La escalada de los precios energéticos antes del invierno hace saltar las alarmas
El barril de crudo Brent roza los 80 dólares y sube un 52% en el año
La alarma por los precios de la energía llega ya a todas las capitales europeas y se contagia, parcialmente, al resto del mundo. La cercanía del invierno (en el hemisferio norte) y el temor a una escasez de suministros en este periodo de alta demanda está agudizando la ya subida espiral del gas natural, mientras la electricidad marca un récord tras otro y los altos precios llegan al carbón, el petróleo y los derechos de emisión de dióxido de carbono. Las señales que llegan de China, con fábricas cerradas por escasez de energía, no sugieren tampoco un reequilibrio del mercado.
En el caso del gas natural, sus futuros rozan los 200 dólares por megavatio hora (MWh) en el mercado europeo Intercontinental Exchange. Muy por encima de los menos de 45 dólares a los que terminaron 2020. Su escalada es la causante de la subida de la electricidad, en la medida que es el combustible usado por las centrales térmicas que cubren el déficit eléctrico cuando la energía nuclear o las renovables no pueden acaparar la demanda. De hecho, ayer el precio de la electricidad en el mercado mayorista en España marcó récord a casi 190 euros/MWh, frente a los 159 de Francia o los 178 de Italia.
La subida de precios del gas se explica por un mercado ya tensionado por las tormentas en el golfo de México y por la previsión de próximas estrecheces: Europa se adentra en la temporada de invierno con las reservas de gas natural al 71% de su capacidad, en comparación con la media de cinco años del 92%, según Bloomberg. Pero la demanda será igualmente elevada en China, lo que ha abierto una puja entre ambos gigantes económicos por el aprovisionamiento. EE UU, el mayor proveedor de gas del mundo, tiene las plantas al límite de capacidad, y los precios también marcan estos días alzas diarias cercanas al doble dígito. La búsqueda de alternativas por los compradores está provocando ascensos paralelos en el carbón y el petróleo.
China, el mayor consumidor de carbón del mundo, está intentando aumentar reservas de cara al invierno, toda vez que los problemas de suministro de carbón ya provocan cierres de fábricas. En Europa los precios del carbón están en máximos de 13 años, y en Australia han subido un 250% desde septiembre. Las eléctricas europeas están aprovisionándose de carbón ante la carestía del gas.
El barril de Brent, de referencia en Europa, superó ayer por momentos los 80 dólares, un nivel no visto desde hace tres años y que moderó al cierre. El crudo acumula en el año una revalorización del 52%. Una subida que coincide además con la temporada de huracanes en el golfo de México, que ha paralizado además las exportaciones de gas y petróleo por daños en las plataformas extractivas y en los oleoductos.
Avisos de la banca
La banca de inversión ha empezado a lanzar avisos de que este invierno habrá un fuerte aumento de demanda y de que la industria no está invirtiendo lo suficiente para mantener el suministro. Los expertos de Goldman Sachs lo sitúan ya en 90 dólares por barril este mismo año y alertan del posible frenazo en la recuperación económica. Mientras que desde Vitol, uno de las grandes empresas mundiales en comercialización de crudo, apuntan que el cártel de países productores de oro negro, la OPEP, quizá debiera elevar su producción para hacer frente al pico de demanda.
Y, como consecuencia de esta carrera energética, los precios de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2) están también disparados. El precio ha superado los 65 euros por tonelada por primera vez en la historia, según las cotizaciones del mercado ICE. La perspectiva de escasez energética implica el casi seguro uso de fuentes más contaminantes, lo que eleva la demanda de derechos de emisión. Una subida de precios que repercute al consumidor mediante la factura eléctrica, dado que estos derechos se incorporan al coste de la producción térmica.
“Los motores fundamentales de estas historias están interrelacionados. El rápido repunte de la industria manufacturera desde los mínimos de la crisis económica de 2020 sobrecargó las complejas y lentas cadenas de suministro de energía. Además, las condiciones meteorológicas menos predecibles y los imprevistos políticos traen consigo interrupciones selectivas, todo lo cual se suma, en última instancia, a una dinámica que se refuerza a sí misma y que alimenta los precios de la energía”, afirma Norbert Rücker, jefe de economía de Julius Baer.
La alarma energética tiene implicaciones tanto en la política monetaria (ayer Christine Lagarde avisó del riesgo de sobrerreaccionar a la tensión inflacionista) como en la política. El ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, criticó ayer abiertamente el sistema de fijación de precios eléctricos, argumentando que el gas (apenas el 5% de la producción francesa) está marcando el nivel del mercado, y pidió al Eurogrupo cambios en esta mecánica. España ya ha pedido a la Comisión medidas para paliar una crisis con posibles ramificaciones sociales. Un portavoz de Bruselas sugirió ayer usar los ingresos de las subastas del CO2 para paliar el impacto de la crisis energética.
El repunte de los precios energéticos amenaza también a la economía china. Goldman Sachs rebajó ayer su estimación de crecimiento para el país al 7,8% para este año, desde el 8,2% previo. Considera que los recortes en la producción industrial provocados por los cortes energéticos suponen “presiones a la baja significativas”. Mientras, desde Julius Baer añaden que “los cortes de electricidad en China podrían ralentizar la normalización de las cadenas mundiales de suministro de bienes”.
Unas presiones a las que se suma además la tormenta Evergrande. La reestructuración provocará, según Citi, que el PIB chino avance un 4,9% en 2022, frente al 5,5% previsto.
La electricidad se dispara a 189,9 euros el megavatio hora
Nuevo máximo. El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista romperá este miércoles de nuevo su récord y alcanzará los 189,9 euros el megavatio hora (MWh). Esto supondrá revalidar su hasta ahora máximo histórico, registrado el 16 de septiembre (188,18 euros), y se queda a las puertas de los 190 euros. Su cuantía es un 293,5% superior a la de hace justo un año, cuando se situaba en 48,26 euros. Según el operador del mercado (OMIE), el pico más alto, de 208,47 euros /MWh se dará entre las 21.00 y las 22.00 horas.
Medidas. El Ejecutivo ha aprobado un plan de choque para intentar contener temporalmente esta escalada y su reflejo en la factura de la luz. El decreto incluye el recorte de ingresos extraordinarios de las eléctricas, y la exención y reducción de impuestos ligados a la luz.