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Noticia patrocinada

El hidrógeno verde es la llave para el éxito en la descarbonización

Su uso como vector energético 100% limpio será fundamental en todos los sectores, incluso en aquellos de difícil electrificación

En ese círculo virtuoso donde varias tecnologías caminan juntas para lograr el objetivo de la descarbonización, hay una cuyo curso va a ser fundamental para el éxito de la misma. Es de las últimas que se ha incorporado, pero el desarrollo que ha experimentado en pocos años fruto de la investigación, la inversión de las empresas y del apoyo de los Gobiernos y de la Unión Europea, la ha traído a primer plano y la ha posicionado como una solución energética fundamental para la lucha contra el cambio climático.

Es el hidrógeno verde, un nuevo vector energético 100% limpio. En todo su proceso de producción no se generan emisiones. La electricidad que se necesita para romper la molécula de agua en hidrógeno y oxígeno se genera en una planta eólica o fotovoltaica, de ahí su origen renovable.

Así comienza a escribirse su catálogo de ventajas: origen renovable y cero emisiones. Después vienen otras derivadas de sus múltiples aplicaciones, como la industria intensiva, la generación eléctrica y la movilidad, tres de los sectores que más contribuyen a la generación de dióxido de carbono.

Hay que tener en cuenta que la electricidad va a ser una herramienta importante para lograr el objetivo de neutralidad climática. Pero no será la única ni podrá llegar a todos los sectores. En este contexto donde no todo va a poder ser electrificable, tanto por cuestiones técnicas como económicas, el hidrógeno verde va a convertirse en una solución perfecta para completar la descarbonización de la economía.

En su producción no se generan emisiones y tiene, además, múltiples aplicaciones

Cierra este capítulo de virtudes su capacidad de almacenamiento de energía eléctrica en grandes cantidades, algo que a día de hoy no resulta posible. Además, el hidrógeno renovable se puede almacenar y transportar fácilmente por la red de infraestructuras gasistas existentes.

Retos inmediatos

El principal reto es seguir investigando e invirtiendo para aumentar su producción y conseguir un precio rentable y competitivo. Para ello, hay que ampliar el número de proyectos y aumentar la capacidad de producción de electrolizadores. Así, la tecnología podrá ser más competitiva.

Las grandes industrias ya utilizan hidrógeno en sus distintos procesos productivos, pero no es renovable. Los primeros electrolizadores capaces de generar hidrógeno verde comenzaron a funcionar hace pocos meses.

Enagás participa en 34 proyectos de este vector energético en España

Son varias las empresas españolas que están impulsando esta nueva tecnología. Enagás es una de ellas y lo hace de la mano de socios. Algunos de ellos tan importantes como Repsol, Acciona, Navantia o Naturgy. 34 proyectos en total por toda España y en los que se han conseguido grandes hitos en los últimos meses.

Es el caso del proyecto Power to Green Hydrogen Mallorca, en el que se ha comenzado a construir la planta fotovoltaica de Lloseta, una de las dos que alimentará la primera planta de hidrógeno verde de España, y que Enagás promueve junto a sus socios. En este mismo proyecto, Enagás y Acciona han firmado con Iberostar un acuerdo para abastecer de hidrógeno verde a todos los hoteles que la cadena tiene en Mallorca, convirtiéndose en el primer suministro de hidrógeno verde del sector turístico en España.

Otro proyecto de producción de hidrógeno renovable por fotoelectrocatálisis –procedente directamente de la energía solar–, capitaneado por Repsol y Enagás, ha recibido el apoyo de la Comisión Europea, que financiará a través de su programa Innovation Fund una parte de la inversión. Además, la compañía de infraestructuras energéticas se ha unido a Naturgy y Exolum para llevar a cabo la primera gran alianza de hidrógeno verde para el ámbito de la movilidad en España, que contempla la construcción de 50 hidrogeneras. También ha firmado, en colaboración con LatemAluminium, un acuerdo para el desarrollo de un proyecto industrial de dos plantas de producción de hidrógeno verde en Castilla y León.

Los operadores europeos como Enagás no solo van a jugar un papel importante en el impulso de estos proyectos, sino también en el uso de sus propias infraestructuras. La compañía cuenta con una red de infraestructuras preparada para transportar y almacenar este gas renovable.

La iniciativa European Hydrogen Backbone (EHB) estima que alrededor del 69% de la red de hidrógeno la compondrán gasoductos ya existentes. Un ejemplo de ello es el proyecto europeo Green Crane Evolution, de despliegue del hidrógeno renovable en España gracias a las infraestructuras de transporte y almacenamiento ya existentes, y que busca posicionar al país como referente y puerta de entrada del hidrógeno en Europa.

Una oportunidad histórica

España tiene ante sí una oportunidad para convertirse en una potencia mundial en la producción de hidrógeno verde. Al sol y al viento se suma la apuesta decidida de las principales compañías energéticas españolas por este vector energético.

El Gobierno de España aprobó en octubre de 2020 la Hoja de Ruta del Hidrógeno, que prevé para 2030 una capacidad instalada de electrolizadores de 4 GW y una serie de hitos en el sector industrial, la movilidad y el sector eléctrico, para los cuales será preciso movilizar inversiones estimadas en 8.900 millones de euros durante el periodo 2020-2030, según el documento del Ministerio para la Trancisión Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).

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