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El Ibex inicia octubre sin rumbo fijo y retrocede un 0,8% en la semana

Los descensos llegaron a superar el 1,5% en las primeras horas de negociación

Las principales Bolsas a 1 de octubre y el balance del Ibex en la semana

El cambio de mes no ha traído aires nuevos a las Bolsas. Octubre comienza con más dudas que certezas. En la primera sesión del cuarto trimestre la volatilidad siguió imperando en la renta variable y después de una jornada de constantes idas y venidas el Ibex 35 concluyó en tablas (0,03%), un resultado insuficiente para recuperar los 8.800 puntos y salvar la semana. Con la barrera psicológica de los 9.000 puntos todavía lejos, el selectivo español retrocedió un 0,83% semanal.

Peor suerte corrieron el S&P 500 y el Eurostoxx. Al cierre de los mercados europeos el índice estadounidense acumulana una caída del 2,97% en las últimas cinco jornadas, dato que de confirmarse al cierre supondrían el mayor recorte desde finales de enero. Por su parte el índice que agrupa a las 50 mayores cotizadas del Viejo Continente cayó un 3%, su peor balance en nueve meses.

Siguiendo la tendencia imperante en septiembre los valores turísticos en compañía de Sabadell (6,61%) fueron los valores más alcistas de la semana. IAG avanzó un 7%; Aena, un 6,13%; Meliá, un 5,68% y Amadeus (2%). Destados fueron también los ascensos de Repsol que impulsado por los precios del crudo sumó un 5,58%). En el lado opuesto se colaron compañías defensivas como Fluidra (-10,83%), Pharma Mar (-8,84%) y las renovables Siemens Gamesa (-7,93%) y Solaria (-6,18%), que sufren en su cotización las medidas anunciadas por el Gobierno para frenar la escalada del precio de la luz.

Aunque octubre es un mes que trae malos recuerdos para los inversores porque en él han confluido algunas de las mayores crisis bursátiles de la historia -la del 1929, la del 1987 y la del 2008- en esta ocasión los expertos consideran que más que crisis se trata de una corrección. El rally que venían acumulando las Bolsas empezaba a ser difícil de digerir. Con muchos de los índices en máximos históricos, cualquier atisbo de duda es visto como oportunidad para plegar velas y hacer caja.

Esa es la corriente que empieza a cobrar fuerza en los mercados ahora que crecen los temores a una estanflación. Una buena muestra de ello fue el dato de inflación de la zona euro. En un momento en el que crecen las voces que apuntan a una ralentización económica, la tasa de precios de la región se sitúa en el 3,4%, su nivel más elevado en 13 años. Pese a los sustos propiciados en las últimas semanas, los expertos de Macroyield consideran que quizás llega prematuramente y que no será dominante en el último tramo del año, pero los inversores estarán muy atentos a la evolución de los precios. “El principal riesgo para las Bolsas en los próximos meses es que la inflación y la curva al alza contribuyan a deteriorar las perspectivas de crecimiento, de manera que del reflacionismo se pase a la estanflación”, señalan.

A la espera de ver cómo evolucionan los precios y sus efectos en el crecimiento, los inversores parecen que no están dispuestos a arriesgar y optan por la prudencia, un comportamiento que les están llevando en las últimas semanas a rebajar su exposición al riesgo. Las caídas semanales del Ibex se situaron en línea con la del resto de Bolsas europeas. El Cac francés bajó 1,82%; el FTSE británico, un 0,35%; el Mib italiano, un 1,36% y el Dax alemán, un 2,4%.

Al otro lado del Atlántico y coincidiendo con la publicación del ISM manufacturero (subió a los 61,1 puntos) y el PMI (se mantuvo estable en los 60,7 puntos) los inversores hicieron esfuerzos por rebajar las pérdidas semanales. Sin embargo, aunque ambos índices se sitúan en zona de expansión la ralentización del ritmo de crecimiento mensual de la actividad sigue siendo significativa. Este contexto sumado a las divergencias entre republicanos y demócratas abocaron a Wall Street a las pérdidas. Además de los descensos del S&P 500, el Dow Jones retrocede un 1,89% en las últimas cinco sesiones y el Nasdaq, un 3,85%, su peor balance ocho meses. Los récords sucesivos de la Bolsa estadounidense parecen haber tocado techo y el índice que agrupa a las grandes tecnológicas, una de las estrellas indiscutibles de 2020, corrige un 6% desde sus máximos históricos registrados a principios de septiembre, antes de que la Reserva Federal anunciara que estudia rebajar ls compras de deuda. Esto unido al alza de los precios han disparado las rentabilidades de la deuda, algo que penaliza con fuerza a los valores de crecimiento.

Si bien la inflación y la retirada anticipada de los estímulos se ha convertido en uno de los quebraderos de cabeza para los inversores, las desavenencias entre republicanos y demócratas no quedan al margen. El presidente Joe Biden firmó el jueves un proyecto de ley que amplía la financiación del gobierno hasta el 3 de diciembre y evita el cierre parcial de la Administración, una medida que los inversores consideran que es un mero parche. Como señalan desde Link Securties el gran para la economía estadounidense y para los mercados financieros mundiales es que no se alcance un acuerdo para incrementar el límite de deuda antes de mediados de octubre. La secretaria del Tesoro de EE UU, Janet Yellen, ha señadlo que de producirse esto el país sería incapaz de afrontar sus compromisos de pago, y entraría en default. Aunque el riesgo es elevado, el consenso del mercado lo califica de improbable, lo que no impide que en el corto plazo los mercados de valores occidentales sigan bajo presión.

Como contrapunto a este pesimismo, los expertos apuntan a la temporada de resultados como el gran aliciente. “Esperamos que la presentación de resultado trimestrales sirva de apoyo a las Bolsas, sobre todo porque, por el momento, los analistas no parece que hayan entrado en pánico y no están revisando a la baja sus expectativas de resultados de forma alarmante”, señala Juan José Fernández Figares, director de análisis de Link Securities.

En el mercado de materias primeras el Brent suma un 0,25% y se aproxima a los 79 dólares.

El bono de EE UU a 10 años en 2021

Se alivia la presión en la renta fija

EE UU. Después de que el martes la deuda de EE UU a dos repuntara al 0,3% por primera vez desde marzo de 2020, la relajación de los precios de la energía ha contribuido a rebajar la presión. El viernes el bono con vencimiento en 2023 concluyó en el 0,264%, por debajo incluso del 0,27% que registró la pasada semana. Este alivió se trasladó a plazos más largos. Por su parte el bono a cinco años se sitúa en el 0,94%, unas cotas que aunque elevadas se sitúan por debajo del 1% que marcó el 28 de septiembre. La deuda con vencimiento en 2031 se mantiene por debajo del 1,5% que superó el martes.

Eurozona. La deuda europea vivió en septiembre su peor mes del año, arrastrada por las subidas de las rentabilidades en EE UU en respuesta a la subida de los precios de energía y ante la sospecha de muchos inversores de que los bancos centrales podrían no ser tan flexibles con el alza de los precios. Como ocurrió en la primera economía del mundo el bono alemán cedió el viernes posiciones hasta cerrar en el -0,22% mientras las referencia española concluyó en el 0,42%.

Euro. Aunque continúa por debajo de los 1,16 dólares, la divisa europea hace esfuerzos por dejar atrás los mínimos de junio de 2020 que marcó el jueves.

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