todas las demás divisiones se comportan el año que viene como esperan los analistas, Sewing necesita que esa cifra se mantenga por encima de los 9.400 millones de euros, según nuestros cálculos, utilizando las estimaciones de consenso elaboradas por la entidad.
Puede que se mantenga el año que viene, si las subidas de tipos del banco central provocan un nuevo aumento del trading de bonos, pero 2023 es otra cuestión. El banco de inversión solo obtuvo 7.000 millones de euros de ingresos en 2019, cuando los mercados estaban más tranquilos.
Incluso si Sewing alcanza su 8%, y convence a los inversores de que es algo más que una casualidad, tiene más trabajo por hacer. Dado que el coste de los fondos propios de Deutsche se sitúa probablemente en torno al 10%, el banco seguiría destruyendo valor para los accionistas. Eso significa más recortes de puestos de trabajo, además de los 13.000 eliminados desde principios de 2018. También podría tener que reconsiderar la fusión con su rival Commerzbank, que ahorraría costes, y que ambos desecharon en 2019. En otras palabras, el éxito puede llevar a Sewing más lejos, pero dejarlo en una posición inquietantemente familiar.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías